viernes, 28 de junio de 2013

Capítulo 14: "Viaje a Madrid".

Dejamos nuestra casa atrás. Con todos los sentimientos muertos. Íbamos en busca de aventuras, a ver lo que pasaba. Me daba miedo la reacción de Dani. Bueno, miedo no es la palabra, pero no sabía como iba actuar al verme allí. Es raro.
Durante el trayecto a Madrid pusimos la radio. Los 40 por supuesto.
Tony Aguilar: Pues aquí estamos otra mañana. Esperando a ver cuál es el número uno...
Silvia: Seguro que son nuestro chicos.
Yo: Espero -le sonreí y volví mi atención a la carretera-.
Estábamos apunto de llegar, estábamos entrando a Madrid.
Tony Aguilar: No me lo puedo creer... en el número uno está... ¡mi equipo A! ¡Auryn, con Heartbreaker!
Y empezó a sonar.
Silvia y yo no nos emocionamos tanto que no nos dimos cuenta de que llevábamos la música a tope y cantando como locas.
Esos son nuestros chicos.
Estábamos ya en Madrid centro, pero nuestra casa está por la periférica. Llegamos y dejamos el coche en el garaje.
Si bueno, mis padres tienen casas en los lugares más importantes: Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla y poco más, que yo sepa. Son muy trabajadores aunque no suelen estar con nosotras casi nunca, una pena.
















Bajamos del coche y cogimos las maletas. Las dejamos dentro.
Silvia: ¡Por fin!
Yo: Sí, ha hecho un poco largo.
Dejamos las maletas en nuestras habitaciones y bajamos a la cocina.
Silvia: ¿Que hora es?
Miré el reloj.
Yo: Dos y diez.
Silvia: ¿Nos damos un jacuzzi y comemos?
Yo: ¡Perfecto!
Nos pusimos los bikinis y nos quedamos en el jacuzzi.
Yo: Por fin volvemos a Madrid, tenía muchas ganas.
Silvia: Yo también.
Nos quedamos hablando un rato.
Yo: Me estoy arrugando, ¿nos salimos?
Silvia: Vale.
Cogimos nuestro albornoces.
Yo: ¡Yo preparo la comida!
Silvia: Vale -me sonrió-. Yo pongo la mesa y eso.
Yo: Vale.
Me fui a la cocina a preparar algo rápido mientras Silvia ponía la mesa fuera, en la terraza.
Yo: Tengo una idea.
Silvia: Tus ideas siempre me asustan.
Reí.
Yo: ¿Por qué?
Silvia: Mira donde estamos por tu última idea -río-.
Yo: Tienes razón -reí-.
Silvia: De todas maneras, di tu idea.
Yo: Foto para ver si los chicos sospechan algo... a si les vamos 'advirtiendo'.
Silvia: Vale -rió-.
Nos hicimos la foto:









La subí a Instagram y puse de título: Con mi hermana comiendo en nuevas tierras ;).

Silvia: Madre mía... espero que no nos descubran.
Yo: No lo harán -sonreí-.
Terminamos de comer y recogimos todo.
Silvia: ¿A que hora era el concierto?
Yo: A las diez en el 40 café.
Silvia: Son las cuatro, nos podemos ir a dar una vuelta por Madrid, compramos algo y a las ocho venimos a arreglarnos y eso.
Yo: Perfecto.
Fui a mi habitación y me puse un pantalón corto vaquero y una camiseta un poco más arriba del ombligo.
Silvia llevaba un vestido con un colgante y una gorra:









Para dar una vuelta por Madrid íbamos bien.
Silvia: ¿Nos vamos?
Yo: Vamos.
Cogí el bolso con todo lo necesario y salimos para el centro, necesitamos ir de compras.
Dejamos el coche en un párking y justo al salir había un Starbucks.
Silvia me miró.
Yo: Vamos, quiero uno -le sonreí-.
Fuimos y pedimos.
Silvia: ¿Te hago una foto y la subo?
Yo: Vale -le sonreí-.
Me hizo esta foto:













Silvia: Ya está subida, he puesto: 'Mi sis y yo en Starbucks'.
Yo: Vale -le sonreí-. Bueno, vamos a ver que compramos.
Y nos fuimos de Starbucks a ver algo de tiendas.

Silvia: Son las siete y media.. ¿nos vamos ya para casa?
Yo: Vale, así tenemos más tiempo para arreglarnos.
Yo me compré un vestido, un short, una blusa, una camiseta y unas Converse.
Silvia se compró una gorra, unas vans, dos shorts y una camiseta.
Fuimos al párking a por el coche, pagamos el ticket y volvimos a casa.
Cuando llegamos cada una nos fuimos a nuestra habitación a arreglarnos.

Después de casi una hora y media estábamos bajo.
Listas para irnos.
Yo soy la de blanco y Silvia la de azul.







Salimos de nuestra casa camino al 40 café.
Cuando llegamos estaba todo a tope para aparcar.
Yo: ¿Que hora es?
Silvia: Casi las diez, vamos a llegar tarde.
Yo: Joder... va, necesitamos aparcamiento.
Nos quedamos mirando por si alguien se iba y justo, un coche se iba. ¡Que alivio!
Aparcamos pero no nos dimos cuenta que estábamos casi a media hora a pie del 40 café.
Yo: ¿Hora?
Silvia: Diez y veinte, nos queda media hora a pie, llegamos tarde.
Yo: Da igual, vamos.
Fuimos a un paso ligero al 40 café, cuando llegamos estaba todo casi lleno, menos una parte que estaba como más alta, de ahí los veíamos y nos veían perfectamente.
Entramos y quedaba solo 20 minutos para que terminara el concierto, según la programación.
Nos sentamos en esa zona, y solo habían dos chicas más. Nos miraron sorprendidas y nos sonrieron. Menos mal que eran majas. Les devolvimos la sonrisa y miramos al frente.
Pero me quedé flipada, osea no, lo que estaba viendo no podía ser.
Silvia me miró y vio mi preocupación e ira en mi mirada.
Silvia: Andrea, por favor, no llores ni hagas nada de lo que puedes arrepentirte.
Le miré, pero volví a mirar al escenario por si lo que había visto no era cierto. Pero sí, lo que estaba viendo era real, no podía hacerme eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario