lunes, 30 de septiembre de 2013

Capítulo 47.

Párate a pensar... todo tú futuro, tú vida... depende de una sola decisión.
Quiero hablarle, pero no me salen las palabras.
Dani: ¿Quieres que hablemos mejor en un sitio privado?
Yo: Vale.
Vale... es lo único que puedo decir. Se me va a salir el corazón por la boca, no sé que me pasa. Es como si todo empezara de nuevo.
Guardo la guitarra y nos levantamos.
Yo: Antes tengo que ir a dejar todo esto.
Dani: Vale, vamos pues -me sonríe-.
Cojo la guitarra, la toalla y la libreta y vamos dirección a mi cabaña.
Salimos de la piscina. Mi cabaña está bastante lejos.
Dani: Intenté que te pusieran enfrente de la mía, pero no me dejaron.
Yo: Ya..
Silencio. Otra vez silencio. Un silencio muy muy incómodo.
Dani: Eh... ¿hay alguien en tú cabaña?
Yo: Creo que están todas.
Dani: Vale, pues no sé, en mi cabaña supongo que estarán los demás... ¿buscamos luego un sitio mejor?
Yo: Vale -le sonrío-.
Por una vez, no finjo sonreír. Creo que todo se va a arreglar y que todo va a estar bien, pero no lo quiero pensar, porque luego se fastidia. Luego todo se tuerce.
Llegamos a mi cabaña y todo.
Me abre Carlos.
Yo: Em.. hola -sigo en shock-.
Carlos: Buenaaaaaaas.
Se aparta de la puerta y entro y están solo Silvia y Carlos.
Dani: No interrumpimos nada, ¿no? -dice detrás mía-.
Silvia: Anda, pasad.
Pasamos.
Yo: Vengo a dejar la guitarra y eso, nos vamos ya.
Silvia: Tranquila, estábamos hablando.
Dani: Sí, sí... hablando -dice en voz baja-.
Lo miro, me río y empieza a reírse. Con una mirada nos lo hemos dicho todo y estamos riéndonos como dos tontos.
Carlos: Estáis tontos eh -ríe-.
Dani: Supongo que el amor te atonta -sonríe-.
Vaya, una declaración.
Sonrío y dejo las cosas en mi habitación.
Carlos: Esperaros, queremos deciros algo.
Dani me mira como si yo supiera algo, le niego con la cabeza como diciéndole que no sé nada.
Nos sentamos en unas sillas y Silvia y Carlos en el sofá.
Silvia: ¿Tú o yo? -le dice a Carlos.
Carlos: Tú mejor -sonríe-.
Madre mía. ¿Qué tienen estos pensado ahora? Dios. O qué han hecho.
Silvia: Pues... como ya sabréis... las cosas nos van muy bien.
Dani: Somos conscientes de eso -me mira y sonríe-.
Silvia: Pues hemos pensado en irnos a vivir juntos.
Yo: ¿Qué?
Carlos: Sí, que Silvia se venga a mi casa en Madrid.
Yo: No la van a dejar.
Silvia: En llegar voy a hablar con mamá y papá.
Yo: Ya estás matriculada en el instituto, no vas a poder.
Silvia: Sabes que ese no sería el problema porque mamá y papá conocen a muchísima gente y me podrían meter en cualquier instituto, y más que es bachiller.
Yo: ¿Y crees que te van a dejar? Eres menor.
Carlos: Eso sería todo hablarlo.
Yo: Haced lo que queráis, pero no la van a dejar.
Silvia: ¿Tanto te jode?
Yo: ¿Qué?
Silvia: Que si tanto te molesta que nos vayamos a vivir juntos.
Yo: No, si me alegro por vosotros, pero que no te van a dejar.
Silvia: Por intentarlo no pierdo nada.
Yo: Vale -me levanto de la silla-. Dani vamos.
Salgo de la cabaña.
Dani: ¿Dónde vamos?
Yo: No conozco mucho este sitio, tú que lo conoces más dirás donde.
Dani: Vale, pues... no sé.
Yo: Vale, pues andamos sin rumbo.
Dani: Ya encontraremos un lugar.
Yo: Pues no sé, vamos a dar una vuelta.
Dani: Vale.
Vamos por un camino de carretera sin rumbo.
Pasamos por el súper que hay en el camping.
Dani: Vamos a entrar un momento.
Yo: Vale.
Entramos y es tarde, pero hay como unas doce o así auryners por allí.
Yo: Dani, no deberíamos.
Dani: ¿Por qué? Me da igual que nos vean juntos. Para algo somos novios, ¿no?
Yo: No lo sé Dani, ya lo sabes.
Dani: Bueno vamos -me coge de la mano-.
Estamos dando vueltas por el súper, no sé que quiere comprar ahora, pero bueno.
Nos paramos enfrente de la nevera.
La abre y coge un Monster azul.
Yo: ¿En serio te gustan? Llevan semen de toro.
Dani: Tonterías, está buenísimo, y te da energía, que la voy a necesitar -me guiña un ojo-.
Yo: Bueno... ya veremos -le sonrío-.
Dani: -me coge de la cintura- Oh vamos, sé que quieres -me sonríe-.
Yo: No se lo crea tanto señor Fernández.
Me despego de él.
Yo: Hay gente mirando.
Se gira y vemos a las doce auryners mirando.
Dani: ¡Hola chicas! ¿Una foto?
Le doy un codazo.
Dani: Au.
Yo: Eso por tonto.
Se nos arriman.
X: Que sí, que queremos la foto -se ríe-.
Dani: -me coge- Pues nada, empezar a hacernos que nos vamos.
Empiezan a hacernos.
¿Hola? Flipo.
Yo: Vámonos.
Dani: Bueno chicas, nos vemos mañana, ¡adiós guapas!
Yo: ¿No tienes que coger nada más?
Dani: No, ¿tú quieres algo?
Me quedo mirando alrededor.
Yo: Espera.
Voy a la zona de dulces y cojo dos chupa-chups azules. Vuelvo con él.
Yo: Esto -se los doy-.
Dani: Buena elección.
Vamos a la caja y paga.
Salimos del súper y me vuelve a dar la mano.
Echaba de menos su contacto, su mano es tan suave, tan protectora.
Me empieza a acariciar los nudillos con el pulgar. Se me ha vuelto la respiración irregular.
Se ha abierto el Monster y se lo bebe mientras andamos.
Dani: Podemos ir a la Dehesa, ahí hay césped y podemos sentarnos bien.
Yo: Vale.
Llegamos a la Dehesa y nos sentamos debajo de un árbol.
No tengo ni idea de que hora será, pero más o menos... las dos o así.
Yo: ¿Qué hora es?
Saca el móvil.
Dani: Las tres menos cuarto.
Yo: Vale.
Dani: Quiero fotos.
Y empieza a hacer fotos. En algunas salgo haciendo la tonta, en otras sonriendo, en otras 'enfadada'. Voy a darle un beso en la mejilla para la foto. Me gira la cara. Le doy un pico.
Me quedo mirándole a los ojos, la distancia es corta entre nosotros. Noto su respiración.
Me coge y pone a encima de él. Se lanza sobre mi. Mi boca lo anhelaba. Me mete la lengua. Le acepto sin dudarlo, lo echaba de menos. Me coge más abajo de la espalda para pegarme más a él, pero sin dejar de besarnos. Le cojo de los hombros. En mitad del beso sonrío.
Dani: ¿Qué? -me besa y me sonríe-.
Yo: Que eres tan enano.
Se hace para atrás.
Dani: Tú también eres una enana.
Yo: Pero tú enana -digo haciendo hincapié en el tú-.
Dani: Lo sé. Eres mi enana, mi fea... mi todo.
Yo: Tú eres mi feo, mi enano, mi rubio... mi todo.
Dani: ¿Significa esto que vuelves a ser mía?
Yo: -elevo los hombros- Supongo.
Me levanta y nos ponemos de pie. Me abraza y me vuela por los aires. Estamos dando vueltas. Sí, todo arreglado. Espero que por esta vez no se vuelva a fastidiar. Más que nada porque no sé si seré capaz de soportarlo.
Estoy riendo por los aires.
Me baja.
Dani: Gracias, gracias por quedarte a mi lado.
No sé que decirle así que le beso. Si queréis un consejo, cuando no sepáis que decir, besar. Besar siempre será la solución.
Dani: Y ven, vamos a hablar unas cosas.
Trago saliva. ¿El qué? Si ahora todo está bien, ¿no?
Nos volvemos a sentar.
Dani: Lo de Carlos y Silvia, que se van a vivir juntos, ¿por qué te lo tomas así?
Yo: No me lo tomo a mal, lo contrario, me alegro por ellos, pero que no le van a dejar.
Dani: Sabes que si quieres puedes venirte a vivir conmigo.
Dios, vivir juntos. Eso son palabras mayores.
Yo: Ojalá, ya tengo todo en Alicante, no puedo irme así sin más.
Dani: No quieres, que es diferente.
Yo: No, sí quiero, pero me queda solo un año, y ya me podré ir.
Dani: Pues habrá que esperar un año, ¿no?
Yo: Supongo.
Dani: No quiero que volvamos a discutir.
Yo: Ni yo...
Dani: No sabes lo mal que lo he pasado.
Yo: No te imaginas lo que he pasado.
Dani: Siento lo de María.
Yo: Imagínate que yo besara a... no sé, a David, ¿cómo te sentirías?
Dani: Traicionado.
Yo: Así me sentí yo. Incluso peor.
Dani: Lo sé, y rompí mi promesa. La promesa de que nunca iba a hacerte daño.
Me quedo callada. Es verdad.
Dani: Pero mira que he hecho.
Se pone de pie y..

domingo, 22 de septiembre de 2013

Capítulo 45 y 46.

Pero lo que no esperábamos era cruzarnos con Dani.
Por primera vez, le miro a los ojos. Se le oscurecido la mirada, creo que está furioso enfadado.
David: Eh.... -se rasca la cabeza por detrás- yo me voy, luego nos vemos -me da un beso en la mejilla y se va-.
Dani y yo estamos frente a frente. ¿Qué hago? ¿Qué le digo?
'Eh' -decimos a la vez.
Sonreímos.
Yo: No, tú primero, dime.
Dani: No, no. Dime tú.
Yo: Que no, dime tú.
Dani: Vale -sonríe-.
Sonrío. Esa sonrisa joder. Yo daba mi vida por ver esa sonrisa, ¿y ahora? Pienso en el beso con María. Ella siempre me ha dicho que no quería nada con Dani y ahora esto, no te puedes fiar ni de tu sombra.
Pero caigo a la cuenta de que le perdonaría hasta lo imperdonable sólo porque no quiero perderle. Se está haciendo de tarde, el sol está bajando. Ahora que los días van siendo más cortos y el frío está llamando a la puerta, me paro a pensar; aunque probablemente este haya sido uno de los mejores veranos de mi vida me ha hecho aprender. De hecho he aprendido que las personas van y vienen de tu vida, que hay que saber quién merece tu confianza y quién no, que los para siempre suelen convertirse en un 'para un tiempo'. De igual forma, me he dado cuenta que la vida puede cambiarte en un instante con una simple decisión, que no es bueno acostumbrarse a nada y que no hay que obligar a nadie a quedarse en tu vida. Las cosas, las personas, los sentimientos cambian, pero lo que está destinado a ser de una forma, tarde o temprano lo será. Solo espero poner en práctica en esta nueva etapa de mi vida todo lo que en este tiempo he ido aprendiendo, y sobre todo, espero no equivocarme ni en cuanto a decisiones ni en cuanto a personas, pero no se puede luchar contra el destino, lo que sucede, sucede.
Dani: ¿Podemos hablar?
Yo: Claro, tú dirás.
Dani: Vamos mejor a mi cabaña.
Vamos a su cabaña en un silencio muy incómodo.
Entramos.
Yo: Eh... ¿me dejas algo de ropa? Voy un poco mojada.
Dani: Sí, ven.
Va a su habitación, supongo, y le sigo. Es como la nuestra, sólo que un poco más grande.
Coge su maleta y la pone encima de la cama. La abre.
Dani: Coge lo que quieras.
Yo: Mejor si me lo das tú.
Dani: Vale.
Se arrima y me da una camiseta de manga corta muy larga.
Dani: Para estar aquí de mientras que se seca la ropa, te vendrá bien -me la da-.
Me quito toda la ropa y la dejo en el suelo. Las bragas y el sujetador también los llevo empapados, pero no me los quito. Me pongo la camiseta y me llega, más o menos, por el culo. Salgo afuera y dejo la ropa como tendida, haber si hay suerte y mientras hablamos se seca.
Tengo que ser fuerte mientras hablo con él, no quiero que me vea mal.
Nos sentamos en la mesa del 'salón'.
Dani: Me han dicho personas que te han visto llorar...
Yo: Sí, bueno. Ya sabes que soy muy sensible -le digo por poner una excusa-.
Dani, mi vida, lloro porque no quiero perderte, pero sin embargo, me haces daño, ¿qué voy a hacer contigo?
Dani: ¿Quieres llorar? ¡Vamos, hazlo! Es bueno. Desahógate, dime todo lo que piensas.
No, no voy a llorar delante tuya. Me empieza como a faltar el aire, inicios de llorar. No Andrea, vamos, aguanta.
Yo: ¿Has leído la carta? -logro decir en un hilo de voz-.
Dani: No he sido capaz.
Yo: Lee la ahora, en voz alta, por favor.
Dani: Espera.
Se levanta y vuelve al minuto con la carta.
Dani: ¿Seguro que quieres que la lea en voz alta?
Yo: Sí, por favor.
Dani: Vale.
Abre mi carta y empieza a leer.
Dani: Hola feo. No sé que decirte, sabes que no soy de hablar mucho, que soy más de demostrarte las cosas, pero quiero que esta carta la guardes, incluso cuando no estemos juntos, quiero que la guardes para siempre y que cuando estés mal, hundido, triste, la leas y recuerdes todos los momentos juntos que hemos vivido, que de momento son muchos, pero pocos comparados con los que nos quedan. Si algún día la lees y no estamos juntos... quiero que sepas que has sido de las únicas personas capaces de hacerme sonreír, día a día, a pesar de cuando estabas lejos y era una simple fan más, pero por algún motivo, se acabó todo, se acabó eso de estar juntos, de ser tú fea, no quiero que esto pase, quiero que estemos siempre juntos, siempre, pase lo que pase, porque nadie va a hacerme sentir como tú lo haces, estoy segura. También estoy segura de que nunca podré olvidarte, quizás en unos años, yo esté con otro chico y tú con otra chica, pero que ahí no te habré olvidado, quizás te haya sustituido, pero no te olvidaré, siempre serás tú, siempre serás la primera persona que esté en mi mente por la mañana y la última por las noches, que cuando me digan 'pide un deseo' pediré 'volver con mi feo', pero voy a dejar de decir eso porque estamos juntos. Mira todas las fotos que te he dado -las mira y sonríe-. Son de algunas firmas, cuando era una más, ¿ves como nos sonreímos? Siempre me decían que íbamos a acabar juntos, yo me reía porque piénsalo, ¿quién piensa que algún día podría salir con su ídolo? Es irreal, imposible, un sueño. Mi primer problema cuando te vi fue que me enamoré de ti, ese siempre ha sido mi problema, porque NADIE debería enamorarse de su ídolo porque eso te mata por dentro. Está a kilómetros de ti, para él eres una fan más, pero sin embargo... mírame, saliendo contigo, ¿quién lo diría? Bueno, lo dirán muchos -para y respira. Sigue-. Muchos me decían que estaríamos juntos, otros sin embargo se reían de mi porque yo también decía 'sí, saldré con Dani, lo tengo loquito' y quizás tú no te acordabas de mi, pero da igual, yo era feliz. Ahora toda esa gente se dará cuenta de sus palabras y se las tragarán. Pero eso, que ya sabes que te quiero mucho, que eres lo mejor, que pase lo que pase, lo superaremos, NADA ni NADIE nos separará, porque juntos somos INVENCIBLES. La distancia no va a ser un problema, porque así luego te veré con más ganas (no pienses mal que sé como eres). Ves, ahora mismo, no estás ni a mi lado y ya me has hecho sonreír. Ese es tu don. Así que pase, lo que pase, tú y yo, juntos, por siempre, RECUERDA ESO.
