jueves, 21 de agosto de 2014

Agradecimientos.

¡Hola lectores! Pues nada... que 'Y de pronto, caes de golpe' ha llegado a su fin.
Espero que os haya gustado el final.
Muchas me preguntáis si habrá segunda temporada... sinceramente, no lo sé. Lo más seguro es que no porque no voy a tener tiempo a penas de escribir y no quiero seguir escribiendo para luego dejarla a medias.
El final ha sido un poco BUM, sí, pero para que veáis que los finales no son felices, más que nada porque las cosas cosas bonitas no tienen final.
Quiero agradecer a Silvia, (@sil_LoveAuryn) en primer lugar, porque fue quién me animó a que empezara una novela. Con ella he ido a los conciertos y firmas de los chicos y me he inspirado en eso.
También quiero agradecer a mis padres que sabían que escribía pero no la han llegado a leer pero me apoyaban de que la siguiera.
Agradeceros a todas las que habéis leído siempre y habéis aguantado hasta que subiera (que tardaba mi tiempo, jejeje).
Que sé quienes sois la que habéis estado leyendo siempre (Amanda, Leyre, LisAuryner y demás que no he nombrado).
Así que sólo os puedo dar un GRACIAS enorme.
Y que sí algún día esta novela se publica (que no creo, jajajaja) o si un día publico un libro, os daré las gracias a los que habéis estado aquí desde el principio.
No sé si empezaré otra novela más adelante no relacionada con Auryn, pero si queréis saber cualquier cosa sobre si voy a escribir o no, podéis preguntarmelo en mi twitter @AndreaVarea_ o @An_LoveJustin o en mi ask  http://ask.fm/AndreaVarea_ cualquier cosa ya sabéis dónde localizarme para contactar conmigo. Y si os ha quedado alguna duda sobre la novela, ¡twitter o ask!


¡(¿)Hasta pronto(?)!

Capítulo 80 (Capítulo final).

(Poned esta canción mientras que leéis: https://www.youtube.com/watch?v=Y9S0RxGF4Po )
David: ¿Que qué he hecho?
Asiento.
David: Destrozarme físicamente porque emocionalmente ya lo estoy.
Yo: No... no me digas eso.
Me está haciendo sentir la peor persona del mundo... y no lo soy, ¿verdad?
David: Andrea, has sido la persona que más he querido y querré nunca, pero también a la que más odiaré por destrozarme cómo lo has hecho tú ahora mismo.
Yo: Yo... yo no quería.
No quiero hacerle daño a nadie, no... es lo que menos quiero.
David: Has sido la persona que más me ha hecho reír pero también la que me ha destrozado.
No joder, yo no quería esto. Acabé con la vida de mi hermana... ese accidente de coche que tuvieron Carlos y ella en el fondo fue por mi culpa. Si no hubiese celebrado mi cumpleaños no hubiesen tenido que venir y no hubiesen tenido ese accidente... todo es por mi culpa joder.
Miro a David.
Está destrozado, tanto físicamente como emocionalmente y ¿por qué?
Por mi, todo por mi culpa joder.
Me pongo de pie... wow, este puente si que es alto eh.
David: Andrea, baja de ahí.
Yo: No, tienes razón. Soy una mierda y soy la peor persona de este mundo. Mira que te he hecho. Mira cómo estás por mi culpa... todo es culpa mía. Lo que toco, lo rompo. Y esto a lo largo del tiempo sale caro.
David: Que no Andrea, baja de ahí.
Se pone detrás del puente, pero yo ya no quiero oír a nadie.
Saca el teléfono y estoy tan concentrada en mis pensamientos que no oigo nada de lo que dice.
David: Dios mío la que he liado...
Yo: No quería caer en la mierda de siempre, pero ¿de que me ha servido el puto año en la puta clínica? Para nada. Al fin y al cabo iba a volver a caer en esto.
David: Andrea no.
Yo: Sí. Es igual que sí me caso con Dani, al cabo del tiempo sólo le voy a hacer daño ¿y sabes qué? Que no se lo merece tío.
Se me queda mirando. Así que me giro y estamos enfrente sólo que él bajo del puente y yo arriba.
Yo: Que ha podido ser un puto capullo engañándome mientras yo estaba volviendo... a ser yo, digamos. Pero que es el mejor, que gracias a él yo volví a ser yo, volví a sonreír, a tener brillo en los ojos, a estar emocionada. David, volví a tener un motivo por el que vivir, ¿pero ahora? Si ya se ha visto contigo, sólo hago daño, a toda la gente de mi alrededor. Siempre, soy la imperfección y el dolor en persona, y no, joder. No quiero. No quiero que más gente sufra por mi.
Ahora todo son flashbacks en mi cabeza:
Mi nueva hermana... es tan pequeña. Mi primer día de colegio yendo tan vergonzosa... el primer día de instituto, mi primer beso, mi primera ruptura.. mi primer intento de suicido, mi primer año en la clínica, mi primera firma de mi grupo favorito, mi amor a primera vista con Dani, mi primer concierto, mi primer mca, la primera mirada con Dani, el primer abrazo, mi primer encuentro a escondidas con Dani, mi primer beso con él... mi primera risa junto a él, nuestra primera vez... la segunda vez que hicimos el amor... mi cumpleaños... la muerte de mi hermana... la ruptura con Dani, otra vez en la clínica... el dolor de mis padres por ver a la única hija que les queda rota por dentro, el dolor de sus ojos... y Dani. Sólo es Dani y todo los momentos vividos: peleas, reconciliaciones (las mejores), sonrisas, lágrimas, bromas, su cuerpo y el mío juntos, unidos en uno, sus palabras mientras me hacía el amor: siempre mía, siempre.
Y de momento, lo veo allí, plantado delante mía, con la mirada llena de preocupación casi apunto de estallar a llorar.
Pero ya es tarde... no quiero hacer sufrir a nadie más.
Dani: Andrea...
Yo: Daniél, siempre serás tú mi primer y único amor, siempre te amaré. Dile a mis padres que sean fuertes, que desde allí arriba -señalo el cielo- Silvia y yo los vamos a vigilar y vosotros ya sabéis, sonreír por mi, ¿vale?
Doy un paso hacia atrás. Un paso más y se acabó todo el sufrimiento que he causado y el mío propio.
Dani: No, Andrea, no... por favor -me dice en un llanto-.
Yo: No quiero hacerte sufrir más.
Mi mirada está clavada en la suya. ¿Os he dicho lo bonito que son sus ojos? Me he perdido millones de veces en su mirada.
Me cojo la muñeca dónde llevo el tatuaje de la fecha de Dani y mía y me doy un beso.
Yo: Siempre.
Y doy el paso hacía atrás para acabar con todo mientras oigo los chillidos de David y Dani lamentándose de mi ida.




Saqué un billete de ida al cielo o quién sabe si al infinito.
Ahora pensaréis, qué tonta que se suicida por un tío, pero no, yo no me maté por un tío, yo me maté por mi, porque no quería seguir haciendo daño a nadie de mi alrededor, no quería ser esa bomba que un día explotara y se llevara  todo por delante. Yo no quería hacer daño a la gente. Estaba rota por dentro, ¿por qué? Pues no lo sé, puede ser porque era demasiado insegura con mi físico, porque nunca he confiado en mi misma, porque siempre me he visto cómo la peor y puede que no lo fuera, o sí. Eso nunca lo sabré. Sólo os voy a dar un consejo desde el infinito que es dónde me encuentro ahora mismo:
Nunca hagáis tonterías, simplemente, vivir la vida: emborracharos, hacer locuras, reíros, llorar, pero sobretodo, enamoraros de una buena persona, cómo lo es Dani, y hacer las cosas bien, despacio o deprisa pero bien, y aseguraros de que sea esa persona la indicada, de la que queréis pasar el resto de vuestra vida.
Si queréis que os diga la verdad... me arrepiento de haber dado ese paso atrás porque ahora veo a Dani que está destrozado, ha dejado Auryn, se ha metido en la bebida... yo no quería eso, yo quería que él fuera feliz, incluso con otra, que viviese todo lo que ha vivido conmigo con otra persona y le hiciese sonreír joder, yo quería que fuera feliz. David se fue de España.. los demás del grupo simplemente viven, cómo personas normales, tienen un trabajo normal y hacen vidas normales... mis padres... mi madre llora todas las noches y mi padre la abraza hasta que se queda dormida y luego llora él, pero cuando mi madre está despierta sonríe solo por que no quiere verla mal... y chicos, eso es el amor, estar ahí siempre, como mis padres pero, ¿os imagináis lo duro que es perder a dos hijas? Debe de ser lo peor, pero mirad, ahí están sonriendo. Pero lo que más me jode es haberles destrozado la vida, chicos. Que yo quiero casarme con Dani joder, pero me pongo a su lado y le hablo y no me ve, joder. No me ve. Veo todo negro... quiero estar con él. Por las noches también llora, lo veo. Llora mucho  y yo le abrazo pero como si nada, no nota mi presencia pero es normal, ¿que soy? Un espíritu que le abraza pero no existo chicos, no soy nadie ahora. Pero eh, que hay que salir adelante de todas las cosas, cuando os veáis perdidos, cuando se os quiten las ganas de vivir, pensar que si os vais, le fastidiaréis la vida a más gente de la que te piensas. A mi me pasó porque caí de golpe y no chicos, no es bueno caer de golpe pero recuerdo que una vez le expliqué a Dani como es la sensación de estar perdida, de no ser capaz de encontrarte a ti misma. ¿Sabes Dani? Es cómo que estás bien, todo está perfecto, Y DE PRONTO, CAES DE GOLPE. -fin.


Yo: ¿Y esa es mi vida?
Dani: Sí -dice mientras guarda unos papeles que pone: por si un día caigo de golpe y no recuerdo nada de mi vida-.

domingo, 10 de agosto de 2014

Capítulo 79.

Maldita sea, ¿quién es a las 3 de la mañana?
Miro el nombre en la pantalla de mi iphone: Sergio.
Joder...
Lo cojo.
Yo: Sergio, ¿qué es tan importante para que me tengas que llamar la noche anterior a mi boda a las tres de la mañana?
Sergio: Andrea, es David.
Yo: ¿Qué pasa con David?
Sergio: Que no está.
Yo: ¿Qué?
Sergio: Que no ha llegado a casa Andrea, me dijo que iría a hablar contigo y volvería al piso y todavía no ha vuelto.
Yo: Sergio -me restriego la cara- estará por ahí de fiesta. No se fue muy contento de mi casa.
Sergio: ¿Y porqué tiene el móvil apagado?
Yo: Espera, voy a ver si lo localizo y te llamo.
Sergio: Vale.
Cuelgo y marco el teléfono de David.
'Hola soy David, ahora no puedo atenderte, deja tu mensaje'- cuelgo.
Haber... ¿dónde podría estar?
Me meto en whatsapp y le envío un mensaje.
Yo: ¿Dónde estás? Sergio está preocupado por ti, deberías de volver a tu casa.
Dejo el móvil y me dispongo a dormir...
Joder, ahora no cojo el sueño. Me meto otra vez en whatsapp. No le llegan.
Dejo el móvil. Me llega un whatsapp. Corriendo lo desbloqueo. Es de Dani.
Dani: ¿Qué haces despierta a estas horas preciosa? Esty nervioso por mañana, tengo ganas d verte frente al altar, te quiero fea.
Le contesto inmediatamente.
Yo: No puedo dormir :(, serán por los nervios. Yo también estoy deseando verte ya frente al altar, para ver lo guapo que irás!!!
Dani: Intenta relajarte y dormir... mañana va a ser un día muy largo.. y la noche de bodas ya ni te cuento ;)
Yo: Jajajajaja.. mucho ruido y pocas nueces. ;)
Dani: Si?? Ya verás mañana ;)
Yo: Impaciente te espero cariño
Dani: Bueno mi vida, me voy a sobar, intenta dormir, te quiero
Yo: Te quiero
Dejo el whatsapp.


David: Si algún día me enfadara con alguien, me vendría aquí.
Estamos sentados en un puente altísimo, si te caes.. te matas.
Yo: ¿Aquí para qué?
David: No sé, cómo que aquí puedo pensar tranquilo y relajarme.
Yo: Pues cuando te enfades, vendré aquí a buscarte.
David: ¿Lo prometes?
Yo: Sí, soy tu mejor amiga, no me vas a perder nunca.

Cojo el teléfono y llamo a Sergio.
Yo: Ya sé donde está, me ocupo yo.
Sergio: Vale, cualquier cosa me llamas.
Yo: Sí, tranquilo.
Sergio: Lleva cuidado Andrea.
Yo: Vale.
Sergio: Te quiero.
Cuelgo ignorando el 'te quiero'.
Me visto y me hago una coleta alta y voy al puente ese corriendo, no está muy lejos de mi casa.
Cuando llego veo una sombra sentada en el puente, es David.
Yo: ¡David! -chillo corriendo hacia él.
Se levanta y me mira.
David: Has venido...
Yo: Claro.
David: Ven, siéntate aquí conmigo y hablemos.
Trago saliva pero le hago caso y me siento a su lado.
Le miro la cara y wow, toda llena de lágrimas y los ojos hinchados, los puños llenos de sangre.
Yo: ¿Qué has hecho?

jueves, 31 de julio de 2014

Capítulo 78.

