miércoles, 26 de junio de 2013

Capítulo 13: "¿Otra vez?".

NARRA ANDREA.
Yo: -reí- Tengo una idea.
Silvia: ¿Qué?
Yo: Nada, corre, ¡vamos para casa!
Le cogí del brazo y fuimos corriendo a nuestra casa. Era de noche, serían sobre las diez o once.
Silvia: ¿Me vas a decir ya la idea o qué?
Yo: Más que una idea... es un plan, una sorpresa.
Silvia: -sonrió-. ¿No será lo que yo estoy pensando?
Yo: Si tienes en mente nosotras, ellos, sorpresa, sí.
Silvia: ¿Estás diciendo que nos vayamos a Madrid?
Yo: Bueno, estoy diciendo que vamos a Madrid, el concierto es gratuito, podemos entrar, les gustará vernos allí, ¿no? -sonreí-.
Silvia: ¡Sí!
Yo: Pues venga, haz tu maleta, que no sé cuanto tiempo nos quedaremos.
Silvia: Pero...¿cuando nos vamos?
Yo: Mañana a las 7 salimos para llegar allí sobre el medio día y como el concierto es a la noche.
Silvia: ¡Perfecto! -sonrió emocionada, ambas lo estábamos-.
Fui a mi habitación y preparé mi maleta: ropa de arreglar, normal, común, metí algo de deporte ya que a Dani le gusta corre podríamos corrernos juntos. ¡Andrea! No, corrernos no, correr juntos, ay... al final Silvia tendrá razón... yo también estoy un poco necesitada. Reí para mi misma. Pero tenía razón, necesitaba mimos... ¡muchos mimos! Pero no sé porque con Dani me corto, me corto muchísimo, es como que me impone, me pone muy nerviosa.
Me puse mi pijama, me cogí un moño alto y me fui a dormir... pero antes un mensaje a Dani.
Me metí en whatsapp y estaba en línea, pero ¿porque no me hablaba?
Andrea, no, no te ralles.
Me quedé como cinco minutos a ver si me hablaba pero nada, seguía en línea.
Así que obté por hablarle yo, aunque no me gusta hablar primero, siento que molesto.
CONVERSACIÓN DE WHATSAPP.
Yo: Hola.
Dani: Alicantina :)
Yo: ¿Qué haces?
Vale sí, estaba un poco sosas y borde, pero joder, no me hablaba él.
Dani: Aburrido en el coche (carita de wa) y tú? :)
Yo: Pensando.
Dani: ¿Se puede contar?
Yo: Claro.
Dani: ¿En que piensas? ;)
Yo: En con quién estarás hablando que estás en línea, pero a mi no me hablas.
Se lo solté así, sin más. Si por una cosa se me caracteriza es por mi sinceridad.
Ya no estaba en línea. Uy, me estaba empezando a poner nerviosa.
Me quedé esperando en el chat.
Volvió en línea.
Dani: No hablaba con nadie, solo estaba esperando a que estuvieras en línea
Yo: Lo estaba y no me hablabas.
Dani: No lo he visto
Yo: ¿Pero no decías que estabas esperando a que yo me conectara?
Dani: Andrea, sé donde quieres ir y no, no estaba hablando con nadie
Yo: Vale, lo que tú digas.
Estaba hablando con alguien, lo sabía, solo que no me lo quería decir, pues vale, si él quiere ocultarme cosas, yo lo haré.
Por otra cosa que también se me caracteriza es por mi orgullo. Soy muy orgullosa y nadie me va a cambiar.
El orgullo es una mierda. Por su culpa he perdido a personas que eran muy importantes para mí, como mi mejor amigo, Alex. Él siempre ha estado colado por mí, yo por él no, pero un día me enteré de que se lió con otra cuando a mi me decía que me quería y me sentó mal, no sé porqué, si no le quería, pero era como si fuera mío y solo mío. Él no sabe porque estamos enfadados, solo sabe que no le hablo, sería un buen momento para hablarle... ¡Andrea no! No te vayas por las ramas, estás hablando con Dani, tu novio.
Bueno, tu novio que te oculta cosas. Mi subconsciente me repetía eso constantemente. Pero si es mi novio, tengo que confiar en él... Así que confiaré.
Dani: ¿Estás ahí?
Yo: Sí.
Dani: ¿Estás enfadada?
Yo: No.
Dani: Pues deja de escribir con puntos
Yo: ¿Por qué? ¿Te molesta?
Dani: Sí
Yo: A mi me molestan muchas cosas y no te lo digo.
No me contestó, pero sin embargo me estaba llamando. ¡Cógelo y dile todo lo que piensas! Me decía una parte de mí, pero mi otra parte me decía que no, que se aguantara.
No se lo cogí.
Dani: Cógeme el teléfono, Andrea.
Yo: No puedo.
Dani: ¿Por qué?
Yo: No puedo y ya está, si me quieres decir algo dimelo por aquí.
Dani: No sé porque estás enfadada, no te he dicho ni hecho nada
Yo: No estoy enfadada.
Dani: Ya claro, y por eso estás así de borde
Yo: Me voy a dormir, que mañana tengo un día ajetreado, adiós
Dani: Adiós
Y con ese adiós se cerró nuestra conversación. Dejé el móvil en la mesita de noche. No podía dormir.
Fui a la habitación de Silvia.
Toqué.
Yo: ¿Estás dormida?
Silvia enchufó la luz.
Silvia: No -me sonrió-. ¿Que te pasa sis?
Yo: -me senté en el borde de su cama-. He peleado con Dani.
Silvia: ¿Y eso?
Yo: Estaba en línea y no me hablaba y me ha puesto una escusa... no muy creíble.
Silvia: Andrea... aveces te rallas mucho, a lo mejor el chaval se ha dejado el móvil bloqueado con el whatsapp en línea, no le des importancia a esas tonterías
Yo: Quizás tengas razón...
Silvia: La tengo, así que vete a dormir, que mañana hay que madrugar
Yo: Vale, mañana te levanto, hasta mañana -le sonreí, apagué su luz y salí-.
Volví a mi cama, me senté en la cama frustrada. Quizás Silvia tenía razón y me rallo mucho o quizás estaba hablando con otra...
Me sonó el móvil. A estas horas no sabía quién podía ser.
Yo: ¿¡Quién?! -contesté borde, sin mirar quién era-.
X: Te quiero.
Y colgaron.
Miré la llamada.
Oh, era Dani.
¿Te quiero? Nunca me había dicho te quiero. Espera, ¿seguro que ha dicho te quiero? Sí, si lo ha dicho.
Dios, te quiero. Ahora es cuando obto por escoger el quizás de Silvia, el que se había dejado el whatsapp con el móvil enchufado.
Voy a llamarle.
Un toque... dos... lo coge.
Yo: Yo también.
Y colgué.
Dejé el móvil en la cama y me abracé a mi misma, sonriendo como una tonta por lo que acababa de pasar.
Me dormí feliz gracias a él.