Te quiere, tú fea. Andrea.
PSD: Te quiero ver la gorra puesta a todas horas eh♥
Me mira. Estoy sin palabras. Tengo un nudo en la garganta. Ahora solo quiero llorar. En la carta le he dicho que nada ni nadie nos separará y sin embargo, mira como estamos ahora.
Dani: Andrea... no sé que decir.
Yo: No hace falta que digas nada.
Se pone de pie, yo también. Me coge de la cintura y me va a besar. Le aparto la cara. No puedo.
Yo: Lo siento...
Y salgo por la puerta corriendo, dejándolo ahí, solo.
He dejado allí mi ropa, no me importa, solo quiero llorar contra la almohada.
Me encuentro a un montón de gente por el camino pero las ignoro.
Llego a la cabaña y abro. Están las chicas haciendo el cartel y riéndose. En cuanto me ven dejan de reírse y me miran fijamente.
Marta: ¿Que haces así?
Me miro, voy solo con la camiseta de Dani y unas zapatillas.
No puedo contestar.
Lau: ¿Otra vez te ha hecho llorar?
Yo: No es él, soy yo.
(Poned esta canción mientras leéis esto)
http://www.youtube.com/watch?v=My2FRPA3Gf8&list=RD02My2FRPA3Gf8
Y no digo nada más, me meto al aseo y me quito la camiseta de Dani, la dejo encima del retrete y la me meto a la bañera.
Me siento y el agua me cae desde arriba. Ahora puedo llorar sin que nadie me oiga y me vea. ¿Es este el final? No quiero que sea el final, no, no quiero. ¿Que voy a hacer sin él? ¿Se ha acabado todo por una carta? ¿Ha terminado nuestra relación después de la carta? En esa carta estás mintiendo Andrea, me dice la voz de mi conciencia. Lo sé, le he dicho que nada ni nadie nos va a separar y... y miradnos, estamos apunto de romper... o ya no estamos juntos. Mi niño. ¿Que voy a hacer sin sus abrazos? Me quedo debajo del chorro un poco más, sin pensar en nada, mirando al frente de la bañera, pero tengo que salir. Me ducho deprisa y salgo. Me enrollo una toalla en el cuerpo y otra en el pelo y cojo la camiseta de Dani. La huelo. Huele a él. La abrazo. La vuelvo a dejar con cuidado en una estantería que hay en el aseo y me seco. Salgo enrollada en la toalla a por ropa interior limpia. Me la pongo y vuelvo al aseo. Las chicas me observan, pero no me dicen nada.
Me desenredo el pelo y enchufo la plancha para se caliente.
Me pongo un short muy corto y la camiseta de Dani. Me viene gigante, pero me da igual, la quiero llevar. Necesito sentirlo cerca y esta es la única manera. Mentira tonta, si quieres puedes ir a su cabaña, decirle que estás bien y todo será como antes, me vuelve a decir la voz de mis consciencia. ¿Y qué pasa con el beso de María? ¿Olvidamos todo? No.
Cojo la plancha y empiezo a plancharme el pelo.
(Quitad la música).
Una hora más tarde ya he recogido todo el aseo y estoy en la puerta con las chicas esperando a que salga Lau, que nos vamos a cenar.
No tengo hambre. Nada de hambre. Lau ha salido y vamos para el comedor.
Ya les he contado a las chicas lo que ha pasado en su cabaña, y lo de que David me había mojado.
Después de cenar tenemos el concierto acústico.
Entramos al comedor y nos sentamos. Ahora estamos justo al lado de los chicos. Justo, justo. Estamos así: en un lado Alba, Silvia y Marta, al otro lado Marta y yo. Yo estoy justo en la esquina, osea que al lado tengo a un chico, no sé cuál de todos se pondrá.
Nos sentamos y esperamos un poco a que vengan los chicos.
Vienen y hablan un poco y la gente no para de chillar. Me duele mucho la cabeza.
Se sientan. Justo a mi lado, pero en su mesa, se sienta David, al lado Dani, osea que es como si los tuviera al lado a los dos, porque están lo que son pegados, y su mesa al ser redonda. A sus lados Álvaro, Carlos y Blas. Javi, Franchejo y Magí están enfrente de Dani y David.
David se gira y nos mira. Sonríe.
David: Que bien te queda esa camiseta.
Dani se gira.
Dani: Es mía.
No les contesto.
Magí les llama la atención, así que se tienen que girar. Están tan pegadas las mesas que oigo lo que dicen.
Dani: No sé si voy a poder dar el concierto esta noche tío.
David: No podemos fallarles, están aquí por nosotros.
Dani: Lo sé bro, pero no puedo más. Hace más de dos días que no la abrazo.. la necesito.
David: Esta noche, bro, esta noche habla con ella.
No quiero escuchar más.
Nos empiezan a traer los platos de comida. Me da angustia hasta mirarla. Tengo mucho calor, necesito aire.
Silvia: Andrea, tienes que comer algo.
Marta: Has comido poquísimo, y ahora no comes nada. Come.
Yo: No tengo hambre.
Alba: Andrea en serio, come algo.
Lau: Veinte, por favor, come.
Yo: Ahora vengo -les sonrío desganadamente-.
Voy al aseo, tengo calor, me duele la cabeza y no tengo nada de hambre y en el comedor hace muchísima calor, hay mucho ruido y me 'obligan' a comer.