¿Cómo es posible que mañana sea ya la boda? ¿Cómo lo es? El tiempo ha pasado tan deprisa... que a veces eso me aterra. No quiero que pase el tiempo, o sí, mientras esté con Dani, no me importa, si os digo la verdad.
Hoy dormimos separados, ya que él se tiene que preparar y yo también.
La boda al final la hemos hecho en Madrid, pero no por el centro ni nada, si no en un pequeño bosque con una mansión, pues ahí. Estoy encantada con mi vestido de novia, es tan perfecto: http://weheartit.com/entry/128608605/search?context_type=search&context_user=shengsaihong&page=4&query=trajes+de+boda
Estoy emocionada, no sé ni cómo es el traje de Dani. Quiero que salga todo perfecto, que para eso nos han organizado la boda y mis padres han ganado un dineral. Pf, estoy que no me puedo estar quieta.
Mamá: Andrea, tranquilízate y descansa esta noche, que mañana es un día muy importante -me dijo mi madre mientras salía por la puerta de mi casa-.
Yo: Sí, tranquila, voy a recoger un poco la casa y me voy a dormir.
Mamá: Vale cariño -me da un beso en la mejilla y se va-.
Estoy sola en mi casa, voy a recoger la cena y a dormir. Tengo que descansar para mañana.
Cojo mi móvil y me voy a mi habitación, me tumbo y miro al techo. Estoy cómo en una nube de felicidad.
El ruido de un whatsapp me saca de mis pensamientos. Lo miro.
David: Hola Andrea, ¿podemos hablar?
¿Qué querrá ahora David?
Yo: Claro, pero poco, que me voy a dormir en breves, en mi casa en 5 min.
David: Vale, ábreme que estoy fuera
Bajo y le abro.
Me da dos besos y un abrazo.
Yo: Pasa, vamos al salón.
Vamos al salón y nos sentamos.
Yo: Dime -le sonrío-.
David: No te cases con él, por favor.
Yo: ¿Qué?
David: Andrea, te amo, por favor.
Yo: David, no digas eso.
David: Es que te amo joder, desde el primer día que te vi en esa firma.
Yo: David... yo lo quiero a él.
Me abraza y rompe a llorar.
Yo: No hagas esto más difícil, David.
David: No puedo hacerme a la idea de que ya no te tendré.
Yo: Nunca me has tenido.
Me jode ser dura con él, pero es que no.
David: No te quiero perder.
Yo: No me vas a perder, siempre vas a tener mi amistad ahí.
David: -se levanta bruscamente del sofá- Es que yo quiero algo más que tu amistad, ¡joder!
Yo: David, sal de mi casa. Lo siento. Te veo mañana en mi boda.
David: No pienso ir.
Yo: Sería importante que fueses, me gustaría verte ahí, apoyándome como mi mejor amigo que eres.
David: No me pidas eso, es cómo pedirle a un ciego que te diga de que color son los ojos de su novia.
Yo: Lo siento David.
David: Es que maldita sea, ¿por qué él y no yo?
Yo: Una persona no elige de quién se enamora.
David: Vale, me voy, adiós.
Se levanta y se va, así sin más.
No puedes decirme eso el día antes de mi boda tío, que es tu 'hermano' el que se casa conmigo.
Me voy a dormir. Voy a mi cuarto y me pongo el pijama. No quería ni despedida de soltera ni nada. Me tumbo y enseguida caigo en un profundo sueño.


Un sonido me despierta. Es mi móvil, ¿quién será a las... -miro el reloj- a las 3 de la mañana?

martes, 15 de julio de 2014

Capítulo 77.

Ya han pasado dos semanas desde que me comprometí con Dani. Lo saben todos, ahora solo estamos Dani y yo en Madrid. Lau y las demás se han ido.
David y Sergio no me hablan... sólo cuando está Dani delante, se lo han tomado peor de lo que esperaba.
Oficialmente no hay nada, vamos hoy a las 4 a una revista, creo que es la Bravo, pero ninguno de los dos hemos dicho nada por ninguna red social, al igual que nadie nos ha felicitado ni nada, hemos dicho que hasta que no se publique la revista nada, aunque es jueves, se publica mañana la revista.
Dani: ¿Lista nena?
Yo: Sí, vamos.
Dani: Ya he organizado la fecha, nos casamos el mes que viene, el  22 de febrero.
Yo: Vale, nos queda solo un mes para organizar todo.
Dani: Ya, el lunes vamos a ver los vestidos, bueno, tu por tu parte y yo por la mía, ya sabes, dicen que da mala suerte ver el vestido de la novia antes de casarse.
Yo: Sí.
Dani: Y al día siguiente iremos a encargar el banquete, bueno, hay que ver los invitados y todo eso.
Yo: Vale, que follón.
Dani: Normalmente una persona organiza las bodas, pero prefiero que la organicemos nosotros, aunque nos cueste más.
Yo: Ya...
Dani: Y al final nos casamos en Novelda, en el Castillo de la Mola.
Yo: Sí, me encanta.
(Es este http://www.ayto-novelda.es/wp-content/uploads/2012/01/P1020149.jpg ).
Dani: Es precioso.
Sonrío.
Dani: ¿Lista para la entrevista?
Yo: Sí, aunque estoy nerviosa.
Sí, estoy muy nerviosa. Es mi primero entrevista y estoy muy nerviosa, a pesar de que quiero estudiar periodismo estoy nerviosa.
Dani: Pues vamos...
Salimos de su casa y vamos andando hasta la oficina de Bravo.
En unos quince minutos aproximadamente hemos llegado y subimos.
Dani saluda a muchas personas, supongo que serán redactores o fotógrafos que ya los conoce de otras entrevistas, no lo sé.
Dani: Tranquila cariño -me aprieta la mano para hacerme sentir más segura-.
Y lo consigue, estoy más tranquila.
Dani: Tú sé tu misma y contesta lo que pienses, ya está.
Me sonríe y le devuelvo la sonrisa.
Toca a una puerta y nos abre un chico.
Dani: ¡Hola Manuel!  ¡Cuánto tiempo!
Manuel: Pues sí, la verdad.
Sale una chica.
Dani: ¡Hola Rosa! ¿Qué tal?
Rosa: Hola Dani, cuanto tiempo, bien, ¿y tú? -le sonríe-.
Dani: Bien, no me puedo quejar -sonríe-.
Manuel: Esta debe de ser Andrea, ¿no?
Dani: Sí.
Me dan dos besos ambos.
Rosa: Si os parece vamos a ir a fuera, al jardín.
Dani: Claro.
Salimos por una puerta y da a un jardín precioso.
Rosa: Bueno Andrea, te haremos una serie de preguntas y tú contestas con toda tu naturalidad. Nosotros lo vamos a grabar y ya, ¿te parece bien?
Yo: Sí, perfecto.
Manuel: Vale, grabamos en tres, dos, uno, ya.
Ponen la cámara en marcha.
Rosa: Bueno, Andrea, Dani, contadnos. ¿Cómo va vuestra relación?
Dani: Pues muy bien, tuvimos nuestras peleas y discusiones, pero hemos superado todo con un poco de dificultad, pero está todo bien entre nosotros.
Rosa: ¿Qué pasó para que os separarais?
Yo: Yo caí en depresión con anorexia y bulimia y me ingresaron en una clínica durante un año, luego salí y el se fue con otra para intentar olvidarme, pero cuando salí me dijo que no pudo y aquí estamos, juntos.
Rosa: ¿Y no te duele eso?
Yo: Claro que me duele, pero pasado pisado.
Rosa: Eso está bien, ¿y qué planes tenéis para el futuro?
Dani: Pues hace dos semanas le pedí la mano, así que... en un mes nos casamos.
Los dos se quedaron callados, pensarían que iba de coña.
Yo: Pues sí, cómo estamos tan bien, nos casamos. Sabemos que es un poco precipitado ya que yo tengo los 18 recién cumplidos, pero... sin locura no hay felicidad, ¿no?
Rosa: No, claro que no... ¡enhorabuena!
Manuel: Pero... ¿no os casaréis por qué Andrea está embarazada, no?
Dani y yo reímos.
Dani: Claro que no, Andrea va a empezar ahora su carrera de periodismo y nosotros, Auryn, estamos empezando con nuevos proyectos que muy pronto sabréis.
Rosa: Eso está muy bien. ¿Dónde vas a estudiar Andrea?
Yo: Aquí, en Madrid.
Rosa: Dani, ¿cuándo adelantaréis los proyectos?
Dani: Tan pronto como sea posible, tenemos muchas ganas de que lo sepáis.
Rosa: ¿Y cómo crees que se tomaran la noticia del compromiso tus fans?
Dani: Espero que bien, supongo que estarán felices, si quieren mi felicidad tienen que aceptar que Andrea es la única que me hace feliz.
Rosa: Y a ti Andrea, ¿te da miedo su reacción?
Yo: Claro. Haber, no es miedo, es que yo me pongo en su lugar y claro que me fastidiaría que mi ídolo se casara, pero si con la chica es feliz, lo tengo que aceptar, porque yo antes de salir con Dani era fan -lo miro y ambos sonreímos al recordar como empezó todo, con una mirada, una sonrisa, todo- y si se hubiese casado me hubiese dolido mucho, porque yo lo quería mucho, ¡y lo quiero! -río-.
Rosa nos mira y sonríe.
Rosa: La verdad es que sí se os ve muy felices.
Dani: Realmente lo estamos.
Rosa: Os imagino con un niño.. y sois tan monos.
Ambos reímos.
Dani: Estaría bien un mini Dani, pero de momento no -ríe- somos muy jóvenes, tiempo al tiempo.
Rosa: ¿Y dónde os casaréis?
Dani: Eso no se dice, -se ríe- os lo diremos luego -sonríe-.
Rosa: Pues chicos, nada más que deciros que enhorabuena, que seáis muy felices y que nos vemos en la boda.
Corta el vídeo.


Después de la entrevista fuimos a descansar y ahora hemos acabado de cenar. Estamos viendo la tele en su salón tirados en el sofá, de repente me coge y me sube encima de él.
Dani: No sabes cuanto te echaba de menos.
Y justo en ese momento, tembló España.




miércoles, 25 de junio de 2014

Capítulo 76.

¿Por qué se agacha? ¿Que hace de rodillas? No será esto verdad...
Dani: Andrea -me coge la mano-.
Yo: Dime -me tiembla la voz, qué nervios-.
Seguro que estoy pensando cosas que no son, seguro.
Está arrodillado y saca una caja de terciopelo azul.
Dani: ¿Quieres casarte conmigo?
Abre la caja y hay un gran anillo.
Yo: ¿Esto va en serio?
Dani: Muy serio. ¿Quieres?
¿Quiero casarme con él? ¿Quiero que él sea el único para siempre? ¿Para toda la vida? Eso es mucho eh, amigos. ¿Cómo se lo tomará David y Sergio? ¿Qué hará David? No hará ninguna tontería, ¿verdad?
No, seguro que no.
Bajo la mirada y miro a Dani a los ojos.
Yo: Sí Daniel, si quiero casarme contigo.
Me pone el anillo se levanta, me abraza y me coge como las princesas y me da vueltas. No puedo parar de reír, ¡que me caso! ¿En serio? Que sí, que me caso con el hombre al que amo. Ay dios, tengo que decírselo a mis padres, a mis amigas y las auryners... ¿cómo se lo tomarán? Espero que bien... madre mía, me caso con 18 años, ¡qué locura!
Dani: Te quiero mi niña.
Yo: Y yo cariño.
Me da un beso, un beso apasionado, de esos que te dejan sin respiración, pues esos.
Yo: ¿Quién sabe esto?
Dani: Nadie.
Yo: ¿Nadie, nadie?
Dani: Nadie, nadie -sonríe-.
Yo: ¿Y ahora qué?
Dani: Sólo queda hacerlo público.
Yo: Van a decirte que estas loco.
Dani: Estoy loco por ti.
Le sonrío.
Dani: Además no me importa lo que piensen los demás, con estar contigo soy feliz.
Yo: ¿Cuándo lo vas a anunciar?
Dani: A todos esta noche, a las fans después de la cena... y luego ya vendrán las revistas y lo publicaremos. Los únicos que sí lo saben son mis padres.
Yo: ¿Puedo llamar a mis padres?
Dani: Claro.
Saco el teléfono y llamo a mi madre.
Mamá: Dime Andrea.
Yo: ¿Estás con papá?
Mamá: Sí.
Yo: Pon el altavoz.
Mamá: Vale- al rato-. Ya hija, dinos.
Yo: Hola papá.
Papá: Dinos Andrea.
Yo: Que ya sabéis que Dani y yo hemos vuelto, ¿no?
Mamá: Sí.
Yo: Pues... que nos casamos.
Mamá: ¿Qué?
Papá: ¿En serio?
Yo: ¡Sí!
Mamá: ¿Lo habéis pensado bien?
Yo: Sí, estamos los dos muy seguros.
Papá: Pues.. ¡enhorabuena!
Mamá: Aunque ya hablaremos.
Yo: Vale... tendremos que hablarlo todo bien.
Papá: Sí.
Yo: Bueno.. os cuelgo que vamos a anunciar todo esto.
Mamá: Vale, pero cariño, que no te importen las opiniones de los demás, ¿vale?
Yo: Sí mamá.
Papá: Te queremos.
Cuelgo.
Dani: ¿Qué tal?
Yo: Mejor reacción de la que me esperaba.
Dani: Me alegro, ahora mismo tenemos que ir a por Laura, vamos a cambiarnos.



Estamos en la ducha y....


------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola lectores, siento no haber subido antes, pero he estado liada por los exámenes, pero ahora que ya he terminado subiré más a menudo, o eso espero, siento haberos hecho esperar tanto... pero como dije hace tiempo... las cosas están llegando al final. Ahora Dani y Andrea se casan.. ¿cuál será la opinión y reacción de David?
PD: Gracias por leer♥



lunes, 9 de junio de 2014

Capítulo 75.

Hemos llegado al Starbuck y están todos allí: Salva, Magí, Franchejo, La morsa, Sergio, David, Blas, Álvaro, Carlos... todos.
En cuanto llego se levantan y me abrazan todos menos David. ¿Qué le pasa? Habíamos quedado en que todo iba a seguir cómo antes, ¿que narices le pasa ahora? Más que no le he dicho nada a Dani.
Salva: Pero chica, ¡qué guapa estás!
Yo: Tú no te quedas atrás, Suay.
Salva: Te veo bien.
Yo: Lo estoy -le sonrío-.
Salva: Me alegro.
Se sienta y  viene Magí. Me abraza.
Magí: Ya hablaremos tú y yo luego.
No sé si eso va bien, o mal... no sé en qué sentido.. espero que bien, no estoy para muchos trotes psicológicos.
Franchejo: ¡Croqueeeta!
Yo: ¡Croquetóóóón!
Ambos nos abrazamos y sonreímos.
Franchejo: Te he echado de menos, no tenía con quién comer croquetas.
Yo: Pues ya me tienes aquí.
Franchejo: Me alegro de que estés bien.
Yo: Gracias, yo también.
Se sienta.
Javi (La morsa): -me abraza- Cuánto tiempo sin verte.
Yo: Sí.
Javi: Me alegro tanto de verte.
Yo: Yo también Javi, os he echado mucho de menos.
Javi: Y nosotros a ti Andrea, nos alegramos de tenerte de vuelta.
Se sienta y viene Sergio.
Me abraza un buen rato, no dice nada, sólo me abraza. Echaba de menos los abrazos de Sergio.
Sergio: ¿Qué tal pequeña?
Yo: Bien, mejor. ¿Y tú que tal?
Sergio: Bien, ahora que estás a mi lado bien.
Le sonrío.
Sergio: Echaba de menos abrazarte.
Yo: Y yo que me abrazaras.
Sergio: No te separes de mi lado nunca más, ¿vale?
Yo: Vale.
Me vuelve a abrazar, se va y vienen Blas y Álvaro.
Blas: Mira a quién tenemos aquí.
Les miro y sonrío.
Blas: Anda, ven aquí.
Me coge y me abraza como si fuese el fin del mundo.
Blas: ¿Estás mejor?
Álvaro: Calla y déjamela a mi.
Me coge y me abraza tan fuerte que me cuesta respirar.
Yo: Que me ahogas Alv -me río y me suelta-.
Álvaro: Lo siento -se ríe-.
Dani: Eh, haber que le hacéis a mi chica, bueno, haber si voy a tener que ponerme serio -se ríe-.
Yo: Qué tonto eres -me río-.
Magí: Se os ve muy felices.
David: Sí, se les ve -dice muy serio-.
Yo: Se nos ve y lo estamos -digo yo en mi defensa-.
Es que no sé porque me ataca, si no le he dicho nada ni hecho nada. Solo le he dicho la verdad, que sí, que a veces la verdad duele más que mil mentiras, pero ¿para qué mentir?
Dani: Escuchadme, nos tenemos que ir a por Lau, esta noche hacemos cenita todos en mi casa, ¿os parece bien?
Franchejo: Sí.
Dani: Pues a las nueve en mi casa, ¡os veo hermanos!
Yo: Luego nos vemos chicos, me alegro de veros -les mando un beso-.
Cuando vamos de camino al coche le pregunto a Dani.
Yo: ¿Por qué nos hemos ido tan pronto?
Dani: Quiero enseñarte ya la canción que te he dedicado.
Yo: Vale.
Dani: Vamos a mi casa a coger la guitarra y nos vamos al Retiro, allí, tumbados en el césped, ¿vale?
Yo: Vale.



