miércoles, 11 de septiembre de 2013

Capítulo 43.

En cuanto la veo suelto la maleta y las dos mochilas que llevo y voy corriendo a abrazarla.
Marta: Andrea... que me ahogas -dice mientras me sonríe y nos separamos-.
Yo: Ya estamos las cinco, joder -sonrío-.
Mis amigas... las únicas que tengo, pero es que desde que salgo con Dani todas quieren ser mis amigas y no, porque vienen por interés y no me da la gana.
Se saludan todas.
Marta: ¿Quién lleva la llave?
Yo: ¡Yo!
Marta: Ah, hay algo para ti.
Yo: ¿Para mi? -la miré extrañada-.
Marta: Sí, estaba en las escaleras.
Me lo da.
Es una caja que pone 'para la más fea♥'. Que raro. Sé que es de Dani, solo me llama él fea.
La cojo.
Lau: ¿Que es?
Yo: Ni idea, pero vamos a organizar todo y la abro, que en media hora tenemos que estar en el comedor.
Entramos a la cabaña y nos organizamos las habitaciones. La cabaña no es que sea muy grande. El aseo es un poco pequeño, pero bueno, para tres días sobra. Y luego hay dos habitaciones, en cada habitación dos camas y una cama fuera, en el salón, que está pegado a la cocina, que la cocina más pequeña no podía ser.
No queremos que una se quede sola así que metemos todas las camas en una habitación, que se queda la habitación sin espacio, pero están las cinco camas pegadas y dejamos la otra habitación para cambiarlos y se nos ha quedado el salón, que tiene una mesa de madera con cinco sillas. También había una mesa de plástico con cinco sillas, que son para la terraza, las hemos sacado, así que se nos ha quedado el salón con espacio.
Las maletas las dejamos en la habitación libre. Nos cogemos cada una una mochila pequeña y metemos cámara, dinero y agua, y yo las llaves.
Alba: ¿Lleváis todas las pulseras blancas, no?
Silvia: Yo sí.
Lau: Y yo.
Marta: Y yo.
Yo: Yo también.
Alba: Vale, digo, como nos hayan puesto en grupos diferentes... se lía -rió-.
Tenemos las pulseras blancas, nuestro monitor es Lucas, no sabemos con quién vamos de los chicos.
Yo: ¿Nos vamos?
Silvia: No, no. Antes abres la caja -me sonrió-.
¡Ostras! Ya no me acordaba.
Cojo la caja que la había dejado encima de la cama, al lado de la maleta y voy al salón.
La abro y hay cinco pulseras y una nota.
En la nota ponía 'Fea, poneros todas las de tu cabaña éstas pulseras y por las noches podéis venir a nuestra cabaña, es la que está en la misma calle que el bungalow de producción, la misma parte, pero el último de todos, habrá un guardia, si os pregunta que queréis, enseñadle la pulsera que está avisado de que sois vosotras, ¡te espero fea!'. La leí en voz alta.
Marta: Que fuerte...
Yo: Lo sé..
Lau: Pues nada, nos pondremos las pulseras -sonrió-.
Nos pusimos las pulseras. Son de color azul, pero llevan una especie de código y un número.
Marta: ¿Nos vamos ya?
Yo: ¡Espera!
Me miraron extrañadas.
Yo: ¡La primera foto de MCA!
Sonrieron.
Nos hicimos una foto y la subí a Insta y de título puse 'Primer día de MCA con las más mejores :)'.
Guardé el móvil y fuimos para el comedor. Mientras subíamos todo el mundo nos miraba, pero es que ya me daba igual, que miren lo que quieran.
Llegamos al comedor y hay una gran cola, nos ponemos al final y poco a poco empezamos a avanzar.
Las que van delante de nosotras no paran de girarse. ¿Te doy una foto y te dura más o qué? Pero bueno, no quiero peleas ni nada aquí, así que paso.
Marta: Haber este año si está buena la comida.
Alba: Pues sí, que dicen que el año pasado estaba malísima.
Lau: Esperemos que este año no -rió-.
Silvia: De todos modos, tenemos el super, si queremos podemos ir a comprar cosas y eso.
Yo: Sí, depende como esté todo.
Entramos.
El comedor es super grande, hay 7 mesas super largas, que cabrán como 100 personas o así. La quinta mesa es más pequeña, cabrán unas 50 personas. Es más pequeña porque al lado está la mesa redonda de los chicos, hay 8 sillas. Cinco para ellos, una para Magí y la otra para Franchejo, creo, pero la otra no sé para quién es. Enfrente de la mesa de los chicos hay como un pequeño escenario y al lado un equipo de música con micros.
Nosotras nos sentamos en la segunda empezando por el final, pero lo más cerca del pequeño escenario.
Estamos sentadas así, en un lado, Alba y Silvia, en el medio, osea el final de la mesa, Marta, a su lado yo, y a mi lado Lau. Hay platos de ensalada y de arroz.
Marta: Venga, haber si traen algo más -rió-.
Silvia: Digo yo que estarán esperando a que vengan los chicos.
Yo: Eso espero, porque esto no está muy bueno, que digamos -digo mientras pruebo el arroz-.
Alba: Encima el pan está durísimo.
Lau: Se queda el tenedor hincado -rió-.
De momento se empiezan a oír chillidos. Ya están los chicos aquí.
Todas nos levantamos. Y empezamos a aplaudir.
Los chicos saludaron así por encima a la gente y se subieron al escenario y empezaron a hablar.