Estoy enfrente del espejo y me he mojado un poco la nuca y la cara, con cuidado de no mojarme el pelo, porque se me riza.
Me miro al espejo. Estoy pálida, tengo muchas ojeras y en mis ojos veo tristeza. Me doy asco. Normal que Dani bese a María, mírame, ¿quién va a querer a alguien como yo? Se abre la puerta del aseo y me quedo mirando. Es Dani.
Dios, no, por favor. No puedo hablarte ahora como estoy.
Yo: Me parece que te has equivocado de aseo -digo mientras me apoyo en el lavabo-.
Sonríe.
Dani: Puede ser, no te digo que no.
Me quedo mirándole. Le miro a los ojos.
Dani: Eh... -se toca la parte de atrás de la cabeza- ¿podemos hablar?
Yo: Claro, dime.
Dani: Sé que este no es lugar ni nada... pero necesito decirte eso.
Se me para la respiración.
Yo: Di, dime.
Da un paso hacia delante, así que ahora quedamos frente a frente.
Me coge la mano.
Dani: Lo siento tanto. No sé que me pasó.
Dios, quiero abrazarlo. ¡Hazlo tonta! Me dice la voz de consciencia. Así que lo hago. Lo abrazo y empiezo a llorar en sus brazos. Te voy a echar tanto de menos pequeño, no lo sabes bien.
Me separo de él y me limpia las lágrimas.
Yo: Dani... lo de la carta, que todo eso es verdad, y me sigue pasando todo, a pesar de lo que has hecho -sonríe-. Pero...
Los pero's siempre joden todo. Te quiero pero... Eres guapa pero... Eres increíble pero... Quiero estar a tu lado pero... Los pero son lo peor, nunca he querido decirlo, pero ahora sí, ahora tengo que decírselo.
Cojo aire. Le cojo las manos.
Yo: Pero va a ser mejor que nos demos un tiempo.
Dani: No...
Yo: Va a ser lo mejor para los dos.
Dani: No... no puedes irte de mi lado.
Las palabras, ahora, me duelen más que cualquier bofetada. Me estoy muriendo por dentro. ¿De verdad lo estás dejando? No es adiós, es un hasta luego, pero va a ser lo mejor para los dos. Para que nos podamos aclarar. Ahora solo nos estamos haciendo daño mutuamente.
Yo: No es un adiós, es un hasta pronto, ¿vale?
Dani: No, por favor. No te vayas de mi lado.
Lo miro. Cierro los ojos. Ahora solo se oyen nuestras respiraciones.
Yo: Lee la carta, y piensa que estamos bien, volveremos... pero necesito tiempo.
Dani: ¿Tiempo? ¿Para qué?
Yo: Para pensar en nosotros. Ahora solo nos estamos haciendo daño.
Dani: ¿Todo acaba con una carta?
Suspiro.
Yo: Adiós, Dani -le doy un beso en la mejilla y salgo del aseo-.
Dani: No... te necesito.
Hago como que no lo he oído y vuelvo al comedor. Me siento y al minuto aparece Dani y se sienta en su sitio.
Marta: ¿Todo solucionado? -me sonríe-.
Ojalá.
Yo: Nos hemos dado un tiempo.
No dicen nada. Tampoco hay mucho que decir.
Yo: Es mejor para los dos, nos estábamos haciendo daño mutuamente.
Lau: ¿Lo sigues queriendo?
Yo: Más que vida -sonrío-.
Dani se gira y me mira. Noto su mirada sobre mi. No puedo.
Yo: Me voy a la cabaña a cambiarme. Os espero allí.
Me levanto y me voy a la cabaña.
Llego y me tumbo en mi cama.
¿Y si luego él no quiere volver? Andrea, la has cagado. Cómo luego él no quiera volver ¿qué? Madre mía. Sí que la he liado. Quiero estar con él. Me da igual lo de María. Me da igual todo lo que haya pasado. Ahora solo quiero estar con él. Lo necesito.
Cojo el móvil y veo la última conexión de Dani. Está en línea.
'¿Podemos hablar?' le digo.
En seguida me contesta.
'Sí'.
'Ven a mi cabaña'.
'Magí no me deja, ven a la mía en diez minutos'.
'Vale'.
'Te espero, con ganas'.
Y dejo el móvil. 'Te espero, con ganas'... analizo la frase. Me espera y con ganas, va a querer volver.
Me arreglo un poco el pelo, me pongo gloss y un poco de rimen. Voy para su cabaña porque está bastante lejos de la nuestra. Estoy nerviosa. Ahora mismo se me ha olvidado todo, solo lo quiero a él. A mi lado. Me da igual todo. Lo que haya hecho, lo que hayamos hablado. Hemos estado como casi un día sin estar bien y no puedo más. Tengo ganas de pasármelo bien con él, que me haga sonreír, que me abrace. Lo necesito a mi lado. No puedo estar sin él, ya lo he comprobado.
Llego a su cabaña con el corazón en el boca. Toco y me abre Magí.
Yo: ¿Está Dani?
Magí: No puedes verle ahora.
¿Qué? ¿Por qué?
Yo: Hemos quedado, necesito hablar con él.
Magí: ¿Sabes como está por tu culpa? No puede ni cantar, no sabemos si va a poder dar el concierto de esta noche, que de hecho es en una media hora y está hundido y no para de llorar.
Se me hace un nudo en el estómago y se me encoge el corazón.
Yo: Magí, por favor, es importante.
Magí: Andrea, sabes que nunca me he metido en estos temas con los chicos, y lo sabes perfectamente, pero es mejor que no te vea ahora.
Magí tiene razón.
Yo: ¿Está mal?
Me afirma con la cabeza.
Mira que le has hecho, ves como está mejor sin ti, así nunca más le podrás hacer esto, me dice la voz de mi consciencia. Tiene razón, está equivocada, de nuevo, pensando que podríamos volver ahora.
Me cae una lágrima.
Yo: Vale.. solo dile que recuerde siempre la carta, por favor.
Y me voy, derramando lágrimas de nuevo.
Llego a la cabaña y están todas esperándome para que abra la cabaña.
En cuanto me ven me abrazan.
Lau: Esto no puede seguir así... estás a todas llorando, no es bueno.
Alba: Nada bueno.
Yo: Estoy bien -digo mientras me limpio las lágrimas-. Vamos -abro la cabaña-.
Entramos sin decir nada.
Empezamos a arreglarnos para el concierto acústico.

