Capítulo 10: "Es oficial".

NARRA ANDREA.
Estábamos tranquilos viendo la película, relajados, pero de momento llega la parte donde Babi y Hache lo hacen. Me empiezo a reír y Silvia también. Los chicos al darse cuenta también ríen.
Llegó el final de la película y a Silvia y a mi nos caían lágrimas, nos daba mucha pena que Pollo se muriera.
Me encantaba esa película porque es como una lección de vida, te enseña a que por mucho que quieras a una persona, por mucho que signifique para ti, en una milésima de segundo se puede marchar, para siempre, y no saber nada más de ella. Simplemente pierdes a esa persona, a esa persona que es tu todo.
También me gustaba por las frases que dicen, las frases me han marcado mucho, como la de 'cuando dejes de tener miedo empezarás a disfrutar' o esta 'y de repente de das cuenta de que todo ha terminado. Ya no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas... Mucho antes... y es ahí justo en ese momento cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo' esas son algunas, pero hay tantísimas que me encantan.
Terminamos de ver la película y estaba anocheciendo.
Carlos: Eh, chicos, Silvia y yo nos vamos a dar un paseo. ¿Os venís?
Dani: No gracias, nos quedamos aquí a cenar, ¿no? -me miró-.
Yo: Sí, sí, nos quedamos aquí -afirmé-.
Silvia: Pues nosotros nos vamos.

Cogieron las chaquetas y se fueron.

NARRA SILVIA.
Después de ver la película salimos dirección a la playa. Carlos quería ir porque ya que en Madrid no hay, quería disfrutar.
Por el camino me cogió la mano. Le miré y sonreí. Me alegraba ver que no se avergonzaba de mi, de estar juntos. Estar juntos, suena raro. Yo, Silvia, con Carlos, mi ídolo. Flipante, un sueño, todo es muy irreal.
Empezamos a mover las manos como cuando juegas a la barca en la comba.
Carlos: ¿En qué piensas? -me miró-.
Yo: Nada -le sonreí-.
Carlos: Silvia, si queremos que esto funcione debemos de hablar con sinceridad y no escondernos cosas.
Yo: En todo.
Carlos: ¿Qué?
Yo: Pienso en todo, en como mi vida a cambiado.
Carlos: ¿Y te gusta este cambio?
Yo: Sí, de momento sí.
Carlos: ¿De momento? -me miró extrañado-.
Yo: Sí, ya sabes, no sé como se lo va a tomar la gente. Tú sabes que a la novia de un famoso la insultan, y mucho, y yo no quiero ser insultada.
Carlos: ¡No lo serás!
Yo: ¿Y como lo sabes?
Carlos: Lo sé y punto.
Le miré y le sonreí.
Llegamos a la playa y nos sentamos en unas rocas a ver el atardecer.

Carlos: Pide un deseo más, dicen que si lo haces ahora, viendo como atardece se cumple.
Yo: ¿Es que puedo pedir más ahora? ¿En serio? Después de todo esto... no puedo pedir nada más.
Carlos: ¿Este era tu sueño?
Yo: A ver... mi sueño... sí, pero sabía que era imposible, así que yo solo pedía un novio que me quisiera, una persona que me hiciera sentir especial.
Carlos: Pues... ¡aquí me tienes! -me sonrió-.
Le abracé y nos dimos un beso. Pero fue un beso suave, con mucho cariño.
Carlos: Gracias por aparecer en mi vida.
Yo: Gracias a ti, gracias por cambiar mi vida.
Nos quedamos un rato más y luego fuimos a jugar con las olas.

Me cogía y me quería tirar, pero no podía.
Yo: ¿Sabes que como me tires mueres?
Carlos: ¿En serio?
Yo: Sí, es tarde y no me quiero mojar.
Carlos: -se quedó pensando-. Vale, venga vamos.
Salimos para afuera y se me quedó mirando.
Yo: ¿Qué? -sonreí-.
Carlos: Nada, me gusta mirarte -me sonrió-.
Yo: Ah vale, pues... nada, sigue mirándome.
Carlos: ¿Te molesta?
Yo: ¡No! Lo único es que me siento un poco... intimidada, eso es todo.
Carlos: Vale, pues no te miro, pero va a ser difícil, porque eres lo más bonito que hay en este lugar.
Yo: Que moñas eres cuando quieres.
Carlos: ¿Qué?
Yo: ¡Qué eres un moñas!
Empecé a correr ya que venía detrás de mi.
Corrí lo máximo que pude pero me cogió y caímos los dos al suelo. Empezamos a reír porque estábamos los dos, llenos de arena, él estaba encima mía, notaba su respiración. Me quedé mirándole.
Carlos: Quiero hacer oficial lo nuestro.
Yo: Hazlo.
Carlos sacó su móvil y le pidió a un hombre que pasaba por al lado que nos hiciera una foto.