Estamos tumbados en el césped del Retiro, hace buen día, son las 3, hemos comido unos bocadillos en casa de Dani para venir pronto aquí.
Cojo el móvil y pongo un tweet: En el Retiro con el mejor + una foto que le he hecho ahora a Dani.
Dani coge su móvil y me hace una foto y lo pone en twitter: Con ella me sobra el mundo + la foto.
A las 6 tenemos que ir a por Lau y a las 9 es la cena, así que no nos podemos entretener mucho.
Nos sentamos y Dani saca la guitarra de la funda. Lleva las gafas de sol.
Empieza a tocar y habla:
Buenos días princesa, he soñado toda la noche contigo, íbamos al cine y tú llevabas aquel vestido rosa que me gusta tanto... sólo pienso en ti princesa, pienso siempre en ti... y ahora...
Cambia de ritmo de guitarra y empieza a cantar:
Buenos días, buenos tardes, buenas noches quiero darte.
Contarte como me ha ido en el trabajo y aburrirte; cenar viendo una peli sin rencores por besarte y hacerte luego el amor tantas veces como aguante. Firmamos de alegría, sin papeles de por medio; discutir seguidamente y encontrar siempre el remedio. Mirarnos a los ojos, cada uno es un extremo. El mar y el cielo convirtiendo el mundo en nuestro.
Despellejar toda tu ropa, mi objetivo, tu desnudo. Bromear mordiéndote en la mejilla del culo. Observarte a mi lado y examinar todas tus curvas, seguidamente el saboreo de toda tu carne cruda. Sin dudar mis sentimientos, querernos hasta ancianos. Saciarnos con placeres, despacito y con amor. Con esfuerzo incomparable, sin parar y sin cansarnos. Las sábanas son olas, movidas por Poseidón. Llevarte al cine los domingos, recorrer España en moto. Tener que levantarme pronto y reparar los cuadros rotos. Un beso nuestro es un regalo, entre nosotros y privado. Me encanta decirte esta frase y es que estoy enamorado. Cada día te echo en falta, entre las sábanas y almohadas. Das razones a mi vida y sin ti ya no encuentro nada. He llorado por nosotros aunque tu no me hayas visto. Tantas lágrimas perdidas entre polvo de mi piso. Lo que Dios quiso, que no lo separe el hombre. Quiero volver a discutir, tener un hijo, igual el nombre. Sólo quiero ser feliz y que lo seas junto a mí. Pedirte un día el matrimonio y sin dudar digas que sí. Eres mi musa, mi cuestión, mi razón... y... ¿qué soy yo? Comparable con mi vida, no se vivir sin corazón. Y la razón de esta canción ni la encuentro ni la busco. Sin intención de de reconquista... veinte mares los que surco. Cómo meses a tu lado, más pecados que interfieren. Siento haber sido un humano al que las situaciones hieren. Me desvivo por tu aliento en la nuca o bien mi boca, despellejando tantas rosas y dejar la flora rota. La fauna hambrienta, el hambre tienta. Inspírame cuando la mente esté sedienta. Pero los días alienta,contentan al esclavo, que no escarmienta y sigue queriendo un buen bocado... te echo de menos, princesa.
Se queda tocando un rato más y para. Wow, que subidón.
Dani: Te quiero Andrea, y siempre te querré, así que....
Se levanta y ...
Dani, ¿qué haces? ¿qué estás haciendo? No será esto verdad... Dios.

miércoles, 4 de junio de 2014

Capítulo 74.

Yo: ¿Estás bien?
David: ¿De verdad le vas a dar otra oportunidad? ¿Después de todo el daño que te ha hecho y que se ha ido con otra? ¿De verdad?
Yo: Las personas se equivocan, los humanos nos equivocamos.
David: Pero es que Andrea, no es que se haya equivocado, es que se ha ido con otra.
Yo: ¿Y qué te crees? ¿Que no lo sé? ¿Te crees que no me duele?
Se queda en silencio.
Yo: Pero las personas nos equivocamos, todos, incluso tú, y yo, todos David, todos. Pero si vivo agarrada al pasado nunca voy a salir adelante, tengo que borrar el pasado y empezar de nuevo, porque  no sé, yo creo que me lo merezco después de toda la mierda que he pasado, ¿no crees?
Asiente.
Yo: Entonces no me digas que si le voy a dar otra oportunidad después de todo el dolor porque él es el único que me ha hecho daño, sí, no te quito la razón, pero también es el único que me puede salvar, joder, ¿entiendes eso? ¿entiendes qué solo soy feliz con él?
David: No sigas, por favor.
Yo: ¿Por qué?
David: Porque me haces daño tía. Me dices que le vas a dar una oportunidad al tío que más daño te ha hecho cuando yo te podría cuidar, y mejor que él, joder. Que yo te quiero millones Andrea, ¿no lo entiendes? Yo te puedo cuidar y querer como tú necesitas, no es necesario que vayas con él.
Yo: David, mi corazón le pertenece a él. Le pertenecerá siempre.
David: ¿Por qué no lo intentamos? -me coge de las manos-.
Yo: No puedo David, sería engañaros a los dos.
David: ¿Y qué hago yo ahora?
Yo: No lo sé... podemos seguir siendo amigos, yo quiero a Dani y eso es así.
David: Uno no elige de quién se enamora.
Yo: Por eso mismo, mi corazón ha elegido a Dani y no puedo hacer nada.
David: Vale.
Yo: ¿Amigos?
David: Sí, pero recuerda, siempre estaré ahí, me da igual que estés con él, yo siempre te querré.
Yo: Gracias.
David: Me voy, hablamos pronto preciosa -me da un beso en la mejilla y se va-.
Tocan a la puerta y es Dani.
Voy a abrirle y en cuanto me ve me da un abrazo. Casi no puedo respirar. Me abraza muy fuerte.
Yo: Que me matas -digo entre risas-.
Me suelta en seguida.
Dani: Lo siento, lo siento -se avergüenza-. Pero tenía muchas ganas de verte.
Yo: Yo también, pasa.
Pasa y vamos al salón, nos sentamos en el sofá.
Dani: ¿Has pensado ya en lo que te he dicho?
Yo: Sí.
Dani: ¿Y?
Yo: Sí.
Dani: ¿Sí volvemos?
Yo: Sí -me va a abrazar pero le paro-, pero Daniél, a la cosa más mínima, se acabó, te lo prometo. No estoy para muchos trotes.
Se levanta y me abraza.
Dani: Gracias, gracias, gracias.
Yo: ¿Cuándo tenéis el próximo concierto?
Dani: Mañana, el último, el de fin de gira, y descansamos un poco, no sabemos aún cuanto.
Yo: Vale.
Dani: ¿Vas a venir? Quiero que vengas a verme.
Yo: No sé si estoy lista para meterme en este ambiente de nuevo.
Dani: Llama a Lau y le pagamos el billete.
Yo: Vale.
Cojo el móvil y la llamo.
Yo: ¿Lau?
Lau: ¡Andrea! ¿Qué tal?
Yo: Dani y yo nos hemos dado otra oportunidad.
Lau: Pues bien, ¿no?
Yo: Sí, estoy muy feliz ahora.
Lau: Me alegro tanto, te lo mereces.
Yo: Gracias. Lo que quería decirte es que mañana, sábado, tienen los chicos el fin de gira y no quiero ir sola por si no estoy preparada para todo ese ambiente de nuevo.
Lau: ¡Yo voy! Me saco el billete ya mismo y voy para allá.
Yo: ¿Sí?
Lau: ¡Claro!
Sonrío.
Yo: Muchas gracias Lau, nos vemos entonces cuando vengas, ¿te recojo en la estación?
Lau: Vale, son las 4, cogeré un tren para las 6 y a las 9-10 estaré allí,vamos hablando, ¿no?
Yo: Sí.
Lau: Vale, pues te veo luego.
Yo: Vale, muack!
Lau: Muack!
Colgamos.
Dani: ¿Qué dice?
Yo: Que sí, que luego cuando esté llegando me avisa y voy a por ella.
Dani: Vale. ¿Quieres ir a ver a los demás?
Yo: Sí.
Dani: Pues vamos.
Yo: Espera, me tengo que cambiar.
Dani: Vas perfecta.
Yo: Que no, espera.
Subo a mi cuarto y me cambio. Me pongo un vaquero largo con una camiseta así como india marrón y unas sandalias marrones. Cojo el bolso y meto dentro todo. Voy al aseo y me quito la coleta, me plancho un poco el pelo y me pongo gloss y un poco de rímel. Perfecta. Sonrío al espejo y bajo.
Cuando ya bajo Dani se queda mirándome.
Yo: ¿Voy bien?
Dani: Wow, espectacular.
Yo: Anda, vamos.
Salimos a la puerta.
Dani: Vamos en mi coche.
Yo: Vale.
Así que dejamos el mío aquí. No hace nada de frío, es normal.. es ya casi octubre.
Yo: ¿Y tú coche?
Dani: Lo tienes enfrente.
Enfrente mía hay un opel rojo precioso.
Yo: ¿Te lo has comprado nuevo?
Dani: Sí.
Yo: Es precioso, me encanta.
Dani: Ven, ponte en el coche y posa.
Yo: ¿Para qué?
Dani: Ponte y ya.
Yo: Vale.
Me apoyo en el coche y poso.
Dani: Mírame y sonríe.
Llevo gafas de sol. Sonrío.
Dani: Ya, perfecta.
Yo: Ponte tú ahora.
Dani: Vale.
Se pone y posa, que sexy está, dios. Sonríe con esa sonrisa picarona y wow.
Yo: Ya.
Dani: Vale, vamos.
Subimos al coche y la subo a todas las redes sociales con el título:
Juntos de nuevo y nada podrá con nosotros, te quiero feo.
Dani no ha arrancado y está escribiendo con el móvil.
Me llega una notificación suya. También ha subido la foto a todos los lados con este título:
¿Sabéis que ese dicho de 'uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde? Pues yo me he dado cuenta de cuanto la necesito. La necesito mucho y ahora, volvemos de nuevo. Hemos enterrado el pasado y hemos empezado de cero. Está cambiada, pero sigue igual de preciosa. Nunca dejes de sonreír, te quiero fea.
Le comentó: Para siempre, te quiero.
Me comenta en mi foto: Nada ni nadie nos separará ahora, te amo.
Dejamos los móviles, nos miramos y sonreímos porque sí.
Arrancamos.
Yo: ¿Dónde vamos?
Dani: Están todos ya en el Starbuck de la Gran Vía.
Yo: Vale.
Vamos para allá y aparcamos en un párking. Bajamos del coche y nos faltan unos 8 minutos a pie. Vamos andando y me coge la mano, entrelaza sus dedos con los míos y wow, como echaba de menos su contacto.
Dani: Te quiero mucho.
Yo: También.
Vamos por una calle de muchas tiendas que da a la Gran Vía viendo tiendas. Hemos parado en una y me he comprado un montón de pintauñas.
Dani: Estamos llegando ya.
Yo: Lo sé, vamos.
Vamos los dos lo más de felices cogidos de la mano. Por fin tío, por fin. Por fin estoy feliz con el chico al que amo. No sabéis lo bien que te sientes cuando estás con la persona a la que amas.
Yo: Te he compuesto una canción, luego te la canto con la guitarra.
Dani: Vale, yo también tengo una para ti.
Yo: Vale -le sonrío-.
Hemos llegado al Starbuck y...

lunes, 26 de mayo de 2014

Capítulo 73.

