miércoles, 10 de julio de 2013

Capítulo 20: "La noche promete".

Nos sentamos en una mesa, pero lo que no pensábamos era que la camarera nos atendiera con tanta emoción.
Camarera: ¿Estáis juntos?
Em... ¿hola? ¿Qué dice esta? No sé ni quién es, pero bueno.
Dani: Sí -le sonreí-.
La camarera se giró y llamó a otra camarera y vino dónde estábamos.
Camarera: Bueno, yo soy Rocío, y hace un tiempo estuvisteis aquí, me acuerdo perfectamente.
Camarera 2: Sí, ¿y sabéis que me dijo?
Dani me miró extrañado, toda está situación era... ¿rara? No sé.
Camarera 2: Me dijo que volveríais aquí, juntos, y ha estado en lo cierto.
Rocío era mayor, rubia, ojos oscuros. Se notaba que se acordaba de los detalles, sobre todo por esto.
Rocío: Conforme entrasteis aquí, se lo dije a Alba.
Supongo que Alba sería la otra camarera.
Rocío: Y se notaba en vuestras miradas.... tú ibas un poco... borracha -se refirió a mi y se rió-.
Yo reía ante el recuerdo. Iba demasiado mal.
Rocío: Pero él te miraba de una manera diferente, con admiración, deseo, amor... con todo.
Dani me miró y sonrió.
Roció: Y supe que volveríais al sitio que os unió. Y dejadme darnos un consejo. Pase lo que pase, las miles de peleas, no os distanciéis, juntos sois la perfección, no dejad que nada ni nadie destroce esto tan bonito que tenéis.
Nos sonrió y nos dijo que queríamos. Yo pedí una hamburguesa normal con patatas fritas y de beber agua, Dani lo mismo que yo pero en vez de agua se pidió una coca-cola.
Se fueron las dos camareras.
Yo: Que curioso, ¿no?
Dani: Demasiado.
Yo: El destino quiere que estemos juntos.
Dani: Sí.
Nos trajeron todo y empezamos a comer.
Me puse ketchup en las patatas y en la hamburguesa. Le pegué un bocado. Mmm.. que buena. La última vez que comí aquí estaba de resaca.
Miré a Dani y se estaba riendo. ¿Tenía algo en la cara?
Yo: ¿Qué?
Dani: Tienes ketchup.
Yo: ¿Donde?
Dani me señaló la comisura del labio.
Me pasé la servilleta.
Yo: ¿Ya?
Dani negó y se rió.
Me volví a pasar la servilleta.
Yo: ¿Ahora?
Dani: No.
Se levantó y se acercó a mi.
Me besó, así, sin lengua ni nada, suave y con mucho cariño.
Dani: Listo -me dio un beso en la mejilla y volvió a su sitio-. Ya no tienes nada -me sonrió-.
Yo: Gracias -le sonreí-.
Terminamos de cenar y ahora iba a pagar ya, la última vez pagó él, ahora yo.
Me levanté.
Dani: ¿Dónde vas?
Yo: A pa..-me interrumpí-. Al baño.
Fui a pagar pero me dijeron que ya estaba pagado. ¿Qué iba a hacer con este chico? Siempre se adelanta a los hechos.
Volví a la mesa y estaba allí esperándome.
Dani: ¿Nos vamos?
Yo: ¿Cuando has pagado? No me he enterado.
Dani: Antes.
Yo: No me gusta que pagues todo.
Dani: Andrea, si vamos a estar juntos tendrás que acostumbrarte. Ahora puedo pagar todo, mientras pueda lo haré y no hay más que hablar.
¡Vaya! Conozco al Dani romántico, al Dani sensual, al Dani mandón... ¿me queda alguno más? El Dani mandón no me gusta mucho. ¿Tengo que hacer lo que él diga? ¡Pues no! Pero no lo cambiaría por nada del mundo... lo quiero así, tal y como es. Con sus defectos y virtudes...¡espera! ¿qué defectos? Dani no tiene ningún defecto. Es perfecto. Es perfecto para mí. ¿Lo será en realidad? Espero que sí... sinceramente, no sé que haría con él.
Salimos del restaurante y nos vamos a dar una vuelta, a respirar aire puro, a dejar atrás todo. Ahora solo estamos él y yo, siempre.
Llegamos a un parque y nos sentamos en el césped.
No había nadie... que raro. Un parque en Madrid y vació. Bueno, mejor, así nadie nos molesta y estamos a nuestro rollo.
Nos tumbamos y yo apoyé mi cabeza en su pecho y él me pasó el brazo por los hombros.
Le dibujaba figuras imaginarias.
Dani: ¿En qué piensas?
No sé en que pensaba... porque en realidad no pensaba en nada.
Yo: Nada. ¿Y tú?
Dani: En ti.
Wow.
Yo: No hace falta que me pienses, estoy aquí.