Me he puesto un pantalón negro alto con una camiseta de encaje blanca por dentro y unas sandalias. Silvia lleva un vestido blanco sencillo con unas sandalias también. Marta lleva un pantalón vaquero alto, corto, con un top de flores y sandalias. Alba lleva un pantalón vaquero largo con un top rosa y un chaleco vaquero con 'converse' blancas y Lau lleva una camiseta de flores de tirantes con un pantalón blanco y sandalias.
Parece que estoy mejor... bueno, al menos ya no lloro. Creo que es porque no me quedan lágrimas.
Vamos para el comedor, porque es ahí el concierto, han quitado las sillas y las mesas, así que estaremos sentados en el suelo.. Llegamos a la cola y no hay nadie, unas cuatro o cinco personas solo. Nos sentamos y esperamos a que llegue la hora.

Ya estamos casi todas, o eso creo, en la cola. Estamos entrando. Entramos y nos sentamos en primera fila, nos ponemos más al lado derecho. Empieza a entrar toda la gente y se van sentando.

A los diez minutos apagan las luces y aparece Franchejo.









Nos dice que van a cantar 'viral', que aún no está estrenada. Sólo se cantó un trozo en 'La mar de noches' y dice que no podemos grabar nada, ni llamar a nadie en la canción porque la van a cantar exclusivamente para nosotros. Todo el mundo le dice que vale, espero que nadie lo grabe, sería algo muy decepcionánte de la fan. Franchejo se va del escenario y aparecen los chicos. Se sientan en las sillas. No, mierda, joder. Lo sabía tío. Dani se ha sentado justo en la esquina, enfrente mía, no. Le quito la mirada y miro a David. Me sonríe. Le sonrío, como puedo, y miro al suelo, no quiero mirar.
Álvaro: Hola chicos, pues nada, que ya sabéis que este concierto va a ser única.
Blas: Y especial, sobre todo especial.
Carlos: Ya habéis oído lo que ha dicho Fran, en 'viral' todo apagado eh -sonríe-.
David: Confiamos en vosotros, así que nada, empezamos.
Dani no dice nada.
Carlos: Eh, espera, que se nos olvida decirles una cosa.
David: Anda, es verdad -sonríe-.
Álvaro: En este concierto vamos a cantar solo las de ER, porque fue el principio de algo muy grande, así que eso.
Blas: Esperamos que disfrutéis tanto como lo haremos nosotros -sonríe-.
Empiezan a cantar 1900, empezamos con energía. Dani creo que no me ha visto, mejor, no quiero que me vea.
Cantan 'Volver'. No puedo con esta canción. Empiezo a llorar y Lau no para de abrazarme. Lau ha aguantado todos mis bajones, ha aguantado todos los insultos 'enchufadas' 'putas' y mucho más. Siempre ha estado ahí.
No puedo más, en serio. Tengo que salir de aquí. Esta letra, cuenta todo lo que nos pasa, todo, es casi lo mismo. Me identifica tanto. Dani no está muy apagado en esta canción. Me alegro por él. Pero yo no puedo parar de llorar.
http://www.youtube.com/watch?v=lsyz6aYRU_A
Ahora están cantando Las Night On Earth. Parece que todo se ha animado un poco. Menos mal.

Estoy más animada, Dani parece que también.
David: Ahora vamos a cantar una canción muy especial para todos.
Carlos: Cartas entrelazadas.
No, por favor, cartas entrelazadas no, por favor. Aún recuerdo las palabras de Dani, ¿Todo acaba con una carta? Dios, por favor, no puedo. Empiezan a cantar, no puedo, en la primera frase me he levantado, Dani me ha visto, básicamente me ha visto todo el mundo. Me he quedado al final, se ve todo igual que delante, pero ahora no me ve nadie, o eso creo. No puedo parar de llorar. Estoy con los ojos cerrados, solo oyendo sus voces.
http://www.youtube.com/watch?v=nXKy3kJQ7is
Dani ha llorado, no, joder, no. Se ha hundido, está así por mi. Lo he destrozado. Yo no quería que esto pasará. Ha terminado la canción, no puedo más. Salgo corriendo mientras todo el mundo me mira.
Me he sentado en un banco de fuera del comedor, se sigue oyendo todo el concierto.
¿Que va a ser de nosotros? Tengo que saberlo y no me dejan hablar con él. En una parte lo entiendo, mirad como está.
Me tocan el hombro por detrás. Me giro. Es Magí.
Magí: ¿Me puedo sentar?
Yo: Supongo.
Se sienta a mi lado.
Magí: ¿Cómo estás tú?
Le miro y sonrío irónicamente.
Yo: Cuando pienso que todo está bien, caigo de golpe.
Le miro.
Yo: No puedo más -y empiezo a llorar-.
Estoy arta de llorar.
Magí me abraza.
Magí: Estáis los dos igual de mal, tenéis que solucionar esto.
Yo: Lo sé.
Magí: ¿Pero estáis juntos?
Yo: No... le he dicho que necesitaba tiempo.
Magí: ¿Por qué? ¿Que ha pasado?
Yo: María, su mejor amiga.
Magí: Sí.
Yo: Dani la ha besado porque se va fuera a estudiar.
Magí: Y tú le has dicho que necesitas tiempo, ¿no?
Yo: Exactamente.
Sonríe.
Magí: Estáis completamente locos el uno por el otro.
Yo: No puedo estar sin él...
Magí: Ni él sin ti.
Yo: Pero es que no me demuestra nada, y ahora esto de María... yo tengo mi límite y exploto.
Magí: Que es lo que te ha pasado ahora.
Yo: Sí...
Magí: Deberíais de hablar y aclarar todo.
Yo: Quiero volver con él, pero es que pienso en lo de María y algo me tira para atrás.
Magí: Arreglarlo, por el bien de todos.
A lo mejor arreglarlo es no volver nunca.
Ignoro ese pensamiento.
Magí: Anda, vamos para dentro que hace frío.
Él entra por una puerta y yo entro por la que he salido. Me quedo en una esquina. Están despidiéndose.
Dani me mira. Le miro. Le quito la mirada pero noto que me sigue mirando.
Se van. Espero a que las chicas vengan.
Vienen, me ven. Les explico lo que ha pasado.
Marta: Hablad ahora... y haber que pasa.
Silvia: Sí.. será lo mejor.
Alba: Y si no Carlos, más mono.
Yo: ¿Y eso?
Silvia: Nada, calla Alba -sonríe-.
Se nota que está super bien con Carlos, que envidia. Envidia pura.
Marta: Pues después de 'Still' Carlos le ha dicho 'para siempre'.
Yo: Oh, que bonito. Me alegro.
Silvia: Anda, vamos para la cabaña.