Estoy nerviosa. Se me hace raro tenerlo delante después de un largo año.. y después de que me engañara.
Nos sentamos en el sofá.
Yo: Me prometiste que nunca me dejarías -digo después de un silencio incómodo-.
Dani: Y no te he dejado.
Yo: ¿No? ¿Y qué haces con la Crineila esa?
Dani: Cristina.
Yo: Lo mismo es Cristina que Crineila. Se llama así.
Dani: Déjame que te lo explique...
Yo: No hay nada que explicar, me has dejado cuando dijiste que nunca lo harías, me dejaste en mis peores momentos, jodr.
Dani: Yo no quise.
Yo: ¡Pero lo hiciste! -me levanto alterada y dolida del sofá-.
Dani: Qué delgada estás... estás en los huesos.
Yo: No me cambies de tema tío. Me prometiste cosas y no las has cumplido.
Dani: Lo siento.
Yo: ¿Te crees que un lo siento va a arreglar todo el daño hecho?
Dani: No, pero lo siento de verdad.
Yo: El dolor ya está hecho.
Dani: No quiero hacerte daño.
Yo: Ya lo has hecho.
Dani: Y lo siento.
Yo: ¿Qué nos ha pasado? Bueno, ¿qué te ha pasado? He luchado por salir adelante de la puta clínica por ti, sólo por ti, ¿me oyes? -asiente con la cabeza-. Sólo quería salir de allí para estar contigo jodr, que eras mi razón por luchar y cuando salgo, ¿que me encuentro? Que te has ido con otra tío. Tenía el corazón arreglado por fin, y lo has vuelto a romper.
Dani: No.. no me digas eso.
Yo: ¿Por qué? ¿Duele?
Asiente.
Yo: Pues imagínate el dolor que tengo yo por dentro, imagínatelo por un instante.
Dani: Lo siento Andrea...
Yo: Me has roto, pero no, me he prometido no volver a caer porque no quiero volver a la clínica, pero que sepas que me has hecho daño, mucho daño.
Dani: Yo no quería, pero estaba sin ti y no podía.
Yo: Y como solución te buscas a otra, ¿no?
Dani: Eso no es así...
Yo: ¿No es así?
Niega.
Yo: Pues en las fotos y en los comentarios parece otra cosa.
Dani: Yo sólo quería estar contigo y no podía, y el único modo para sanar este dolor era encontrar a alguien igual que tú.
Yo: ¿Es igual que yo?
Dani: Parecidas sois.
Yo: ¿Ella te abraza cómo lo hacía yo? ¿Ella te besa cómo yo lo hacía, eh? ¿Y te anima cómo yo? Dime, ¿hace todo eso?
Niega.
Yo: Entonces no es cómo yo. ¿Te llena cómo yo te llenaba?
Dani: No pero yo necesitaba a alguien.
Yo: Y yo te necesitaba a ti y no has estado. Has roto todas tus promesas.
Dani: Empecemos de cero... dejaré a Cristina por ti. Por ti lo dejo todo.
Yo: No, no quiero ser tu segundo plato -sonrío irónicamente-. ¿Pero sabes que es lo peor?
Se queda callado esperando a que le diga algo.
Yo: Lo peor de todo esto es que me has destrozado pero te sigo amando cómo a nadie porque yo sí cumplo mis promesas. Yo las cumplo.
Dani: Yo también te amo.
Yo: No.. no digas eso.
Dani: Es verdad jodr. Te amo, Andrea.
Yo: ¿También le dices eso a Crineila? 'Te amo Crineila'- le hago en tono irónico, burlándome de él-.
Dani: No estás siendo justa.
Yo: ¿Y tú? ¿Lo eres?
Dani: No, me equivoqué, lo siento.
Yo: Vete, por favor.
Dani: Andrea, quiero arreglarlo y volver.
Yo: Vete.
Dani: No hagas esto más difícil Andrea.
Yo: ¡Que te vayas, jodr!
Dani: Mañana vendré otra vez, y arreglaremos esto, porque como dijimos nada ni nadie podrá con nosotros.
Yo: Adiós Daniél.
Se levantó y se fue.
No sé si quiero hablar con él.
En el momento que se fue Dani entraron Carlos y David.
David: ¿Quieres estar sola?
Estaba sentada en el sofá con la cabeza entre las piernas. No voy a llorar, no voy a llorar, no voy a llorar.
Yo: Sí -dije con la voz entrecortada-.
Carlos: Vale, pues nosotros nos vamos, ya sabes dónde estamos, llámanos por lo que sea.
Yo: Gracias.
Carlos me dio un abrazo y David un beso en la frente.
David: No pienses mucho en eso, pequeña -me susurró en el oído-.
Y se fueron. Sólo quiero estar sola.
Son las seis y algo de la tarde... y ya me quiero ir a dormir. Quiero dormir para ver si este dolor sana. No voy a cenar... no, paso.
Coge mi móvil y subo a mi cuarto. Abro todas las sábanas y me meto dentro con el móvil. Me meto en twitter y veo miles de menciones, no las voy a ver. Me meto al perfil de Dani y ya no tiene ninguna foto con Crineila. En Instagram y las demás redes sociales igual; pero me llama un tweet la atención: @DaniAuryn: El final de una cosa es el principio de otra. A veces las segundas oportunidad son buenas, píensalo fea. Te quiero.
No llevaba mi nombre, pero sé que iba por mi. Decido poner un tweet: @AndreaVarea_: Por fin fuera de la clínica pero echando de menos a demasiadas personas. BN.
Dejo el móvil y cierro los ojos pensando que así mañana todo será como antes, aunque en el fondo sé que no, pero en el fondo de mi sé que hay una pequeña esperanza de que algún día todo será como antes: Dani y yo juntos, Silvia y Carlos, los demás super unidos... pero bueno, ¿soñar es gratis, no?




Abro los ojos porque un rayo de sol me molesta y miro el móvil: 2 llamadas perdidas de mi padre, 2 de mi madre, 3 llamadas de David, 1 de Carlos y 100 whatsapp de 25 conversaciones. Me meto: David, el grupo con los chicos, Lau, Marta, Alba, mi padre, mi padre, números desconocidos y Dani.
Me meto en la conversación de Dani:
Dani: Hola pequeña, buenos días, sólo decirte que no he podido parar de pensar en ti y que te echo de menos cómo a nadie, que ojalá todo vuelva a ser cómo antes. Anoche rompí con Cristina y estoy seguro de que no va a volver a aparecer por nuestras vidas. Sólo te quiero a ti y sólo a ti, que no se te olvide nunca. Te amo.
No le contesto.
Esa noche lo eché de menos. Lo peor es echarle en falta después de saber lo que se siente al dormir a su lado. Me giro en la cama y no está. Solo hay un hueco vació que seguirá así porque dudo que exista alguien que pueda llenar todo el espacio que él ha dejado. A pesar de todo el daño, no quiero darme la vuelta en la cama y encontrarme otros ojos que no sean los suyos azules, ni otra mano que me acerqué a él, ni besar otros labios que no sean los suyos. Así tan suaves, carnosos y apetecibles. Si alguna vez le decía que se fuera solo era para oírle decir que no se iba a ir a ningún lado. De todos modos.. eso me lo dije miles de veces y yo no veo que siga aquí, ¿vosotras lo veis? Porque lo necesito, lo necesito cómo a nadie.
Quiero arreglar las cosas... lo que no sé es si voy a ser capaz de olvidar lo que me ha hecho... pero en el fondo śe que sí porque el amor lo puede todo. El amor es capaz de mover tierra y mar y yo lo había movido por él y no lo iba a dejar todo ahora. Lo amo, de eso no hay duda. ¿Que me ha hecho daño? También, de eso tampoco hay duda, pero... dijimos que podríamos con todo, con todos los obstáculos, y eso haremos, podremos con todo, lo superaremos poco a poco.
Cojo mi móvil y le mando un whatsapp:
Yo: A las 4 en mi casa. Tengo ganas de verte.
Me contesta en seguida:
Dani: Perfecto, espero que sean las 4 ansioso, tengo muchas muchas muchas ganas de verte.
Dejo el móvil y me ducho.
Me arreglo un poco y me pongo un pantalón vaquero corto alto y una camiseta negra por encima del obligo con una corona lila que pone ROCK.
No tengo hambre, pero decido comer un poco de ensalada y algo de fruta. En terminar de comer son las 2:30. Voy a hablar con David.
Lo llamo.
Yo: ¿David?
David: ¡Enana! -dice alegre-. ¿Cómo has pasado la noche?
Yo: Bien, ¿puedes venir a verme? Quiero hablar contigo.
David: ¿Va todo bien?
Yo: Sí, sí, pero quiero hablar contigo.
David: Vale, pues voy a llevar a Sergio a su casa y te veo, ¿vale?
Yo: Vale, dile a Sergio que tengo ganas de verlo, que haber si mañana os veo a todos.
David: Vale, ahora te veo. Un beso guapa!
Cuelgo y me siento en el sofá esperando a que venga David.
Tocan el timbre y son las tres en punto.
Le abro y me abraza.
David: Chica, chica, chica, que guapa.
Yo: Gracias -le sonrío-.
David: Toma, esto es para ti -me da una bolsa y dentro lleva una caja envuelta-.
Yo: ¿Para mi?
David: Sí, espero que te gusten.
Yo: Ven, vamos.
Nos sentamos en el sofá y abro la caja. Wow, son unas Vans azules super chulas.
Yo: ¡Que chulas! Me encantan, gracias -le doy un beso en la mejilla pero se gira un poco y se lo doy en la comisura-.
Me aparto instantáneamente, no quiero cagarla ahora que todo va a ser cómo antes.
David: ¿Qué querías hablar?
Yo: Verás.. ayer con Dani no arreglé muchas cosas, pero después de estar toda la noche pensando quiero darle otra oportunidad.
Se queda en silencio mirando al suelo.
Levanta la cabeza y me mira. En sus ojos veo dolor, mucho dolor; y sé que lo que él diga ahora no va a ser bonito de escuchar.


miércoles, 14 de mayo de 2014

Capítulo 72.

¿Cómo han podido cambiar tanto las cosas? No es posible que en un año hayan cambiado tantísimo... es que no.. no es posible.
David: ¿Andrea? -dice delante mía-.
Yo: La misma -sonrío-.
Me alegro mucho de verlo... demasiado.
David: -me abraza, sin más-. Estás tan cambiada.. -sonríe- y muy delgada.
Yo: Ahora estoy bien... y tú también estás muy cambiado -sonrío y me abraza de nuevo-.
Se ha rapado el pelo por arriba, lleva lentillas azules... está tan diferente y tan raro.
Yo: ¿Dónde está mi David?
David: Aquí mismo... he cambiado por fuera, pero por dentro sigo siendo el mismo.
Yo: Os he echado mucho mucho de menos, de verdad.
Carlos: Chicos, ¿vamos a dentro a una mesa?
Yo: Sí, claro.
Entramos y nos pedimos cada uno un café y subimos a la planta de arriba de Starbucks y nos sentamos en unos sillones, sobran dos o tres sillones... ¿podrían ser para Dani y su novia? Su novia... me duele tanto decirlo... antes era yo, yo era la única para él, ¿y ahora? Ahora ya no soy nada para él, y creo que eso es lo peor.
Carlos me vuelve a explicar todo lo de que hicieron mis padres.
Yo: Nunca les voy a perdonar eso, os lo digo en serio. Me querían llevar esta noche a Barcelona y que me quedara ya allí.
Carlos: ¿Y no vas a irte?
Yo: No. En 3 meses cumplo los 18 así que ya puedo hacer mi vida, aparte, como ellos con el dinero lo solucionan todo, pues yo también.
David: Lo más importante es que tú estés bien, ahora y siempre.
Yo: Sí, ya soy fuerte, nada ni nadie podrá conmigo, no volveré a caer en la mierda del pasado.
David: Me gusta esa actitud.
Carlos: Y a mi.
Sonríen.
Cómo los echaba de menos.. mis niños. Se me cae una lágrima de emoción.
David: ¿Qué pasa pequeña?
Yo: Nada -me limpio las lágrimas-, sólo que estoy muy feliz de veros, os echaba mucho mucho mucho de menos.
Carlos: Nosotros a ti también.
Yo: ¿Álvaro también?
David: Por supuesto.
Yo: ¿Y Blas?
Carlos: ¡Muchísimo!
Yo: ¿Magí, Franchejo, Salva, Sergio... Javi? ¿Todos?
David: Todos, todos, todos te hemos echado mucho de menos. No había día que no pensara en ti.
Carlos: Yo hablaba todos los días con tus padres y me contaban como estabas y como estaban ellos también.
Yo: Es que no me creo que no me hayan contado nunca nada sobre todo eso, de verdad. No sé porqué narices me lo han ocultado, ya soy fuerte.
David: Tranquila, ahora nos vas a tener para siempre, yo les devolveré a tus padres el dinero, tú siempre serás lo más importante para mi -me pone la mano en la rodilla y mi respiración se acelera al instante-.
Hacía mucho tiempo que nadie me tocaba.
Yo: ¿Y Dani? ¿Es cierto que está con otro?
Carlos y David: Sí -dicen al unísono-.
Yo: ¿Quién es?
David: ¿Tu o yo? -le dice a Carlos refiriéndose a quién lo cuenta-.
Carlos: Yo mismo.
David: Vale.
Carlos: Haber Andrea, después de que tus padres nos dijeran eso de que no te íbamos a ver más el grupo se distanció, nos culpamos de la muerte de tu hermana -sonríe al recordarla- así que solo teníamos peleas y nos distanciamos un par de meses, pero luego nos unimos más fuerte, y después de unirnos Dani nos lo contó, que había conocido a una chica nueva con la que iba a intentar olvidarte porque no podía vivir sin verte.
Yo: ¿Un clavo saca a otro clavo?
David: Eso dijo él, dijo que necesitaba a alguien en quién apoyarse para no caer, sin ti todo era muy difícil, eras el centro de su mundo.
Yo: Y ahora lo es otra...
David: Sí...
Yo: ¿Los vamos a conocer?
David: Sí, bueno, a ella no, ella está en Murcia, de dónde es; Dani está aquí ya que estamos grabando ahora el tercer disco y en dos semanas sale el segundo libro y en un mes nos vamos a Latino América.
Yo: ¿A LATINO AMÉRICA?
Carlos: Sí, las cosas han aumentado... mucho -sonríe-.
Yo: ¿Cuánto tiempo?
David: Depende de cómo vayan allí las cosas.. de momento un mes o dos seguro.
Yo: No sé si podré estar sin vosotros otra vez tanto tiempo.. ahora me voy a quedar aquí, llevo la maleta hecha en el coche, me voy a quedar en Madrid durante un tiempo. Ya tengo el bachiller, en septiembre hago la matrícula para la universidad de aquí, así que supongo ya me quedo aquí para siempre.
David: Eso está bien, así de mientras te tenemos cerca.
Carlos: Claro.
Yo: ¿Y a los demás? ¿Cuándo los voy a ver?
David: Queremos que lleves esto bien, así que lo haremos despacio, hoy verás a Álvaro y Blas, y los demás mañana.
Yo: Quiero ver y hablar con Dani hoy.
David: Es muy pronto...
Yo: Lo necesito. Necesito aclarar todo.
Carlos: Vale.. quedamos en tu casa con Dani y así os dejamos solos y habláis.
Solos después de un año y de que esté con otra... uf, vale, yo puedo con todo. Soy fuerte.
Yo: ¿Quién es ella?
Carlos: Se llama Cristina, aunque le llaman Cris o Crineila.
Yo: ¿Crineila?
David: Sí.
Yo: Quiero verla, dice Carlos que se parece a mi.
David: Sí que te da un aire, bastante. Es muy parecida a ti.
Yo: No he borrado nada de Dani ni mío...
Me acaricio la muñeca.. nuestra fecha.. dijo que era para siempre y mira.. al menos lleva algo mío él también. Lo echo tanto de menos, lo amo tanto y me ha tenido que dejar.