Dani: Andrea, nunca pongas en duda que no te quiere, pase lo que pase, salgan los rumores que salgan, por favor.
Yo: Vale.
Dani: Lo digo en serio.
Yo: Y yo.
Me sonrió.
Yo: ¡Foto!
Le pille desprevenido, pero en esas fotos son en las mejores, las naturales.
A ver... título... ¡lo tengo! Título: Idiota.
La subí.
Y me comentó en la foto, como no.
'Pero me quieres'.
'Creído'.
'Pero me quieres'.
'Yo no estaría tan seguro'.
Nos miramos y reímos. ¿En serio estábamos hablando por comentarios estando la lado? 
Me abalancé sobre él. 










Yo: Idiota.
Dani: Fea.
Yo: Mi idiota.
Dani: Mi fea.
Ahora se abalanzó él sobre mi. ¡Vaya! Eso no me lo esperaba.
Estaba encima de mi, pero no tenía todo el peso encima de mi.
Ahora estaba yo tumbada, pegada completamente al suelo y él de lado, besándome pero no encima mía, si no en el lado, apoyado en su codo.
Me puso la mano en la barriga.
Mi respiración era entrecortada. La suya también.
No se oía nada, solamente el ruido de nuestras respiraciones.
Me miró a los ojos. Esos ojos azules, dios mío, no puedo, me hipnotiza con esa mirada, en serio. Amo sus ojos. Miro sus labios. Trazados a la perfección. Amo sus labios. Su nariz, tan suya. Amo su nariz.
Andrea, lo amas a él. Mi subconsciente se ha levantado y quiere fiesta. Ahora besale tú, obtén el control. Cállate. Sabes que quieres besarle como si no hubiera fin. Vale sí. Mi subconsciente me insiste y me insiste, pero no me da tiempo a besarle cuando es él quién empieza de nuevo. Gimo en silencio, dios, como besa.
Me mete la mano por dentro de la camiseta y la va subiendo hasta que se para un poco más abajo de los pecho. No, no quiero que siga.
Yo: No, para -dijo entre besos-.
No me hace caso, pero realmente quiero que pare. No quiero que siga y menos aquí, en un parque.
Yo: Dani, para -le vuelvo a repetir-.
Me mira y se separa.
Dani: Vale.
Se para y mira al cielo. Está pensativo. ¿Se habrá enfadado por qué no quiero seguir? No creo..
Yo: Dani.
Me mira.
Yo: ¿Estás bien?
Dani: Sí -me dice seco-.
Vale, se ha enfadado. Joder, tío. Tampoco es para ponerte así, siento que no estoy preparada y estamos en pleno parque tío. Puede pasar cualquiera.
Yo: No te enfades.
Dani: No estoy enfadado... estoy frustrado. Porque me dices que tienes ganas y de momento paras. No te entiendo.
Yo: Y quiero hacerlo, pero no estoy preparada.
Lo miro. Sigue mirando al infinito, sigue pensativo. ¿En que estará pensando? En estos momentos me gustaría leer la mente.
Le miro... tengo que hacer algo para que se le pase el enfado. ¡Ya lo tengo! Cosquillas.
Me acerco a él y empiezo a hacerle cosquillas. Mierda, no se mueve. No tendrá cosquillas o está aguantándose la risa por orgullo.
Dani: Tu táctica a salido mal.
Se decide a hablar después de lo que parecen años y han sido segundos.
Dani: Así que ahora es mi turno.
Espera, ¿su turno de qué? Oh no, me temo lo peor.
Se abalanza sobre mi y me mata a cosquillas. No paro de reír y de decirle que pare.
Dani: Di lo siento y paro -sonríe-.
Oh, amo su sonrisa.
Sigue haciéndome cosquillas.
Yo: ¡Lo siento! ¡Lo siento!
Para.
Dani: Eso está mejor.
Se levanta.
Dani: Ahora, vamos para mi casa.
Me da la mano, me levanto y vamos camino para su casa.
La noche promete.