Vamos para la cabaña y en llegar allí nos ponemos los pijamas.
Mi pijama es de besos, la parte de arriba naranja y la de bajo verde, es muy corto el pantalón, se me ven los cachetes del culo y la camiseta es de tirantes. Los pijamas de las chicas son de Disney y todo eso, están muy chulos. Hace frío, así que me pongo una chaqueta por encima.
Cojo la guitarra, que me la he traído.
Yo: Chicas, me voy a dar una vuelta, ahora vengo -les sonrío-.
Marta: Vale.
Lau: Lleva cuidado..
Silvia me mira y con la mirada me lo dice todo. Cojo aparte de la guitarra una toalla, un bolígrafo y una toalla, salgo de la cabaña y me voy al césped de la piscina, que está detrás de la cabaña de los chicos, pero es el mejor sitio para escribir y tocar. Pongo la toalla y me siento encima. Saco la guitarra de la funda y empiezo a tocar algo. Me apetece Dani Martín, Cero.
Empiezo a tocar y me salen lágrimas, pero no dejo de tocar. Necesito desahogarme. Quién me vea dirá 'esta tía está loca, que hace a la una de la madrugada tocando la guitarra, ¡y sola!'. Pues sí, estaré loca o lo que queráis, pero es lo único que me desahoga. Termino la canción y me limpio las lágrimas.
No quiero tocar más, bueno sí, necesito tocar una canción. Nuestra canción. Nuestra canción es 'Sense tu'.
(SI NO SABÉIS QUÉ CANCIÓN ES, ANTES DE LEER ESTA PARTE, ESCUCHADLA) .
Empiezo a tocar y a cantar.
Yo: És de nit..
és tot fosc...
estic sol i no hi ha ningu...
Dani: és de nit...
un record... -me giro y me lo veo venir hacia mi-
dins el cor,
ella hi és a dins... -se sienta a mi lado-.
Yo: els seus ulls són brillans
i un sumriure extrabagan
Dani: ja no i és l'he perduda
va marxa lluny del meu abast
Yo: i sempre estara el meu cor...
Dani: sense tu jo no puc
Yo: sense tu si no i ets
Dani y yo: sense tu jo no soc ningu...
Yo: sense tu jo no puc
Dani: sense tu si no i ets
Dani y yo: sense tu jo no soc ningu...
Yo: és de nit...
és tot fosc..
no estic sol no u estic
tu estas amb mi
Dani: i els teus ulls són brillans
i un sumriure extrabagan
Yo: i sempre estarà el meu cor...
Dani: sense tu jo no puc
Yo: sense tu si no i ets
Dani y yo: sense tu jo no soc ningu...
Dani: sense tu jo no puc
Yo: sense tu si no i ets
Dani: sense tu jo no sóc ningu.. nooohhoo
Yo: si no estas aqui
si no estas amb mi
jo no et puc mirar
jo no et puc sentir
Dani: si no estas aqui
si no estas amb mi
jo no et puc tucar
jo no et puc bassar
Yo: i sempre estaràs el meu cor....
Dani y yo: és de nit....
Dejo de tocar con la respiración acelerada. Le miro a los ojos. Me mira. Me sonríe. Le sonrío. Tengo la piel de gallina. Me pone la mano en la pierna, para ser más exactos en el muslo.
Dejo la guitarra.
Dani: ¿Podemos hablar ahora?
Trago saliva.
Yo: Sí, yo también quería hablar contigo.
¿Que hago ahora? Todo depende de mi decisión.



miércoles, 18 de septiembre de 2013

Capítulo 44.

NARRA ANDREA.
No sé que quiere, así que saco el móvil y miro el mensaje.
'Después de comer, en tu cabaña, urgente'.
Lo miro.
Le contesto 'vale'.
Guardo el móvil y terminamos de comer.

Hemos terminado de comer y los chicos se han ido. Tengo que ir a mi cabaña 'urgente' como dice Dani.
Todas están en la Dehesa porque después de comer teníamos que ir allí con unas camisetas que nos han dado que pone 'keep calm and love dance'. Todo el mundo se ha cambiado en los aseos porque o si no no da tiempo a ir a la Dehesa. Me da cosa ir yo sola, pero tengo que ir deprisa.
Ahora empiezan las semifinales de baile, pero no sé que quiere Dani, así que voy lo más deprisa que puedo a mi cabaña.
Estoy sentada en los escalones, no hay ni rastro de Dani, estoy por irme, pero si me ha dicho que viniera es por algo... pero como tarde mucho más me voy.
'FEEA'.
Levanto la vista del suelo, y es Dani, por fin.
Me levanto y voy hacia él.
Yo: ¿Que era tan urgente?
Dani: Mejor siéntate.
¿Que me siente por qué? ¿No me lo puedes decir de pie?
Nos sentamos en las escaleras y me pone la mano en la rodilla, más por los muslos.
Se me acelera la respiración bajo su tacto.
Yo: Di, dime.
Dios mío, me cuesta hasta hablar.
Dani: Pues... -me mira a los ojos- es que te vas a enfadar conmigo, lo sé.
Daniel Fernández Delgado, ¿que has hecho? Se me acelera más la respiración pero no de su tacto.
Yo: Dani, ¿que has hecho?
Dani: Ese es el problema... -se queda callado-.
No, no te calles. ¿QUÉ NARICES HAS HECHO?
Yo: Dani, te lo repito por última vez, ¿que has hecho?
Dani: Pero por favor, no te enfades conmigo.
Me quedo mirándole esperando a que siga, no puedo decirte que no me voy a enfadar cuando no lo sé.
Dani: Ésta mañana, antes de que llegaran todos los buses, ha venido María a verme, diciéndome que se iba a Alemania a estudiar, me he puesto a llorar y en un abrazo, le he dado un beso.
¿Qué? ¿Me ha engañado? ¿Con su mejor amiga? Bueno, no han llegado a hacer nada más, solo es un beso... ¿no?
Me levanto.
Yo: Déjame en paz.
Salgo camino a la Dehesa, no quiero estar con él, no ahora.
Me agarra del brazo.
Yo: Dani, ¡suéltame joder!
Dani: Andrea, por favor, déjame terminar.
Yo: ¡QUE ME SUELTES, DÉJAME EN PAZ! NO ME VUELVAS A DIRIGIR LA PALABRA EN TU PUTA VIDA.
No quiero que me hable, ¿quién me dice a mi no que ha hecho esto con otra? Sé que solo es un beso, pero es engaño.
Dani: ¡Andrea, por favor! Escúchame.
Me giro y le miro con los ojos llenos de lágrimas. Saco las llaves de mi mochila y entro a mi cabaña dejándolo en la puerta. Abro la maleta, cojo su regalo.
Salgo y sigue en la puerta porque no he tardado nada.
Yo: ¡Toma, para que veas como te engaño yo!
Y se lo tiro.
¿Que era el regalo? El regalo era un gorra, estilo Obey, pero en vez de poner Obey había una foto nuestra, juntos, sonriendo y había una caja con todas las fotos de las firmas y una carta. Una carta que le escribí el mismo día que pensé que había desaparecido, que no lo volvería a ver.
Vale, perfecto, ya tengo la gorra para Dani, voy a ponerme a escribir la carta.
Cojo un folio y me pongo a escribir.
Y me voy corriendo para la Dehesa mientras las lágrimas no paran de caer.
Llego e intento localizar a Silvia, Alba, Lau y Marta. Las he visto, están sentadas bajo un árbol.
(PARA QUIÉN NO SEPA QUE ES LA DEHESA, ES DONDE ESTÁ EL ESCENARIO Y SE HACE EL CONCIERTO Y  LO DE BAILE).
Voy con ellas y me siento. Me cojo las rodillas y no puedo parar de llorar.
Lau: Ey, ¿que pasa?
Silvia: ¿Que te ha hecho el capullo este?
No les hago caso.
Alba: Andrea, escúchame, levanta la cabeza y dinos que ha pasado.
Levanto la cabeza y me limpian las lágrimas.
Lau: Ahora dime que ha pasado.
Hago un esfuerzo en explicarles todo.
Yo: Da, Dani ha besado a María por, porque -digo entre sollozos- se va fuera a estudiar y -me cuesta respirar y hablar-. Me, me ha engañado.
Se quedan blancas.
Yo: No digáis nada, por favor.
Marta: Sabes que no decimos nada.
Lau: Que fuerte... no me lo esperaba.
Yo: Ni yo...
Silvia: ¿Y ahora qué?
Yo: No lo sé, lo he dejado allí en la cabaña, ahora mismo no quiero saber nada, lo que es nada de él, no quiero que me hable, ni que me mire, no quiero tener nada que ver con él.
Alba: ¿Habéis roto?
Yo: No lo sé...
Me abrazan.
Lau: Nos vas a tener aquí pase lo que pase, ¿vale?
Las abrazo.
Yo: Gracias, gracias por todo.
Se empieza a animar el ambiente porque han llegado los chicos. No sé que hacer, ni que actuar, pero lo primero que hago es ponerme las gafas de sol, no quiero que nadie me vea así, ni Dani.
Los chicos se suben al escenario.
Blas: ¿Estáis preparados para darlo todo bailando? -sonríe-.
Álvaro: Quiero ver movimiento, como los que hace David.
Se oyen chillidos, muchos chillidos.
La verdad que el movimiento ese que hace David, es muy muy muy sexy.
Todas se ponen en filas de lo menos veinte personas, que hay más de cien filas y empiezan a bailar. Yo no me he puesto, más que nada, porque no puedo bailar ahora, no en este estado de ánimo.
Estoy sentada en un árbol, un poco más alejado de donde están bailando todas. Aún no he podido mirar a Dani, ¿voy a ser capaz de mirarlo y de no derramar ni una lágrima? No lo sé. Solo sé que estoy arta. Arta de que la gente me engañe, de que me mientan, ¿qué necesidad hay? Vale, no me ha mentido, pero me ha engañado. Estoy cansada de que la gente me engañe, de que me prometan cosas que no son, cansada de que me prometan no hacerme daño, pero sin embargo, me van fastidiando poco a poco. Cansada de los insultos, cansada de que me llamen 'puta' 'aprovechada' 'sólo buscas fama' porque no es así, eso es lo que menos quiero, cansada de que me insulten por envidia, porque al fin y al cabo es por eso, ¿que te jode que esté con Dani? ¿Qué quieres que haga? Le amo, le amo más que a nada en este mundo, y él me quiere, o eso dice, así que el próximo insulto que reciba, lo siento, no me voy a callar, porque llego a un límite de que no puedo más, que quiero desaparecer. Quiero irme a un lugar dónde sea feliz, sin que nadie me haga daño, ya sea físico o mental. Muchas me dicen 'no te quejes, tú vida es perfecta: tienes dinero, unos padres que te quieren, un novio famoso, un novio que te quiere y unas amigas increíbles, ¿que más pides?'. ¿Mi vida es perfecta? Me gustaría que más de una se pusiera en mi piel, por un día, haber si aguantan, que mi vida es como una montaña rusa; cuando piensas que ya está terminando, vuelve a subir y de pronto, bajas de golpe.