Dani y Carlos no paraban de mirar como si estuvieran buscando a alguien. Claro, a nosotras, me dice la voz de mi consciencia. Es verdad.
Me río porque estamos al lado del escenario, osea, casi al lado y no se dan cuenta. Que tontos.
De momento Carlos sonríe, ya está, ya ha visto a Silvia. Que monos. Se arrima así para nosotras.
Carlos: ¡Hola chicas! -sonríe-. Silvia -la mira-.
Se arrima a ella y le da un beso en la mejilla.
Carlos: No quiero tener movidas aquí -ríe-.
Silvia: Tranquilo, lo sé -le sonríe-.
Carlos: Bueno, ¿que tal?
Alba: Pues bien -ríe-.
Carlos: Ya está Alba con su humor -niega la cabeza riendo-. Y vosotras, Marta y Lau, ¿bien?
Lau: Sí, haber si nos traen la comida -sonríe-.
Carlos: Si eh, que tardan mucho, nos matan de hambre -se ríe-.
Marta: Como no, Carlos con hambre... que sorpresa -se ríe-.
Se oye de fondo a Dani.
Dani: Pero Carlos ¡deja de hablar y ven aquí! -se ríe-.
Carlos: Andrea, ¿tú bien?
Yo: Sí -le sonrío-.
Carlos: Me alegro.
Es raro estar ahora así con Carlos, no sé, después de pasar dos o tres días con él.
Carlos me tapaba, por lo que desde el escenario no se me veía.
Dani: ¡Pero Carlos! ¡Sube aquí! -le dice a Carlos-. Pues nada, que Carlos está sordo -le dice a los demás-.
Carlos: Ya voy, ya voy -se dirige a Dani-. Pues nada chicas, luego nos vemos -nos sonríe y le manda un beso a Silvia-.
Se va para el escenario y de momento me cruzo con la mirada de Dani.
Vaya, me estoy poniendo nerviosa.
Me giro por lo que ya no le veo.
Lau: Veinte, que viene para aquí tu chico -me guiña el ojo-.
Dios, tengo un nudo en el estómago, que nervios joder. ¿Por qué estoy nerviosa? No debería estarlo.
Por cierto, Lau y yo nos llamamos veinte porque la primera vez que Dani nos mencionó nos mencionó a las dos el mismo día, y desde ese día pues ya somos veinte.
Me tocan el hombro por detrás.
Me giro y me veo a Dani sonriéndome.
Dani: Hola fea.
Me levanto de la silla.
Yo: Hola -le sonrío-.
Tengo calor, ahora debo de estar más roja que un tomate.
Se me queda mirando. ¿Por qué me miras?
Se tira encima mía y me abraza y me sube por los aires.
Me baja.
Dani: ¿Lleváis las pulseras?
Le enseño la muñeca.
Dani: Vale, conforme vaya pasando el tiempo vamos hablando.
Yo: Vale -le sonrío-.
Tengo una mano en su hombro y él una en mi cintura.
Dani: Tengo ganas de que me des mi regalo.
Yo: Y yo de dártelo.
Dani: Bueno fea, me voy que me reclaman -me guiña el ojo y se va-.
¿Que haría sin él?
Me siento pero Alba me dice que Dani vuelve.
Me levanto haber que quiere.
Dani: Se me olvidaba esto.
Y me da un beso. Bueno, me da no, me roba un beso. Me quedo flipada. No quiero nada de esto aquí, no delante de toda la gente, por la noche si quiere, pero cuando no haya nadie, pero no delante de toda la gente porque ahora soy una más y se lo dije.
Me vuelvo a sentar.
Marta: Vaya.
Yo: Eso digo yo... ya hablaré con él, no quiero nada delante de todo el mundo y lo sabe.
Silvia: No te enfades con él por esa tontería.
Me miró y sé por donde va.
Pero vale no me enfado.
Nos empiezan a traer la comida y estamos comiendo, miro a Dani, está con el móvil. Carlos no para de mirar a Silvia, que chiquillo, la va a desgatar. Río ante mi pensamiento.
Marta: ¿que pasa?
Yo: Que Carlos va a desgastar a Silvia tanto mirarla -río-.
Alba: No te quito la razón.
Silvia: Pavas.
Reímos.
Me vibra el móvil. Lo saco y es un mensaje de Dani.
Lo miro. Me mira y vuelve la mirada al móvil, está serio.
¿Que quiere ahora?



1 comentario:

  1. Estoy leyendo esto cuando hace un año de MCA y me tienes llorando :') jajaja ay que recuerdos. Además yo también era pulsera blanca solo que con la otra monitora

    Pd la novela esta geeeenial me esta encantando, un beso!

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