Yo: Prométeme que nunca me vas a dejar, por favor. Prométeme lo -le ruego-.
Es la pelea más fuerte que hemos tenido, no quería hablar conmigo ni nada, pero yo no puedo estar sin él. No puedo.
Yo: Prométeme lo por favor... Dani, te amo.
Se pone a llorar. No, no, no. No llores tú amor, no joder.
Yo: Eh, eh, eh, ¿qué pasa?
No me mira.
Yo: Mírame.
Levanta la cabeza y está llorando.
Yo: ¿Qué pasa?
Dani: Que me jode que pienses que a la mínima te voy a dejar. ¿Cómo hacerte entender que a pesar de las peleas y de todo te amo más que a nadie, qué nunca te voy a dejar, y que si esto se acaba es por tí -me señala-, me oyes? Nunca te voy a dejar, te lo prometo -se toca el tatuaje de nuestra fecha-. Esto es para siempre, joder. Que quiero que seas la mujer de mi vida, la madre de mis hijos, me quiero casar contigo.
Yo: ¿Para siempre?
Dani: Para siempre.
Y ahora es cuando la ropa empieza a sobrar.

No... no tengo que tener más recuerdos nuestros.
David: No Andrea, no llores, ven.
Me acerco a él y me abraza.
David: Voy a estar aquí para ti, ¿vale? Yo nunca te voy a dejar, eres mi mejor amiga, ¿te queda claro? No te voy a abandonar ni dejar caer ni una vez más. ¿Me oyes?
Yo: -afirmo con la cabeza-.
David: Y ahora vamos a comer y a tu casa para ver a Dani.
David me limpia las lágrimas que me han empezado a caer sin darme cuenta... son tantas sensaciones juntas.


Yo: ¿Mc Donald's para comer? ¡Perfecto! -digo entre risas mientras comemos-.
Ya estoy mejor. David y Carlos me hacen reír mucho. Son los mejores. Tengo ganas de ver a los demás y a Dani... haber que pasa, uf, estoy más nerviosa que nunca, en serio.
Yo: ¿Me podéis enseñar a Crineila?
David: Sí.
Carlos y él sacan el móvil y se meten en Instagram, en el de ella.
David: Mira acaba de subir una foto con Dani...
Yo: A verla.
Me la enseñan.
Es una foto de ellos en la playa y Dani le está besando la barbilla y ella sonríe. De perfil si que se parece a mi.
Carlos: ¿Otra?
Asiento.
Me enseñan varias fotos más.
Yo: No se parece a mi.
David: Sí se parece.
Carlos: Todos creemos que está con ella para olvidarse de ti y te ha buscado una sustituta, que es imposible ser como tú, y por eso se parece, intenta buscar otra tú, que no va a encontrar nunca.
Yo: Lo descubriremos ahora... vamos para mi casa.
Ya lo han avisado de que vaya a las 16:00h a mi casa, faltan 20 minutos para que sea la hora y estoy nerviosa.
Montamos en mi coche y llegamos en cinco minutos, no hay tráfico, que raro.
Carlos: Os dejamos solos en el salón, nos vamos al jardín.
Yo: Vale.. cuando toque abrid vosotros, lo espero en el salón.
Subo corriendo a mi cuarto a cambiarme y me pongo un pantalón gris de chándal con una camiseta blanca, normal, y bajo corriendo al salón.
Suela el timbre y voy al salón.
Carlos: Abro yo y os dejo.
Yo: Vale.
David: Tranquila, ¿vale? -me da un beso en la frente-.
Abren y se van, me siento en el sofá esperándolo y entra... entra por la puerta.
Nuestras miradas se encuentran después de un año, dios, esa conexión sigue estando ahí.
Decido dar yo el paso. Me levanto y le doy dos besos.
Yo: Hola Daniél, cuanto tiempo sin verte -sonrío-.
Dani: Hola Andrea, tenemos que hablar.
Mi cuerpo se tensa y vamos al salón a hablar... si ya sé todo Dani... veremos qué me dices y cuál es tu versión.


martes, 22 de abril de 2014

Capítulo 71.

(Continuación llamada telefónica).
Marta: ¿Qué explica?
Yo: Que ninguno me coge el teléfono... no sé por qué.
Marta: Tú tranquila... -silencio-. Bueno Andrea, te dejo que me voy para clase, hablamos luego, ¿vale?
Yo: Vale.
Marta: Y llama a los demás que seguro que te lo cogen.
Yo: Vale, un beso guapa.
Marta: Hablamos pronto, te quiero.
Cuelgo.
¿Por qué mis padres no han avisado a ninguno de que salía de la clínica?
Voy al salón y allí están mis padres con mi hermano.
Papá: Siéntate, que tenemos que hablar.
Yo: Y tanto que tenemos que hablar.
Me siento en el sofá de enfrente de ellos.
Yo: Vosotros diréis.
Papá: Ahora que has salido de al clínica y estás bien, vamos a volver a Barcelona, y queremos que vengas con nosotros.
Yo: No voy a irme de aquí, me queda un mes para terminar el curso y tengo aquí  a mis amigos.
Papá: Queremos que cambies de aire.
Yo: Por cierto, ¿por qué no habéis avisado a mis amigos de que salía de la clínica? ¿Y a Dani? ¿Y los demás? ¿Por qué no lo habéis hecho? No me han cogido el teléfono, nadie, solamente Marta.
Papá: De eso es lo que queríamos hablar.
Yo: Necesito un porque razonable.
Papá: No queremos que vuelva a pasarte nada malo, así que hablamos con todos y les convencimos para que no te volvieran a hablar, ninguno, hacer como si nos os hubieseis conocido nunca, como si nada hubiera pasado.
Yo: Pero no podéis hacer eso, no se puede borrar el pasado.
Papá: Pero si se puede intentar olvidar.
Yo: Pero yo no quiero olvidarme, quiero estar con mi novio.
Papá: Dani ha rehecho su vida.
Yo: ¿Qué?
Papá: Ha conocido a una chica, por eso dejo de ir a verte a la clínica.
Yo: Eso no es verdad, lo estás diciendo para que yo no vea nunca más a Dani y no.
Papá: Te lo estoy diciendo en serio, y no te cogen el teléfono ninguno porque les pagamos a todos una cantidad adecuada para que nunca más volvieran a hablar contigo.
Yo: ¿Y mis amigas? ¿Lau y Alba?
Papá: Marta no cedió, Laura y Alba, cómo los demás, aceptaron porque dijeron que sería bueno para ti. Les costó mucho, pero al final cedieron.
Yo: No papá... no me habéis podido hacer esto.. no.
Papá: Es lo mejor para ti, mañana nos vamos para Barcelona, esta noche recoge todas tus cosas.
Yo: No, no me voy a ir, no cuando tengo aquí mi todo.
Papá: Hemos hablado con tu instituto, te dan el bachiller, no tienes que hacer Pau ni selectividad ni nada, ya puedes entrar directamente a la universidad que quieras.
Yo: Estoy harta de que con el dinero me solucionéis todo, estoy muy harta, me tenéis que dejar hacer las cosas por mi misma.
Papá: Y te dejamos, pero todo esto era necesario.
Yo: No... esto si que no.
Me levanto del sofá. ¿Cómo han sido capaces de hacer eso? Son mis padres, sí, pero no es justo que controlen mi vida, en tres meses cumplo los 18, deberían de dejarme ya tomar mis propias decisiones y hacer mi propia vida.
Voy para mi habitación y cojo mi maleta rosa grande. Empiezo a meter ropa y todo lo que voy a necesitar y la cierro. Cojo la tarjeta y el móvil con el cargador, bolso... todo lo necesario para cuando alguien se va de viaje. Cojo las llaves de mi coche... vale, ahora sí me gusta que mis padres pagaran para que me dejaran conducir antes de los 18, y me pongo las gafas de sol.
Salgo corriendo por la puerta para que a mis padres no les diera tiempo decirme nada.
Me subo al coche y veo a mis padres por el espejo retrovisor, arranco el motor. Voy camino a casa de Carlos. En 5 minutos he llegado y aparco justo en la puerta.
Bajo y toco el timbre. 1ºB.
'¿Sí?'- me dice una voz masculina-.
Yo: Soy Andrea, ¿me abres?
Carlos: Eh.. sí, sube.
Me abre, entro al portal y monto al ascensor.
Estoy nerviosa.. no sé que voy a decirle.
Llego al primero y salgo del ascensor. Voy para la puerta y en cuanto veo a Carlos me quedo boquiabierta.
Yo: Carlos...
Me mira y me sonríe.
Carlos: Pequeña...
Voy hacia él y me abraza.
Carlos: Qué delgada estás...
Yo: -me separo de él- Y tú... que.. .que cambiado.
Carlos: Ya ves, necesitaba un cambio en mi vida.
Me limpio las lágrimas por debajo de las gafas... estoy  tan emocionada de verlo, pero ha cambiado tanto.
Lo recuerdo antes de irme: con su flequillo rubio, tan simple... y ahora, se ha cortado el pelo, lo lleva para arriba y se ha hecho un septum y un pircing debajo de la lengua. Ahora viste en plan más rockero.
Carlos: Pasa.
Paso y cierra la puerta.
Carlos: Vamos al salón.
Me quito las gafas y pasamos al salón.
Yo: ¿Vives solo?
Carlos: Sí.
Miro alrededor y está todo lleno de fotos con Silvia.
Yo: Son preciosas.
Carlos: Sí.. lo son.
Yo: ¿La echas de menos?
Carlos: Demasiado Andrea.. no hay día que no piense en ella, no puedo seguir.
Yo: Lo superarás.
Carlos: Es cómo si nunca pudiera encontrar a nadie como ella.
Yo: No lo harás, pero encontrarás a alguien que te complete.
Carlos: Pero yo la necesito a ella.
Yo: Todos la necesitamos... pero hay que pasar página, o mejor dicho, hay que cambiar de libro. Tienes que volver a empezar de nuevo.
Carlos: No puedo, pero bueno, intento ser feliz recordando los mejores momentos con ella.
Yo: ¿Es verdad que está con otra?
Se queda en silencio.
Yo: Carlos, dímelo, por favor. Mis padres me han contado lo que aceptasteis el dinero para no hablarme nunca más.
Carlos: Sí, todos pensamos que era mejor para ti.
Yo: ¿Entonces está con otra?
Carlos: -asiente-.
Yo: No me lo puedo creer...
Carlos: Es muy parecida  a ti.
Yo: ¿Sí?
Carlos: Sí. Mientras tú no estabas, me recordaba tanto a ti.
Yo: ¿Y qué pasa con los demás?
Carlos: Han cambiado mucho las cosas, Andrea.
Yo: ¿De qué? -pienso-. Mira, me voy a Madrid, necesito hablar con Dani, ¿vienes? Voy sola.
Carlos: Vale, así tengo tiempo de contarte todo, que es demasiado.
Yo: Vale, coge ropa que no sé lo que estaremos por ahí.
Carlos: Vale, vamos a preparar las cosas.




Vamos camino a Madrid, hemos hablado con Laura y Alba, todo está solucionado con ellas. Estamos como antes, igual de bien, incluso mejor.
Yo: Bueno Carlos, tú dirás.
Carlos: Después de que entraras a la clínica, todo fue 'bien', pero después todo fueron problemas, todos nos distanciamos hasta que decidimos dejar el grupo por un tiempo.
Yo: ¿Auryn está roto?
Carlos: No, no. Nos separamos tres meses, pero volvimos todos juntos, y más unidos que nunca. Nos hizo falta distanciarnos para darnos cuenta de lo que en realidad nos necesitamos. Dimos un concierto en Madrid y ahora estamos terminando de editar el tercer disco, sale a la venta dentro de dos semanas, y ya empezamos con las firmas y conciertos, y después de verano tenemos planeado ir a Latino América, que el disco también saldrá allí.
Yo: ¿Y cuando os dijeron eso mis padres?
Carlos: Justo después de dar el concierto, nos visitaron a todos allí y fue el final. Dani quería ir a verte a la clínica pero tus padres no le dejaron. Lo intentaba día y noche hasta que...
Yo: Hasta que conoció a otra chica, ¿no?
Carlos: Sí. Todo ha ido muy deprisa, están viviendo juntos en Madrid y todo.
Yo: Qué pronto me ha sustituido.
Carlos: Llevan ya medio año.
Yo: ¿Es guapa? Más que yo digo.
Carlos: Es lo que te digo, que es tan pero que tan parecida a ti físicamente que no sé, aunque yo te veo a ti más guapa, aunque ahora estás demasiado delgada.
Yo: Ahora estoy bien, antes estaba demasiada gorda.
Carlos: Qué tonterías.
Yo: Necesito verlo y despedirme de él, para siempre.
Carlos: Lo veo bien -me sonríe-. Pero Andrea.
Yo: Qué.
Carlos: Él te ha querido cómo a nadie, y pienso que aún te ama, pero necesitaba a alguien con quién sanar el dolor, el vacío que tus padres le dejaron y dio todo por ti, todo.
Yo: En el fondo le entiendo.
Carlos: Pero cambiando de tema, ...




Por fin estamos en Madrid. Primero vamos a ver a David.
Yo: ¿Y qué tal David?
Carlos: También ha dado un cambio, ahora lo verás.
Hemos quedado con él en el Starbucks, lo estamos esperando, estará al caer.
Carlos: Míralo, ahí está.
Me giro y wow.

lunes, 7 de abril de 2014

Capítulo 70.

Salgo para afuera y veo a mis padres.
Los abrazo.
Cuanto tiempo sin verlos... que ganas tenía.
Mamá: Andrea.. cariño, qué delgada estás.
Papá: ¿Estás bien?
Sonrío y afirmo.
He aprendido a ver el mundo desde otro punto de vista. Voy a intentar que no me influyan tanto las cosas, que lo que piense la gente me importe un pepino, voy a vivir a mi manera, a quién le guste bien, y a quién no... ea.
Mamá: Cariño... cuánto peso has perdido, dios mío...
Yo: Estoy bien mamá.
Papá: Estás... estás...
Yo: ¿Cambiada? ¿Renovada? -doy una vuelta sobre mi misma y sonrío-.
Mamá: Sí, justo eso.
Yo: ¿Y Dani?
No dicen nada.
Yo: ¿Y los chicos? Carlos, Álvaro, David, Blas, Magí, Salva, Raúl, Sergio.. mis amigas, ¿dónde están todos?
No me dicen nada... estarán en casa lo más seguro, sí, allí me estarán preparando una comida de bienvenida, es eso.
Mamá: Vamos para casa.
Yo: Vale, tengo ganas de ver a todos.
Mis padres se miran, impasibles.
Mi padre coge la maleta y la mete en el maletero. Subimos al coche.
Yo: ¿Y Mickey?
Mamá: Te ha echado mucho de menos.
Papá: También tenemos que enseñarte otra cosa.
Yo: Vale -sonrío-. Por cierto -digo después de estar pensando unos minutos-, me daréis ya mi móvil y todas mis cosas, ¿no?
Mamá: Sí, tienes todo en tu cuarto.
Yo: Qué ganas de llegar a casa -sonrío entusiasmada-.
Mamá: Sí -sonríe-.