NARRA SILVIA.
Es de día. He dormido bien. Carlos está a mi lado. Despierto, mirándome fijamente.
Carlos: Por fin te levantas -me da un beso en la mejilla-.
Yo: Podrías haberme levantado.
Carlos: Estabas tan tranquila, no quería despertarte. Aparte, podría mirarte durante años.
Yo: Que ñoño eres.
Carlos: Siempre te cargas el romanticismo -sonrío-.
Me levanté y fui al aseo. Me hice un moño, hacía calor. Mucha calor.
Yo: ¿Nos damos un jacuzzi? Con burbujas -sonreí de la emoción-.
Carlos: ¿Y me baño con...?
Yo: Calzoncillos.
Carlos: Bueno.. vale. Pero antes almorzamos.
Yo: Vale.
Bajamos abajo y preparamos tostadas y zumo de naranja.
Almorzamos. Recogimos todo y subí a mi habitación a ponerme el bikini.
Me cambié y bajé abajo.
Carlos: Wow, te tengo que ver más a menudo en bikini -me guiñó el ojo-.
Yo: Anda, vamos.
Le cogí de la mano y fuimos a fuera.
Yo: Elige, primero piscina o jacuzzi con burbujas.
Carlos: El jacuzzi suena muy tentador... pero vamos a la piscina primero.
Y me empujó al agua. A traición.
Yo: Oh... la has cagado.
Se tiró al agua y me salpicó.
Yo: Encima que me tiras y me salpicas. Vas a morir ahogado -reí-.
Fui hacia él como si fuera a besarlo, pero cuando estaba apunto le ahogué.
Carlos: ¡Eso no vale! ¡Es juego sucio!
Yo: Cada uno juega como sabe -le guiñé un ojo-.
Carlos: Va, foto.
Yo: Tú y tus fotos.
Carlos: Calla -se rió-.
En parte me gustaba que siempre quisiera hacerse fotos.
Foto:
















Yo: Venga, viva mi cara.
Carlos: Silvia, eso es lo que mola. Salir mal.
Reí.
Yo: Eso no mola, no mola nada.
Carlos: Que sí, tú hazme caso.
Yo: Vale.
Carlos: ¿Vamos al jacuzzi?
Yo: Vamos.
Salí yo primero y me dio una palmada en el culo.
Yo: ¡Oye!
Carlos: Vamos, que te pesa -se rió-.
Le miré mal.
Entramos al jacuzzi.
Nos relajamos un rato.
Carlos: Una cosa..
Yo: Dime.
Carlos: La última foto de piscina.
Le miré.
Carlos: Por favor.
Yo: Vale, pero no la última, ahora quiero muchas.
Nos hicimos muchas pero la que más nos gusto fue está:

















Después dejó el móvil en un sitio dónde no se mojara y me agarró de la espalda y quedé a horcajadas de él.
Dios mío, notaba su erección.
Empezó a besarme. Sabíamos a espuma.
Reí entre el beso.
La cosa se iba calentando.
Me empezó a besar por el cuello. Oh no, por el cuello no. Mi debilidad.
Le mordí el labio inferior y sonrío.
Oh no, si seguíamos así sabía lo que venía a continuación.
Bueno, no importa. Quiero. Ahora.
Me levanté, le cogí de la mano y...

No hay comentarios:

Publicar un comentario