AL DÍA SIGUIENTE.
Me suena la alarma a las siete, dios, tengo mucho sueño. ¿Por qué me he levantado tan pronto un...? Por cierto, ¿a qué día estamos? Porque es verano y ya sabéis, en verano se pierde la noción del tiempo y de los días. Comes a la hora que quieres, duermes a la hora que quieres, no sabes ni en que día vives..
Miro el calendario. Es lunes. Andrea, ¿que haces un lunes levantada? ¿Y a las 7 de la mañana?
Miro mi móvil, tengo un whatsapp. De Dani.
Dani: Sobre la llamada, que sepas que yo más, duerme bien.
Espera... ¿que lo que acababa de pasar estos últimos días no era un sueño? ¿En serio? He soñado tantas veces esto que no es real.
Voy a la habitación de Silvia.
Yo: Silvia, despierta -le doy un par de toques-.
En seguida abre los ojos y se levanta súper emocionada.
Silvia: Me visto y nos vamos para Madrid -me sonríe-.
Pues no, va a ser que no es un sueño todo lo que ha pasado... es real.
Yo: Vale, yo también -le sonrío y voy a mi habitación-.
Me ducho y salgo con mi albornoz enrollado y busco algo en el armario, ya que había metido un poco de ropa en la maleta.
Al final voy así:


















Voy a la cocina para cogerme algo de comer, pero me lo llevo por el camino, ya que queremos salir lo más pronto posible y allí está Silvia, ya almorzando. Iba así:
















Yo: Que guapa sis.
Silvia: Lo mismo digo -le sonrió-.
Yo: ¿Nos vamos? -dije cogiendo un par de galletas-.
Silvia: Claro -me sonrió-.
Cogimos las maletas y las pusimos en el maletero de mi coche.
Nos montamos.
Silvia: ¿Lista para la aventura?
Yo: Más que eso -sonreí-.
Pusimos la música, los 40 principales.
Y con esas palabras dejamos nuestra casa atrás camino a Madrid.

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