Después de una hora aproximadamente llegamos a la puerta de mi casa. Bajo del coche y cierro la puerta, estoy muy emocionada. También quiero publicar en las redes sociales que ya he salido de la mierda y estoy bien, mejor que nunca, tengo ganas de que lo sepa el mundo.
Mamá: Andrea.
Yo: -me giro- Dime.
Mamá: Prométenos que pase lo que pase, siempre vas a estar bien y que todo esto no se va a volver a repetir.
Yo: Lo prometo, esta vez de verdad.
Papá: Pues vamos.
Mi padre coge la maleta, me sonríe y le devuelvo la sonrisa.
Mamá: Vamos.
Abre la puerta de mi casa y veo mi jardín, cuanto tiempo, lo he echado muchísimo de menos.
En seguida oigo ladrar.
Yo: ¿Mickey?
Viene corriendo y ladrando hacia mi. En cuanto lo veo lo cojo.
Yo: ¿Y mi niño? Cuanto tiempo sin verte cariño, que, que pasa -digo riendo mientras me chupa la cara-. No me chupes pequeñajo, no me chupes -sonrío de nuevo-.
Papá: Ven, queremos enseñarte una cosa.
Dejo a mi perro en el suelo.
Yo: Vamos con papá, Mickey.
 Sigo a mi padre por toda la casa. Todo es silencio hasta que se oye llorar a un bebé.
Yo: ¿Es mi hermano?
Mi madre afirma sonriente.
Yo: ¿Manuel?
Mamá: Sí.
Tengo ganas de conocer a mi nuevo hermano, va a ser un poco duro, porque a Silvia le hubiese encantado conocerlo, pero ya no podemos hacer nada.
Yo: ¿Cuánto tiempo tiene?
Mamá: Tres meses.
Yo: Qué ganas de verlo, vamos a su cuarto.
Pasamos por todas las habitaciones, incluso por la de Silvia. Sigue igual que cuando se fue, no han tocado nada, y se lo agradezco, no me hubiese gustado que la hubieran tocado.
Al lado de la de Silvia está la de Manuel.
Me gusta el nombre, cómo mi padre.
Entro a la habitación mientras mis padres están apoyados en la puerta.
Veo a María, nuestra chica de servicio.
En cuanto me ve viene corriendo a abrazarme. Me ha abrazado un poco fuerte y me ha hecho daño.
María: Cuanto lo siento, pero qué ganas de verla.
Yo: Yo también me alegro de verte, María.
María: Por aquí te hemos echado mucho de menos.
Yo: Me alegra oír eso -sonrío-.
María: Ha adelgazado mucho.
Yo: Estoy bien -le confirmo-.
María: Me alegro mucho, de verdad.
Le sonrío y me acerco a ver a mi hermano.
Me asomo a la cuna y, es tan pequeño, tan mono.
Yo: Se parece a Silvia.
Mamá:  ¿Sí?
Yo: Sí -confirmo sonriente con los ojos cristalinos-.
La echo tanto de menos... ¿por qué la vida es tan cruel? ¿Por qué se lleva a los mejores?
No Andrea, no, no pienses en eso, no ahora.
Papá: Eh, vuelve a tierra.
Asiento.
Lo cojo de la cuna y deja de llorar.
Yo: Hola pequeñín, ¿sabes que a Silvia le hubieses encantado? La conocerás un día y verás, te encantará, es la mejor hermana.
Mi padre abraza a mi madre.
Sé que para ellos todo esto también ha sido muy duro... demasiado.
Mamá: María, sigue cuidando a Manuel, vamos a hablar y todo eso.
María: Claro, señora -sonríe-.
Papá: Vamos Andrea.
Yo: Voy.
Me despido de María y de mi hermano y vamos por la casa.
Mis padres me paran en mi cuarto.
Mamá: Te vamos a dejar un rato sola, estaremos con tu hermano o por la casa, si necesitas algo, avísanos.
Yo: Claro.
Se van y veo mis cosas: mi pc, mi iphone, mi vestidor, mis pósters...
Lo primero que hago es sonreír a ver a Dani, lo segundo es preguntarme dónde está y por qué no ha venido a por mi.
Esa idea me aterroriza, me dijo que siempre me quería y que estuviera dentro el tiempo que estuviera me quería, me lo prometió...
Cojo mi móvil y lo desbloqueo. Me meto en whatsapp, dios.. un año y hay más de 50 conversaciones, ni las leo. Me voy a twitter y miles de notificaciones, no las leo, sólo publico un tweet:
Hola a todos. Acabo de salir de la clínica, estoy más que bien y feliz, gracias a todos por el apoyo que me habéis dado, os lo agradezco.
Luego me meto a Instagram y me hago una foto sonriendo, se me ve de cintura para arriba. La subo con el título de feliz de estar en casa.
En seguida tengo comentarios: qué delgada te has quedado Andrea...
Que guapa! Nos alegramos todos de q por fin estés bien.
Pongo un comentario: gracias por el apoyo.
Después de todo eso quiero hablar con Dani.
Lo busco en mi agenda y lo llamó.
Bip... bip... bip... bip. Ha llamado al número...
Cuelgo.
Qué raro.
Voy a whatsapp y le hablo:
Yo: Hola feo! Cuánto te he echado de -. Te quiero ver, ¿dónde estás? Pensaba q vendrías a recogerme de la clínica con mis padres y los demás..
No le llegan. Decido mandarles un whatsapp a todos los demás, les mando a todos el mismo: Ey! Ya estoy fuera!!! Os echo de menos, ¿dónde paráis? quiero veros, pensaba que vendríais a por mi al salir de la clínica.. :(
No dan señales... así que llamo a Marta.
Bip.. Bip... Bip.
Marta: ¿Quién?
Yo: ¡Yo!
Marta: ¿Andrea?
Yo: ¡Sí!
Marta: Dios mío, estás bien -no puede evitar su alegría y su tono de pena-.
Yo: ¿Qué tal?
Marta: Estás bien -oigo su llanto a través del teléfono-.
Yo: Ey, tranquila, estoy bien -sonrío a través del teléfono-.
Marta: Andrea... por fin.. pensaba que nunca saldrías.
Yo: Salía hoy, ¿no os dijeron nada mis padres?
Marta: No... ninguno sabemos nada.
Yo: Eso explica muchas cosas...

lunes, 31 de marzo de 2014

Capítulo 69.

Todos se despiden de mi. Uno por uno.
Carlos: Cuídate pequeñaja.
Yo: Os necesito.
Carlos: Estamos aquí, no te vamos a dejar.
Me da un último abrazo. Y por último me tengo que despedir de Dani... sólo queda él.
Todos se apartan un poco, incluso mis padres, y nos dejan solos, con más intimidad.
Yo: No me dejes aquí, por favor.
Dani: Andrea, no estás bien, después de esto, todo volverá a ser cómo antes.
No.. cómo antes no porque Silvia no está, joder.
Yo: Te vas a olvidar de mi mientras estoy aquí.
Dani: Nunca podría hacer eso.
Yo: Lo harás. Ahora estoy horrible, vas a conocer a una mejor que yo, y simplemente, me sustituirás.
Dani: ¿De verdad piensas que te voy a hacer eso?
Asiento.
Dani: -me coge de la cara-. Vamos haber, que te entre en tu pequeña cabeza que siempre te voy a querer, siempre, ¿lo entiendes? Me importa una mierda las que vengan, yo te quiero a ti, te he elegido a ti.
Yo: Eso dices ahora... verás en un par de semanas. En un mes cómo máximo te habrás olvidado de mi.
Dani: No Andrea no.
Yo: Sí.
Dani: Porqué voy a venir a verte todos los días, lo prometo.
Yo: No prometas cosas que sabes que no vas a cumplir.
Dani: Lo cumpliré. Todos los días nos veremos el rato que nos dejen.
Yo: Ya me sé esto...
Dani: ¿De qué estás hablando?
Yo: La primera semana vendrás a verme todos los días, la segunda semana será un par de días, y a la tercera... ni vendrás. Ya te habrás olvidado de mi.
Dani: No, pero cómo no comas algo ya ni te veremos, estás tan delgada..
Yo: ¿Delgada? No sabes ni lo que dices.
Dani: Cariño, come, por mi.
Yo: No.
Dani: No estás bien.
Yo: No, no lo estoy.
Dani: Y por eso vas a estar aquí, para mejorarte.
Mamá: Vamos Andrea.
Dani: Te quiero, no lo olvides.
Me suelta la mano y entro para dentro con mis padres.
Oigo el llanto de Dani.
No puedo más.



Lo sabía, sabía que no podía confiar en él.
Necesito huir, salir de aquí. No me dejan ni ver la tele ni tener el móvil ni nada que tenga que ver con el exterior.
Dani no ha venido a verme.
Llevo casi un mes aquí dentro. La primera semana vino todos los días, poco tiempo, pero vino.
Lo echo de menos. Lo necesito.
Me acompañan hasta a hacer pis porque no se fían de que vomite, me obligan a comer y a tomarme pastillas.
Estoy en el aseo. Mirando mi reflejo. Sigo estando gorda, que asco.
No puedo, no puedo más.
Dani lleva tres días sin venir a verme. Se me está haciendo eterno. Lo necesito ya pero no está, no está ahora.
Y pum, puñetazo al cristal.
Los trozos caen a mi alrededor. Me miro y estoy sangrando. Cojo un cristal y voy a morir, sí, es el final.
Sin Dani a mi lado, ¿qué más hago aquí?


Estoy en mitad del comedor. Hay cuatro enfermeras y dos enfermeros a mi alrededor. Se acercan.
Yo: ¡No! No os acerquéis o os juro que lo haré, lo haré de verdad.
Oigo unos pasos. Se acercan más a mi y hago un corte en una de mis muñecas. Empieza a salirme sangre sin parar, pero no me duele porque es más fuerte el dolor emocional que siento.
Miro en el umbral.
Aparecen mis padres, Dani y Carlos.
Dani... estás aquí.
Me mira. Con los ojos muy abiertos. Está nervioso.
Le miro.
Yo: ¿Aún me quieres?
Dani: -le cuesta respirar- No... no puedo... y menos con ese cristal en la mano... no, no puedo. Así diría cualquier cosa, déjalo en el suelo y te contestaré.
Lo dejo. Quiero saber la respuesta. Quiero abrazarlo.
En el momento que lo dejo Dani viene hacia mi y aparta el cristal de una patada y dos enfermeros me cogen de los brazos.
Yo: ¿Me quieres?
Dani: Sí.
Yo: Entonces sácame de aquí.
Dani: No... tienes que quedarme aquí.
Yo: Lloro. No... no, no, no, no. Por favor.
Dani: Te prometo que vendré todos los días, todos los días, te lo prometo.
Yo: No... ¡NO!
Y me separan de la única persona que podía ayudarme.



Los días son más duros sin él. Llevo un mes aquí dentro, no me dejan ver a nadie, ya ni a mis padres... y lo necesito. Me controlan más, me están dando hasta pastillas... esto es una mierda, necesito salir ya de aquí,de verdad. Qué alguien me saque de aquí.
Estamos en el comedor. A penas cómo... pero ¿para qué voy a comer? Si mi novio ni me quiere, me habrá dejado... y es normal, ¿quién quería a alguien cómo yo?
Sólo estoy cansada de esto... no me dejan casi ni mirarme al espejo, dicen que es peor, me obligan a comer con cubiertos de plástico... por si me quiero volver a suicidar dicen, están todos locos.
Yo sólo quiero todo vuelva a ser cómo antes.. sólo quiero eso.
Me he visto una vez en el espejo y estoy muy muy muy desmejorada... ¿podría cambiar eso?











Por fin, sí. Un año desde que entré en esta mierda y por fin es el día en que me voy. No he vuelto a saber nada de Dani ni de ninguno de los chicos desde el día ese que me intenté suicidar. Se me ha quedado la marca en la muñeca.... por eso llevo pulseras, siempre.
He hecho mi maleta. Me han cortado un poco el pelo y me han hecho un tratamiento de queratina, por lo que lo llevo escalonado y listo. Me ha cambiado bastante la cara, a mejor. Llevo un pantalón de chándal gris y una camiseta de manga corta negra, se me ve un poco la barriga.
He perdido demasiado peso, debo rozan los cuarenta, no lo sé, tampoco me dejaban pesarme.
Estoy deseando salir de aquí para ver a Dani. No sé cómo está nuestra relación, ni sé como son de famosos ahora, espero que cómo antes, no sé si estoy preparada para las críticas del mundo.
Cojo mi maleta y me despido de todas las enfermeras. Les doy las gracias por ayudarme y salgo para afuera, nerviosa por ver a mi chico.

sábado, 22 de marzo de 2014

Capítulo 68.

Pienso... pienso... y pienso.
Sólo pienso. Sigo sin saber que hacer.
Dani: ¡Andrea!
Me giro y le miro a los ojos... pequeño... te he querido tanto, te he amado más que a nada, pero ahora... se acabó, has influido en la muerte de mi hermana y ya está... es el final.
Me acerco un poco más para adelante, sí.. quiero acabar con este dolor ahora.
Dani: ¡Andrea, no, por favor!
Se arrima corriendo hacia mí. 
Yo: ¡No! -lloro y chillo-.
Dani: Andrea... por favor mírame.
Me giro con los ojos llenos de lágrimas y le miro directamente a los ojos. A sus ojos azules... tan sinceros. Está aterrado.
Yo: No puedo más, Dani. Quiero acabar con este dolor.
Dani: Lo sé, pero no, aguanta por mi.
Yo: No voy a poder salir adelante sin ella..
Dani: Podrás, con mi ayuda, pero ven.
Estira el brazo.
Dani: Ven... por favor.
No... sí... no... sí... no.
Le agarro la mano y de un estirón me pega a él, fuera del peligro.
Rompo más a llorar.
Dani: tranquila pequeña... estoy aquí.
Me abraza tan fuerte que casi puedo respirar.
Cuando estoy entre sus brazos me siento tan bien... tan a gusto, tan segura. Sí, segura es lo que más. En sus brazos soy la más feliz del mundo.
Dani: Ven, vayámonos de aquí.
Me coge en brazos y sigo sin parar de llorar. Vamos de nuevo al hospital.