Le dimos las gracias al hombre.
Carlos: Ahora la voy a subir a todos los lados diciendo que es oficial.
Yo: Vale -le sonreí y le di un corto beso-.
Carlos: ¿Volvemos para tu casa?
Yo: Vale, se está haciendo tarde.
Le sonreí y fuimos a mi casa.
Me gustaría saber que estarían haciendo Dani y Andrea. De Dani no me fío un pelo, está muy... necesitado. Sí, necesitado es la palabra.
Carlos: ¿Que estarán haciendo estos dos?
Yo: Ni idea, mira Instagram, a Dani le encanta subir fotos.
Carlos: Cierto.
Sacó su móvil y vio una foto. Me la enseñó.
Yo: Sin comentarios.
Carlos: A ver si vamos a ir e interrumpir algo...
Yo: ¿Nos vamos a cenar por ahí?
Carlos: Sí, mejor -rió-.
Y pensamos un sitio donde cenar, no muy elegante ya que íbamos en plan playero.


NARRA ANDREA.
Silvia y Carlos se han ido.
Yo: Bueno... ¿ahora qué? -me quedé mirando a Dani-.
Se encogió de hombros.
Dani: ¿Podemos hablar?
Afirmé y me senté en el sofá. Él se sentó a mi lado y puso su mano en mi rodilla y yo se las pasé por encima.
Dani: ¿Te gustaría tener una la de 3MSC?
Yo: Si te soy sincera... no.
Dani: ¿Por qué? Todo el mundo la quiere.
Yo: Yo no soy todo el mundo.
Dani: Cierto, tú eres mi mundo.
Le sonreí.
Yo: No quiero una historia como esa porque al final se acaba y no me gustan los finales. Porque no hay finales felices.
Dani: ¿No?
Yo: No, porque un final significa que se acaba, y yo no quiero que nada acabe.
Dani: Tienes razón.
Sonreí.
Dani: Y bueno, dime... ¿tu prototipo de chico?
Yo: Tú.
Dani: Wow, que directa.
Yo: ¿Para que mentirte? -me sonrojé-.
Dani: Quiero fotos, muchas fotos contigo.
Yo: ¿Te gusta la fotografía?
Dani: Para ser sincero... no, pero me encanta hacerme fotos con mi novia -me sonrió-.
Yo: Pues perfecto, porque a mi me encanta la fotografía -le sonreí-.
Sacó su móvil.
Dani: ¿Cómo nos ponemos?
Yo: Espera. Mejor vamos a mi habitación que tengo una pared blanca de fondo y van a quedar mejor -le sonreí-.
Dani: Vale -me sonrió-.
Subimos a mi habitación.
Yo: Apoya el móvil ahí -le dije señalando un mueble que estaba enfrente de la pared blanca, que desde ahí salían las fotos perfectas- y pon el temporizador.
Dani afirmó e hizo lo que le dije.
Nos pusimos.
Dani: Son diez segundos.
Yo: Vale -le sonreí-.
Dani: ¿Como nos ponemos? ¡Corre que va!
Yo: ¡Como quieras!
3, 2, 1. FLASH. FOTO.
No sabíamos ni como nos habíamos puesto.
Dani cogió el móvil y lo miró riéndose.
Yo: ¿Que pasa? ¿A que salgo mal?
Dani: ¿Bromeas? Me encanta la foto.
Yo: A ver, a ver.
Me la enseñó.

Me quedé flipada. Había salido tan natural.
Yo: No es un poco....
Dani: ¿Un poco?
Yo: Como decirlo...
Dani: ¿Guarra?
Yo: -reí-. Sí, eso.
Dani: Si bueno, es natural, así que la voy a subir a Instagram.
Yo: No te atrevas.
Dani: Tarde, ya está subida.
Cogí mi móvil y me metí en Instagram.
Salía la foto así: FOTO+¡me encantas!
Yo: ¿Sabes lo que acabas de hacer?
Dani: Um... sí, he subido una foto con mi novia, ¿no puedo?
Yo: No, sí si que puedes, pero prepárate para los comentarios.
Dani: Seguro que no dicen nada.
A los minutos empezaron a poner comentarios en plan:
-Madre mía que foto! Pero me encantáis!
Sonreí. A alguien le gustábamos.
-UIII, ME SÉ DE UNO QUE NECESITA SEXO, ANDREA, DÁSELO.
Reí muchísimo.
Dani: ¿Que pasa?
Yo: Mira -le enseñé el comentario-.
Dani: Pues no me vendría mal.
Le miré y le negué con la cabeza sonriendo.
Le contesté al comentario a la chica, le dije: Sé que necesita, pero no quiero ir con prisas. :)
Dani lo vio y me contestó: Tranquila Andrea, contigo no tengo prisas.
En seguida vinieron comentarios:
-Que bonicos sois.
-Que duréis mucho parejita.
-Dani, contesta a tus blues, ¿es oficial que sois novios?
Dani contesto: SÍ, ES MI NOVIA. :)

Oh dios mío, no sabía en la que se acababa de meter, no sé si voy a saber llevar las críticas, espero que sí.
Yo: ¿Tienes hambre?
Dani: Un poco.
Yo: ¿Preparamos pizzas?
Dani: Sí, será divertido -me miró y sonrió-.