Capítulo 11: "Todo por una broma".

NARRA ANDREA.
Bajamos a la cocina y saqué los ingredientes para hacer la pizza.
Dani: ¿Sabes cocinar?
Yo: No -reí-.
Dani: Yo tampoco -rió-.
Yo: Pues a ver que sale de aquí -volví a reír-.
No podía parar de reír, de sonreír, por fin era feliz, después de mucho tiempo podía ser feliz.
Empezamos a hacer la masa con la harina.
Dani la amasaba mientras yo le ponía un poco de harina pero no sé que hice que le tiré un poco de harina a él, pero poco.
Dani: Lo has hecho a posta.
Negué con la cabeza.
No lo había hecho aposta, había sido sin querer.
Dani: Vale.
Que raro que no me hubiera dicho nada, ahora estaba serio.
Yo: ¿Te has enfadado?
Ni me miró.
Le abracé por detrás.
Yo: ¿Te has enfadado?
Se giró y me sujeto de la cintura.
Me subí a él y le besé.

Yo: ¿Aún estás enfadado?
Me miró a los ojos.
Dani: No, pero esto por lo de antes.
Me bajó y me tiró toda la harina por encima, TODA. Iba llena de harina. Bueno, llena sería poco, llenísima.
Me quedé con la boca abierta.
Se la había cargado, osea, ¿como me hace esto?
Yo solo le había tirado un poco, bueno, tirado no, manchado.
Cogí las llaves y me fui para afuera. Me senté contra la puerta.
Es que a ver, sé que lo había hecho de broma, pero se había pasado, estaba totalmente blanca, como mi pared, y no joder, yo solo le había manchado un poco, sin querer y se lo toma así. Me podría haber manchado él también, un poco, pero no todo, es que había vaciado la bolsa de harina.
Noté pasos y miré, era él.
Se sentó enfrente mía.
Dani: Lo siento, no era mi intención hacerte enfadar.
No le dije nada.
Si se pensaba que con un lo siento todo iba a estar arreglado estaba equivocado.
Se lanzó. Empezó a besarme.

Yo no movía mi boca, seguía enfadada. Deje que el hiciera todo el trabajo.
Quería entrar en mi boca así que le dejé. Ahora nuestra lenguas jugaban. Bueno, la suya, yo seguía sin hacer nada.
Se separó de mi, tenía la respiración irregular.
Dani: ¿Sigues enfadada?
Tampoco le dije nada. ¿Un lo siento y un beso lo van a arreglar todo? No.
Dani: Bueno, ya que veo que estás enfadada, voy a comprar pizzas mientras tú supongo que te duchas.
Se levantó y se fue.
Me levanté y me duché.
Me vestí normal, no muy arreglada.
Me senté en el sofá a esperar a que volviera. Pasaba el tiempo, no veía nadie.
No sabía que hacer, me levanté, cogí el móvil.
Subí una foto:  

Y puse: Estoy frustrada.










Lo puse con la esperanza de que Dani lo viera, porque no se tarda tanto en comprar unas pizzas.
Pasaba el tiempo y no volvía.
¿Donde estaba? ¿Le llamo? No, me decía mi subconsciente.
Todo el mundo empezó a preguntarme que me pasaba pero a mi eso me daba igual, sólo necesitaba noticias de él.
Llamé a Silvia.
-¿Quién?
-¿Silvia?
-Dime Andrea.
-Dile a Carlos si sabe donde está Dani.
-Vale, espera.

-Andrea, dice que no, ¿por qué?
-Es que... hemos tenido una pequeña pelea y me ha dicho que iba a comprar unas pizzas, pero hace muchísimo tiempo que se ha ido.
-Tranquila, se habrá encontrado a alguien por el camino, no te preocupes.
-Bueno vale, pero si os enteráis de algo llamadme.
-Vale.
-Gracias Silvia.

Me colgó.

Me quedé sentada de nuevo en el sofá.
En seguida me llegó un mensaje.
Lo miré con la esperanza de que fuera Dani, pero no, era de Silvia. Lo abrí.
MENSAJE: Hermanita, mira Instagram anda.
Me metí a Instagram y vi esta foto:

















Pero no me extrañó la foto, lo que me extrañó fue el título.
TÍTULO: 'Siempre es un placer encontrarme auryners tan guapas, OS QUIERO MÁS QUE A NADA'.
¿A que estaba jugando? ¿Me quería picar o poner celosa?
Porque si quería lo está consiguiendo.
Ahora estoy muy celosa. Demasiado diría yo.
Tengo que hacer algo, dos pueden jugar al mismo juego.
Vale, ya lo tengo. Subo foto feliz.

Ahora el título... um... haber... vale, ya lo tengo.
TÍTULO: Soy muy adorable. ¿Quién me adopta y me da mimos?

A ver que hacía ahora, le había puesto el nivel alto. A ver como me supera.
Espero a que suba otra foto... porque debería, ¿no estamos jugando? Pues venga, juega.
Espero... espero.... espero....¡foto! Le doy a cargar, no se me carga. Tarde mucho. Me estoy desesperando.
¡Ya ha cargado! Veo la foto:
TÍTULO: ¡Mi chica y yo molamos! ¡Mucho!
Oh, ya se le había pasado el enfado.
Jo, que mono.
Me he dado cuenta de que no podíamos estar enfadados.
Le mandé un mensaje: Ven a casa ya, te echo de menos.

Y en un minuto sonó el timbre.
Fui a la puerta, seguro que era él, pero...