Han pasado dos días desde la muerte de Silvia, hoy es el entierro. Estamos en el cementerio, vamos a enterrarla ya. Llevo dos días sin hablar con nadie, sin levantar la cabeza del suelo, dos días sin parar de llorar y estar hundida.
Cura: Por último, ¿alguien quiere dedicarle algunas palabras?
Mamá: -se adelanta y empieza a hablar. Va con gafas de sol-. Esta situación es muy difícil para una madre... nadie sabe lo que se siente hasta que le pasa. Esto va a ser muy duro. Silvia era una persona fuerte y luchadora, sonriente, siempre estaba feliz a pesar de todo lo malo -no puede más y se pone a llorar-. Siempre he estado muy orgullosa de ella, y lo voy a estar -se gira hacia el ataúd-. Silvia, cariño, estés dónde estés, siempre te llevaremos con nosotros y nunca nos vamos a olvidar de ti, estamos muy orgullosos de ti, te queremos.
Mi madre se retira y se va al lado de mi padre, que la abraza.
Debe de ser terrible perder a una hija... la verdad, es que la pérdida de cualquier persona cercana, es lo peor. Te sientes inútil. No me entra en la cabeza eso de que nunca más la voy a ver, ni a abrazar, ni a reírnos juntas.. nunca vamos a hacer nada más... no lo asimilo. Lo intento, pero no puedo.
Cura: ¿Alguien más?
Carlos se adelanta.
Carlos: Silvia... siempre va a ser mi chica. Por mucho que pasen los años no la voy a poder olvidar, siempre la querré, pase lo que pase. Ha marcado mi vida, un antes y un después. Silvia, siempre te voy a querer. Te amo -se va porque está empezando a llorar-.
Dani: Yo quiero hablar.
Todos le escuchamos.
Dani: Silvia siempre me ha ayudado con Andrea -levanto la cabeza, no sabía eso-. Ha sido una persona increíble, ninguno de nosotros la vamos a olvidar, siempre la llevaremos en nuestros corazones. Gracias por tanto. Te quieren, tus amigos.
Cura: ¿Nadie más?
Todos me miran. Sé que debería de decir algo, pero yo llevo dos días sin hablar completamente nada. Mis padres y Dani, y los demás, querían hablar conmigo después del entierro.
Intento hablar, lo voy a intentar.
Me adelanto.
Yo: No voy a poder salir adelante sin ella. Sé que Silvia hubiese querido que fuera feliz, pero no puedo sin ella. Nunca la voy a olvidar y sé que esté dónde esté, me va a ayudar y proteger, así que Silvia, pequeñaja, estés dónde estés, nunca te voy a olvidar, gracias por darme los mejores momentos de mi vida, te quiero más que nadie, hermanita, te quiero.
Retrocedo y mi madre me va a abrazar, pero me aparto. No quiero el contacto de nadie.
Tampoco he hablado con Dani, ni con Carlos, ni con ninguno de los chicos. No me sale, no puedo. Ni con mis padres, es que... os lo juro, que no puedo.
En estos momentos, no puedo pensar en cómo se sienten cada una de las personas que me rodean. No estoy en situación de hacerlo... En muy poco tiempo, mi vida ha sufrido un cambio radical. Un cambio tan pero que tan grande... que no sé aún como asimilar las cosas.
Cura: Adelante...
La entierran, para siempre.
Yo: Adiós pequeña -digo en un susurro que nadie me oye-.
Se acabó todo.
Vamos todos a mi casa. Allí quieren hablar conmigo. No tengo ni idea de qué será, pero la verdad es que me tiene un poco aterrada.



Hemos llegado.
Papá: Siéntate, por favor.
Me siento en el sofá.
Papá: Después de estar hablando, hemos decidido que necesitas ayuda.
No digo nada, pero... ¿ayuda? ¿de qué clase?
Papá: Has dejado de comer, no hablas, no dices nada, estás impasible, necesitas ayuda de la buena.
Mamá: Si, todos hemos pensado que va a ser lo mejor para ti.
Yo: ¿Cuánto tiempo?
Papá: Hasta que estés recuperada del todo.
Mamá: Sí, Dani nos ha contado lo del puente.
Miro a Dani.
¿Cómo ha sido capaz de contárselo? Me ha traicionado. Esto ya es el colmo. Es que uf, ¿cómo ha sido capaz? Ahora sí que la has cagado. Todos la habéis cagado. No estoy enferma y no necesito ayuda. Y respecto a lo del puente... lo sigo pensando, sigo queriendo desaparecer.
La noticia de Silvia.. la dijimos por twitter y por las demás redes sociales y todo se revolucionó. Unos se alegraban, pero la mayoría estaba triste.. mal. Incluso hicieron un hastag que era #Silviaennuestroscorazones.
Me metí a leerlos y la verdad es que eran muy bonitos... pero cuando yo muera, todo será malo, nadie se compadecerá, todos se alegran, por eso quiero desaparecer.
Yo: ¿Cuándo entro?
Papá: Ya mismo.
Mamá: Te hemos cogido toda la ropa, está todo en el coche.
Papá: Allí nada de móviles, vas a estar incomunicada del mundo, para despejarte y todo eso, pero allí harás amigos, no te preocupes.
Yo: No, por favor... no quiero ir.
Mamá: Andrea.. es por tú bien.
Yo: Por favor papá, no me dejes ir.
Papá: Lo siento hija, es lo que debemos hacer.
Me giro hacia los chicos.
Yo: Blas, por favor, tú... tú no me vas a dejar, ¿a que no?
Blas: Andrea, todos queremos lo mejor para ti.
Yo: ¿Álvaro?
Álvaro: Tú salud ante todo...
Yo: Carlos, tú estás igual o peor que yo.. no me dejes ir, por favor, Carlos.
Carlos: Andrea... lo siento, de verdad... pero esto es por ti, no por nadie más.
Yo: No.. no... David. Tú me quieres, ayúdame, no dejes que me encierren en ese puto manicomio.
David: Esto me duele más a mi que a ti, créeme, pero es lo mejor.
Yo: Salva.. Franchejo... Javi... Sergio... Cristóbal.. Antonio, por favor. No me dejéis. Magí...
Me miran y se encogen de hombros.
Yo: Alba, Lau, Marta... no, chicas. Os necesito a mi lado, no me dejéis sola.
Lau: Andrea...  con esto te estamos ayudando.
Yo: No, no, no.
Miro a Dani.
Yo: Dani, por favor, te necesito a mi lado, no me dejes.
Dani: Esto no es el final, nosotros estamos juntos, pase lo que pase, aunque estés ahí dentro.
Yo: -voy corriendo hacia él y me pongo enfrente suya cogiéndole de las manos-. Dani.. por favor. Ayúdame, no dejes que me encierren, te lo suplico.
Dani: Andrea.. no hagas esto más difícil de lo que es.
Papá: Nos vamos.
Yo: ¡No!
Me cogen entre todos y me meten al coche.
No, joder. No quiero que me metan a ningún lado. No sé ni de qué es la clínica.
Yo: ¿De qué es la clínica? -digo ya dentro del coche-.
Mamá: Problemas mentales y alimenticios.
Yo: No tengo nada de eso. Estoy perfecta.
Mamá: No cariño... no lo estás.
Ya está. Se acabó.. todo se acabo. Todo se va a acabar en el momento que ponga un pie dentro de esa mierda de clínica.
Hacen eso para librarse de mi...
¿Por mi bien? ¿Por mi salud? JÁ. Me río en todas sus caras.




He perdido la noción del tiempo, no sé ni dónde estamos. Pero hemos llegado.
Bajamos del coche y veo un cartel.
CLÍNICA DE AYUDA ALIMENTICIA Y PROBLEMAS MENTALES JUAN CARLOS V.
Estamos todos.
Yo: Mamá.. por favor, no lo hagáis.
Mamá: Andrea.. la solución está tomada.
¿Sí? ¿Con que con esas vamos? Vais a ver de lo que soy capaz.

domingo, 16 de marzo de 2014

Capítulo 67.

Me asusto inmediatamente, no puede estar sucediendo todo esto.
Doctor: ¡Parada cardíaca!
Mi corazón va a estallar. No puedo aguantar las lágrimas y el llanto y empiezo desconsoladamente a llorar.
Enfermera: Tienen que salir, no pueden estar aquí.
Yo: Que no, que es mi hermana.
Enfermera: Fuera, por favor.
Yo: ¡Que no, joder!
Dani me coge para ir para fuera.
Yo: ¡Suéltame! Tengo derecho a estar aquí, es mi hermana joder.
Enfermera: Lo siento, no pueden, ¡fuera!
Doctor: ¡Enfermeras!
Nos echan para fuera y todos se quedan de pie. Me apoyo contra la pared y me siento. Me abrazo a mis rodillas y no puedo parar de llorar. Todo esto es tan frustrante. Necesito verla bien, necesito verla sonriendo, hablando... necesito que se despierte.
No paran de entrar enfermeras. Carlos sigue dentro con ella. ¿Qué estará pasando?
Estoy sola sentada en el suelo, pero en seguida viene Dani y se pone de rodillas frente a mi.
Dani: Mírame.
Le niego con la cabeza.
Dani: Mírame.
No, no puedo.
Me abraza.
Dani: Eh, tranquila, todo va a salir bien, ¿vale? No te preocupes, será un susto.
Yo: ¿Y si no?
Dani: No seas negativa, ya verás como todo sale bien.
Yo: Daniél, ¿por qué nos pasa esto? Ahora que todo esta bien, por fin, después de estos tres meses que han sido como años... ¿por qué? Solo quiero saber eso.
Dani: No lo śe, Andrea... no lo sé. Yo sólo quiero lo que tú, que todo este bien, que estemos todos bien, que se pase esta mierda.
Yo: ¿Y si esta mierda no se pasa?
Dani: Mírame.
Levanto la cabeza y lo miro.
Sigo sollozando.
Dani: Sh.... -me limpia las lágrimas con los pulgares-. Tranquila, pequeña.
Lo abrazo.
Yo: No me dejes nunca, por favor.
Dani: No nena, eso no va a pasar nunca. Siempre voy a estar contigo.
Yo: No me dejes caer. Te necesito.
Dani: Eh, que voy a estar aquí, para siempre, no vas a caer de nuevo, no ahora que estoy contigo.
Yo: Gracias por todo, te amo.
Dani: Yo también te amo.
Me abraza.
Te amo... la primera vez que nos lo decimos a la cara. Te amo... dos palabras para estos sentimientos tan grandes.
Es tan importante. Lo necesito. Sin él a mi lado... la que estaría ingresada sería yo.
Dani: Pero me tienes que prometer una cosa.
Le miro esperando que me diga lo que es.
Dani: Que no vas a volver a vomitar ni a dejar de comer, ni mucho menos intentar suicidarte, es decir, cortarte.
Yo: Te lo prometo, no voy a caer contigo aquí.
Dani: A cambio, te prometo que siempre voy a estar a tu lado, SIEMPRE, ¿lo entiendes?
Afirmo con la cabeza.
Me coge con las dos manos la cabeza y me da un beso intenso.
Dani: Ahora levanta, que seguro que Silvia ya estará despierta.
Nos ponemos de pie y me agarra con un brazo la cintura mientras que yo estoy apoyada en su pecho. Oigo el latir de su corazón, le va tan pero que tan deprisa... que me asusta.
Le beso el pecho. Le miro a los ojos. Sonríe.
Sus ojos están tan claros ahora... nunca los había visto así.
Sale el doctor. A todos se nos acelera el corazón.
Magí: ¿Qué pasa, doctor?
No... no.. esa cara... no, por favor, esa cara no.
Doctor: Lo siento.
Yo: ¿Sientes qué?
Doctor: No hemos podido hacer nada, el derrame cerebral se ha expandido demasiado rápido, lo sentimos mucho.
¿Qué? No... no, esto no está pasando, ¿verdad? Decidme que no, decidme que esto es una puta pesadilla y que ahora me voy a despertar.
Doctor: Hemos avisado a sus padres en cuanto han llegado ustedes, estarán al caer.
Yo: ¿Cómo está mi hermana?
Dani: Andrea -me coge del brazo-.
Yo: Está bien, ¿no?
Dani: Andrea... Silvia... Silvia ha fallecido.
Empieza a llorar.
No.. Dani no, Silvia está bien.
Aparto a todos de mi camino y entro corriendo a la habitación. Está Silvia tapada con una manta. Se la quito.
Yo: EY, SILVIA, ESTÁS BIEN, ¿VERDAD? No paran de decirme que te has ido para siempre, pero yo sé que estás durmiendo, vamos, despierta.
Ni se inmuta.
Yo: SILVIA, DESPIERTA, JODER.
Le cojo de los hombros y puedo moverla.
Yo: QUE TE DESPIERTES, JODER.
La muevo. Ni se inmuta, es como si hubiera dejado el cuerpo muer... no.
No. No. No.
Doctor: No puede estar así.
Yo: ¡Carlos!
Lo miro ya que está en la cama de al lado. Está llorando.
Yo: Dime que está bien, dime que se va a despertar.
Carlos: An... Andrea.. se ha ido.
Empiezo a respirar fuerte. ¡Que no! Que está bien.
Empiezan a pitar unas máquinas de Carlos.
Entran las enfermeras.
Enfermeras: Tranquilízate.
Carlos: Mi novia, no, joder... se ha ido. Me habéis quitado la vida. Se me ha ido mi vida.
Yo: No, no se ha podido ir.
Me desplomo en el suelo.
Dani: ¡Andrea!
Me coge.
Dani: Cariño vamos.
Salimos a fuera mientras atienden a Carlos. Están todos llorando. TODOS. No puedo, esto.. no, no puedo.
¡Andrea! -oigo una voz masculina que me llama-.
Me giro.
Papá..
Voy corriendo hacia él y lo abrazo.
Yo: Papá, se ha ido, para siempre.
Papá: ¿Qué?
Yo: Papá, Silvia ha muerto -no puedo parar de llorar-.
Papá: ¿Y mi niña?
Va dónde están los demás y entra a la habitación.
¡NOOO! -es lo primero que oigo cuando decir a mi padre cuando entra a la habitación. Aparece mi madre y sin decir nada entra a la habitación y la oigo llorar desde fuera.
Todo esto es mi culpa, si no hubiera salido con Dani ella no hubiese conocido a Carlos y no hubiesen tenido este accidente, todo es por mi culpa.
Soy una idiota al pensar que en algún momento podía ser feliz. Está demostrado que no.
Nadie tiene más culpa que yo. Mi hermana, mi mejor amiga... se ha ido, para siempre. No la voy a volver a ver más, nunca más... no, no puedo. La echaba de menos porque llevábamos como una semana sin vernos, ¿y ahora? Ahora no la voy a ver nunca más.
Esto no puede ser, mi vida ya no tiene sentido.
Voy dónde están todos.
Yo: Todo... todo esto -digo entre llantos y sollozos- todo esto es culpa mía, no puedo vivir sin mi hermana. No puedo.
Miro a Dani.
Yo: Dani, esto se ha acabado, para siempre. En parte la culpa es tuya, no quiero volver a verte en mi vida. Y a los demás... haced el favor de desaparecer de mi vida, para siempre.
Me voy del hospital, necesito quitarme de en medio todo lo que me recuerde a Silvia. Necesito desahogarme. No puedo estar más con esta gente que en realidad son desconocidos.
Dani y yo hemos terminado, para siempre, lo prometo. Si él no me hubiese querido... yo sólo lo hubiese querido como ídolo, no como algo más. Todo esto es por su culpa, por su puta culpa mi hermana está muerta. No quiero saber nada más de ninguno de esos. No. A mis padres no quiero verlo, solo quiero desaparecer. Porque de repente pasa, algo se acciona, y en ese momento sabes que las cosas van a cambiar, y han cambiado. A partir de ahora nada volverá a ser lo mismo... Siempre hay un momento en que el camino se bifurca, cada uno toma su dirección pensando que al final del camino nos volveremos a encontrar. Desde mi camino lo veo cada vez más pequeño. No pasa nada, estamos hecho el uno para el otro, al final estará el, pero no, al final solo ocurre una cosa, caes de golpe.  De repente, te das cuenta de que todo ha terminado... ya no hay vuelta atrás. Lo sientes, y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo. Y es ahí, justo en ese momento, cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez... y por mucho que te esfuerces.. ya nunca volverás a sentir lo mismo. Nunca volverás a tener esa sensación de estar con la persona perfecta... nunca te volverás a sentir querida.
No sé que hacer ni a dónde ir, pero quiero desaparecer. Tampoco puedo dejar de llorar... esto, en realidad, no me está pasando a mi, ¿verdad?
Decido dónde ir, está a unos cinco minutos del hospital, así que empiezo a correr para que se vaya el dolor, pero el dolor no se va, si no aumenta. Todo esto duele más y más.
Llego a mi destino. El puente de madera.
El puente de madera y es un puente que hay al lado del hospital encima de un pequeño río.
Voy y paso. Me siento en el medio. Muevo las piernas de arriba a abajo...
Me pongo de pie.
¿En serio lo voy a hacer?
'Andrea'. ¿Quién me llama? Me giro.
Dani: Andrea, no lo hagas.
Yo: ¿Qué haces aquí? Vete no quiero verte.
Está al principio de verte.
Dani: Me iré cuando bajes de aquí.
Yo: Puedo bajar saltando.
Dani: Quiero que bajes por aquí -dice refiriéndose por dónde he subido-.
Se acerca a mi.
Yo: No, cómo te acerques más salto. Te lo prometo.
Dani: Andrea, por favor, no hagas ninguna tontería. Ven por aquí, hazlo por mi.
Yo: -lo miro con desprecio-. ¿Por ti? Yo por ti no tengo que hacer nada, por tu culpa mi hermana está muerta.
Dani: No, no digas eso, no ha sido mi culpa.
Yo: Sí, si lo ha sido. Si tú no me hubieras entrado yo sólo te hubiera querido como un ídolo, que es lo que deberías ser.
Dani: Andrea, en realidad no piensas eso, tú me quieres, tú me amas, me lo has dicho muchas veces. Dices eso porque estás muy dolida. Yo también estoy dolido. Tus padres te están buscando. Baja, por favor.
Yo: No.. no puedo seguir sin mi hermana. Esto es el final Daniél.
Dani: No digas eso, por favor.
Yo: Es la verdad.
Dani: Ven, por favor, baja de ahí.
Se arrima más a mi.
Yo: No, no te arrimes.
Se arrima más. Un paso adelante o un paso atrás y es el final, un paso derecha o izquierda, y todo estará bien.
Ya sé lo que hacer.
Dani: ¡Andrea!

domingo, 2 de marzo de 2014

Capítulo 66.

Dani me mira y me aprieta la mano.
Enfermera: Tranquilos, es de la medicación que le hemos inyectado.
Yo: ¿Qué le pasa exactamente?
Enfermera: Es difícil de decir, pero no será nada grave, tranquila -me sonríe-.
Carlos: A... agua.
La enfermera le levanta por detrás y le da agua.
Dani: Hermano, ¿cómo estás?
Carlos: Todo me da vueltas.
Dani: ¿Qué te duele?
Carlos: Todo.
Dani: ¿Tienes idea de lo que ha podido pasar?
Carlos: No sé... un coche no paraba de perseguirnos y hemos intentado cambiar de carril y cuando miramos para atrás ya no venía, pero luego lo teníamos al lado, nos asustamos porqué iban con las caras tapadas, iban cuatro. Silvia intentó llamaros, pero no daba cobertura ningún móvil, y lo último que recuerdo es a Silvia chillando.
Dani: ¿Crees que han querido ir a por nosotros?
Carlos: No lo sé.. antes lo dudaba, ahora creo que sí. Creo que todo este tiempo que no nos han llegado amenazas ni nada era porque estaban planeando algo así.
Dani: Se ha quedado la policía investigando.
Carlos: ¿Y los demás?
Dani: Vienen detrás. Nos habéis dado un susto de muerte.
Carlos: Lo sé.. todo esto es.. muy fuerte.
Carlos mira a Silvia y le aparta el pelo de la cara.
Carlos: Espero que esté bien.
Yo: Seguro que lo está.
Enfermera: Seguro que no es nada, un par de días en observación y a casa -nos sonríe-.
Yo: Eso espero...
De momento para la ambulancia. Hemos llegado.
Los bajan en seguida y se los llevan para adentro. Nosotros nos quedamos en la sala de espera esperando a los demás y a que nos den noticias.
En menos de cinco minutos aparecen todos.
Magí: ¿Qué han dicho?
Dani: Nada, tenemos que esperarnos.
Magí: ¿Algo sobre...?
Dani: Sí, ven.
Dani y Magí se van a fuera a hablar. Los demás nos quedamos en la sala. La ocupamos entera.
Están todos como en grupos menos yo, que estoy sola.
Tenía que pasar esto... todo esto el día de mi cumpleaños, joder.
No paran de llegarme notificaciones a twitter. Si que se corren las cosas rápido. Prefiero no meterme.
Viene David y se sienta a mi lado. Me pone una mano en la rodilla.
David: ¿Qué?
Yo: ¿Qué de qué? -le digo con un amago de sonrisa-.
David: ¿Cómo estás?
Yo: ¿Hace falta que te responda?
Me quita la mano de la rodilla y sonríe.
David: No.
Yo: ¿Y tú qué?
David: Yo.. no sé -sonríe-. Siento la escenita de antes.
Yo: No te preocupes, todo olvidado.
Quiero saber si es verdad o no, tengo demasiada curiosidad... pero ya sabéis lo que dicen, que la curiosidad mató al gato.
David: No recuerdo muy bien lo que te dije... ¿qué te dije?
Yo: Nada David, tonterías.
O sea que ahora no se acuerda... ¿será verdad o no? Creo que me quedaré con las ganas de saberlo.
David: ¿Cómo vas con Dani?
Em.. ¿y eso a qué viene ahora?
Yo: Bien, muy bien. Si él ahora no podría soportar esto.
David: Se os ve muy felices.
Yo: Lo somos.
David: ¿A pesar de todas las peleas?
Yo: A pesar de todas las peleas -sonrío-.
David: Me alegro -me acaricia la mejilla-.
Yo: Gracias. Y tú qué, ¿no tienes a ninguna chica?
David: No.
Se ha puesto serio.
Yo: ¿Por qué?
David: Porque me he enamorado de una chica que está enamorada de otro.
Yo: ¿Y lo sabes seguro?
David: Sí, segurísimo.
Yo: Pues olvídate de ella, tienes a miles detrás.
David: Pero es que yo la quiero a ella.
Yo: Hay más, y mejores que ella, seguro.
David: Claro que habrá más y mejores... pero es que ella es la mejor. Es guapa, divertida, su sonrisa... -sonríe- su sonrisa es la más bonita que he visto nunca, es capaz de iluminar hasta el día más oscuro.
Yo: Te mereces a alguien mejor, si ella no se da cuenta de lo que vales es que no te merece.
David: A lo mejor no se da cuenta porque tiene una venda en los ojos con su novio.
Yo: ¿Y si de verdad ama a su novio?
David: ¿Y si su novio solo la quiere por capricho?
Yo: ¿Estás seguro de eso?
Viene Sergio.
Sergio: Ey -nos sonríe-.
Yo: Hola -le sonrío-.
Sergio: ¿Cómo vas?
David: Ya hablaremos enana -me da un beso en la mejilla-.
Se van con los demás.
Yo: Bueno.. voy ahí. ¿Y tú?
Sergio: Esta situación es dura... pero igual.
Silencio.
Un silencio muy incómodo.
Sergio: Eh... respecto a lo de antes...
Yo: Da igual, déjalo, está olvidado.
Sergio: Pero es que Andrea, yo no quiero que lo olvides. Yo te quiero.
Yo: Dani está por aquí cerca, no creo que le guste saber esto.
Sergio: ¿Estás enamorada?
Yo: ¿Qué?
Sergio: ¿Estás enamorada de él?
Yo: Sí.
Sergio: Vale, pero que sepas que no me voy a rendir tan fácil, acabarás enamorándote de mi, el destino nos quiere unir.
Y se levanta y se va.
Vuelve Dani.
Yo: ¿Qué ha dicho Magí?
Dani: Le ha contado todo a la policía y estamos pendientes haber que nos dicen.
Yo: Vale.
Tengo la necesidad de estar más cerca de él, así que me siento encima suya y lo abrazo.
Dani: Tranquila, no te voy a dejar caer.
Yo: Gracias por estar conmigo, gracias.
Dani: Gracias a ti, fea.
Me da un beso en la mejilla y me apoyo en su pecho. Me acaricia la mejilla sin parar y esperamos a que nos digan noticias.




Doctor: ¿Carlos Marco y Silvia Varea?
Magí: Sí, nosotros.
Doctor: Seguidme.
Nos levantamos y seguimos al doctor. Entramos a una habitación y están Silvia y Carlos.
Carlos está escayolado y tumbado, está despierto. Silvia sigue durmiendo. No me gusta nada esa idea.
Doctor: Os cuento.
Todos lo escuchamos en silencio.
Doctor: Carlos se ha roto varios huesos de la pierna y el brazo. Le hemos tenido que dar puntos en la cabeza porque tenía un gran corte y nada más, pero lo queremos tener una semana en observación, por si alguna cosa no fuera bien.
Yo: ¿Y Silvia?
Doctor: A Silvia, después de hacerle muchas pruebas, no tiene nada roto, pero le hemos descubierto un traumatismo cerebral que le ha hecho entrar en coma.
¿QUÉ? ¿QUÉ? ¿QUÉ? No.. no, no, no, no. Veo todo borroso y empiezo a ver blanco.



Andrea, Andrea -oigo voces que me llaman-.
Abro los ojos.
¿Qué ha pasado?
Dani: Andrea -me abraza fuerte-.
Yo: ¿Qué ha pasado?
Dani: Después de darnos la noticia... te has desmayado.
Yo: ¿Ha dicho algo más el doctor?
Dani: Sí.
Yo: ¿A qué esperas para decírmelo?
Dani: Nada... nada. El doctor ha dicho que no es un coma profundo, que cree que en un par de semanas despertará, que tenemos que hablarle como si estuviera despierta, cómo si todo fuera normal.
Yo: Pero es que nada es normal. Mi hermana está en un puto coma.
Dani: Eh.. vamos... tranquila Andrea.
Yo: No, ni tranquila ni mierdas, quiero hablar con ella, aunque no sirva de nada. ¿Dónde está?
Dani: En la habitación.
Yo: Es verdad. Adiós.
Voy para la habitación. Por qué joder, ¿por qué? Que alguien me explique porque me ha pasado esto a mi... todo lo malo me pasa a mi. Esto es una puta mierda, joder. ¿Y si no despierta? Bueno, va a despertar, Silvia siempre ha sido la fuerte y yo la débil.
Entro a la habitación y todos me dejan sola. Menos mal. Incluso sale Carlos.
Yo: ¿Qué? Te parecerá bonito hacerme sufrir eh.
Me siento tonta hablando así, porque no me va a responder.
Yo: No sé si mamá y papá sabrán algo de esto... pero tenemos que avisarles. Sabes que nos van a matar, ¿no? Se supone que soy tu hermana mayor y tengo que cuidar de ti, tengo que preocuparme para que no te pase nada y mírate dónde estás... debería de ser yo la que está ahí, no tú. No sé quién tiene la culpa de esto... pero te juro que lo van a pagar duro. No quiero que me dejes sola, porque no voy a ser capaz de salir adelante si tú no estás, dicen que te vas a despertar... pero ¿y si no? Necesito que te despiertes... también lo necesita Carlos, y Dani, y los demás, y todos. Necesitamos que te pongas bien, por favor. Si te vas... no sé que va a pasar, pero yo voy a caer, otra vez, y no quiero, no quiero volver a caer en el agujero, pero es que esto es tan difícil, te lo juro. Lo estoy pagando con Dani.. y él es quién más me apoya. Yo no sé que quiero hacer ahora, tengo dudas sobre todo.... si yo no hubiera empezado a salir con Dani tú no hubieras empezado a salir con Carlos y ahora todo esto no estaría pasando... ¿y si es una señal para terminar con todo de una vez por todas? No lo sé Silvia... no lo sé. Ahora es cuando necesito que me des tus consejos. Que me digas algo...
Le cojo la mano.
Yo: Sabes que Dani es mi vida.. que lo amo, pero no lo sé. Necesito que me ayudes, hermana, por favor, haz alguna señal para que sepa que me oyes, para que sepa algo.
Empieza a pitar una máquina que lleva. A pitar fuerte sin parar.
Corriendo entran unas enfermeras.
Enfermera: Apártese, por favor.
Yo: ¿Silvia?
Enfermera: ¡Doctor, doctor!
Todos entran y se quedan a mi lado.
El doctor entra con una máquina, oh no.