Ha terminado lo de baile, esta noche es la final, da la casualidad de que justo, Alba, Lau, Silvia y Marta han pasado, así que tengo que venir a verlas sí o sí. No he visto a Dani, ni le he mirado. Estamos camino a la cabaña porque hay que hacer un cartel para el próximo concierto. No tengo nada de ganas, necesito estar sola, más tiempo. Necesito pensar en qué va a pasar con todo esto.
Estamos ya en la cabaña. Sacamos todos los materiales.
Yo: Chicas, lo siento, pero me voy.
Lau: ¿A dónde?
Yo: Necesito despejarme, pensar un poco, haber si encuentro un sitio tranquilo por aquí.
Me abraza.
Lau: Vale.
Marta: Todo va a salir bien -me sonríe-.
Yo: Eso espero...
Les dejo las llaves y salgo de la cabaña en busca de algún sitio solitario.


Estoy en el césped de la piscina, no hay nadie más, ni en la piscina ni nada.
Me siento en el borde de la piscina, me quito los zapatos y meto los pies en la piscina. Que gusto.
Por un minuto se me olvidan todos los problemas y sonrío como una tonta.
¿Es esto el amor? Yo antes había tenido algún rollo, ya sabéis, de esos que te lías durante algunos meses, o en verano, pero nunca había llegado a enamorarme de nadie como lo estoy de Dani. Pero ¿en serio es todo esto el amor? ¿Sonreír, llorar, felicidad, tristeza? Pensaba que todo esto iba a ser más sencillo, pero ya veo que no. Ahora la cuestión es, ¿quiero perdonar a Dani? Querer quiero, pero.. ¿voy a poder? Es que, o sea, no tío, ¿por qué la besas? Solo un beso no es nada, vale, pero ¿quién me dice a mi que si le has dado un beso no podrías hacer más cosas con otra persona? La cosa es que ya no confío en él, y las relaciones se basan en la sinceridad y en la confianza. Lo echo tanto de menos, ahora podría estar con él...
Suspiro.
Me tocan el hombro, pego un salto del susto.
Me giro y está David sonriéndome.
David: ¿Me puedo sentar?
Le afirmo con la cabeza.
Se sienta, se quita los zapatos y sumerge los pies en el agua.
Empiezo a mover los pies y el agua se mueve, hay silencio.
David: Dani me ha contado lo que ha pasado...
Sonrío irónicamente.
David: Andrea... yo no estoy aquí para convencerte de que vuelvas con él, no me voy a meter en vuestra relación por más que quiera, pero se nota que os queréis, piensa en todo lo bueno que habéis vivido.
Tiene razón... pero no, es que no sé, no puedo. Pienso en lo bueno y dios, han sido tantos momentos felices en tan poco tiempo... pero espera, ¿por más que quiera? ¿Ha dicho eso o lo he flipado yo? Lo miro extrañada.
David: Está destrozado.
Yo: Y yo.
David: Ha estado todo el rato en lo de baile mirándote y tú, sin embargo, ni le mirabas.
Yo: Si lo veo mal me hundo más.
David: Perdónale y volveréis a estar bien, así no te hundes.
Yo: No es que no quiera, es que no puedo.
David: ¿Por qué?
Yo: ¿Quién me dice a mi que si ha besado a María no podría hacer lo mismo o llegar más lejos, ya sabes, con otra? Quién te engaña una vez, lo hace dos.
David: Todo el mundo merece segundas oportunidades... -empieza a mover los pies-.
Yo: A veces las segundas oportunidades son segundas equivocaciones...
David: ¡Mira que eres negativa, eh! -me pasa el brazo por detrás del hombro y me abraza-.
Yo: Si bueno, es uno de mis miles defectos -sonrío-.
David: Bien, vamos por el bien camino, has sonreído -me sonríe-.
Muevo los pies un poco más deprisa y salpica agua, le moja un poco a David.
David: Oh, eso lo has hecho aposta.
Yo: ¡Te juro que no! -sonrío-.
Me mira sonriendo. Oh no, le veo las intenciones.
Me levanto para empezar a correr pero me coge de la cintura y me tira al agua, pero para su sorpresa no le suelto y caemos los dos. Madre mía, está fría el agua, ¡normal! ¡estamos ya en septiembre!
Yo: Te mato, ¡está helada!
David: ¡Te mato yo!
Y viene y me capuza.
Será...
Le capuzo pero él es más fuerte que yo, y me vuelve a capuzar.
Yo: ¡Vale, vale! ¡No te capuzo más! ¡Lo prometo!
David: Anda, vamos para afuera.
Sale por las escaleras y me da la mano para que no me resbale.
Voy... empapada se queda corto.
David: Madre mía.
Nos escurrimos la ropa pero seguimos estando más que empapados.
Sonrío.
Yo: Gracias por hacerme sonreír.
David: Para eso están los amigos, ¡y vamos a cambiarnos anda!
Salimos para mi cabaña, que está bastante lejos de la de los chicos, pero lo que no esperábamos era...

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Capítulo 43.

En cuanto la veo suelto la maleta y las dos mochilas que llevo y voy corriendo a abrazarla.
Marta: Andrea... que me ahogas -dice mientras me sonríe y nos separamos-.
Yo: Ya estamos las cinco, joder -sonrío-.
Mis amigas... las únicas que tengo, pero es que desde que salgo con Dani todas quieren ser mis amigas y no, porque vienen por interés y no me da la gana.
Se saludan todas.
Marta: ¿Quién lleva la llave?
Yo: ¡Yo!
Marta: Ah, hay algo para ti.
Yo: ¿Para mi? -la miré extrañada-.
Marta: Sí, estaba en las escaleras.
Me lo da.
Es una caja que pone 'para la más fea♥'. Que raro. Sé que es de Dani, solo me llama él fea.
La cojo.
Lau: ¿Que es?
Yo: Ni idea, pero vamos a organizar todo y la abro, que en media hora tenemos que estar en el comedor.
Entramos a la cabaña y nos organizamos las habitaciones. La cabaña no es que sea muy grande. El aseo es un poco pequeño, pero bueno, para tres días sobra. Y luego hay dos habitaciones, en cada habitación dos camas y una cama fuera, en el salón, que está pegado a la cocina, que la cocina más pequeña no podía ser.
No queremos que una se quede sola así que metemos todas las camas en una habitación, que se queda la habitación sin espacio, pero están las cinco camas pegadas y dejamos la otra habitación para cambiarlos y se nos ha quedado el salón, que tiene una mesa de madera con cinco sillas. También había una mesa de plástico con cinco sillas, que son para la terraza, las hemos sacado, así que se nos ha quedado el salón con espacio.
Las maletas las dejamos en la habitación libre. Nos cogemos cada una una mochila pequeña y metemos cámara, dinero y agua, y yo las llaves.
Alba: ¿Lleváis todas las pulseras blancas, no?
Silvia: Yo sí.
Lau: Y yo.
Marta: Y yo.
Yo: Yo también.
Alba: Vale, digo, como nos hayan puesto en grupos diferentes... se lía -rió-.
Tenemos las pulseras blancas, nuestro monitor es Lucas, no sabemos con quién vamos de los chicos.
Yo: ¿Nos vamos?
Silvia: No, no. Antes abres la caja -me sonrió-.
¡Ostras! Ya no me acordaba.
Cojo la caja que la había dejado encima de la cama, al lado de la maleta y voy al salón.
La abro y hay cinco pulseras y una nota.
En la nota ponía 'Fea, poneros todas las de tu cabaña éstas pulseras y por las noches podéis venir a nuestra cabaña, es la que está en la misma calle que el bungalow de producción, la misma parte, pero el último de todos, habrá un guardia, si os pregunta que queréis, enseñadle la pulsera que está avisado de que sois vosotras, ¡te espero fea!'. La leí en voz alta.
Marta: Que fuerte...
Yo: Lo sé..
Lau: Pues nada, nos pondremos las pulseras -sonrió-.
Nos pusimos las pulseras. Son de color azul, pero llevan una especie de código y un número.
Marta: ¿Nos vamos ya?
Yo: ¡Espera!
Me miraron extrañadas.
Yo: ¡La primera foto de MCA!
Sonrieron.
Nos hicimos una foto y la subí a Insta y de título puse 'Primer día de MCA con las más mejores :)'.
Guardé el móvil y fuimos para el comedor. Mientras subíamos todo el mundo nos miraba, pero es que ya me daba igual, que miren lo que quieran.
Llegamos al comedor y hay una gran cola, nos ponemos al final y poco a poco empezamos a avanzar.
Las que van delante de nosotras no paran de girarse. ¿Te doy una foto y te dura más o qué? Pero bueno, no quiero peleas ni nada aquí, así que paso.
Marta: Haber este año si está buena la comida.
Alba: Pues sí, que dicen que el año pasado estaba malísima.
Lau: Esperemos que este año no -rió-.
Silvia: De todos modos, tenemos el super, si queremos podemos ir a comprar cosas y eso.
Yo: Sí, depende como esté todo.
Entramos.
El comedor es super grande, hay 7 mesas super largas, que cabrán como 100 personas o así. La quinta mesa es más pequeña, cabrán unas 50 personas. Es más pequeña porque al lado está la mesa redonda de los chicos, hay 8 sillas. Cinco para ellos, una para Magí y la otra para Franchejo, creo, pero la otra no sé para quién es. Enfrente de la mesa de los chicos hay como un pequeño escenario y al lado un equipo de música con micros.
Nosotras nos sentamos en la segunda empezando por el final, pero lo más cerca del pequeño escenario.
Estamos sentadas así, en un lado, Alba y Silvia, en el medio, osea el final de la mesa, Marta, a su lado yo, y a mi lado Lau. Hay platos de ensalada y de arroz.
Marta: Venga, haber si traen algo más -rió-.
Silvia: Digo yo que estarán esperando a que vengan los chicos.
Yo: Eso espero, porque esto no está muy bueno, que digamos -digo mientras pruebo el arroz-.
Alba: Encima el pan está durísimo.
Lau: Se queda el tenedor hincado -rió-.
De momento se empiezan a oír chillidos. Ya están los chicos aquí.
Todas nos levantamos. Y empezamos a aplaudir.
Los chicos saludaron así por encima a la gente y se subieron al escenario y empezaron a hablar.











Dani y Carlos no paraban de mirar como si estuvieran buscando a alguien. Claro, a nosotras, me dice la voz de mi consciencia. Es verdad.
Me río porque estamos al lado del escenario, osea, casi al lado y no se dan cuenta. Que tontos.
De momento Carlos sonríe, ya está, ya ha visto a Silvia. Que monos. Se arrima así para nosotras.
Carlos: ¡Hola chicas! -sonríe-. Silvia -la mira-.
Se arrima a ella y le da un beso en la mejilla.
Carlos: No quiero tener movidas aquí -ríe-.
Silvia: Tranquilo, lo sé -le sonríe-.
Carlos: Bueno, ¿que tal?
Alba: Pues bien -ríe-.
Carlos: Ya está Alba con su humor -niega la cabeza riendo-. Y vosotras, Marta y Lau, ¿bien?
Lau: Sí, haber si nos traen la comida -sonríe-.
Carlos: Si eh, que tardan mucho, nos matan de hambre -se ríe-.
Marta: Como no, Carlos con hambre... que sorpresa -se ríe-.
Se oye de fondo a Dani.
Dani: Pero Carlos ¡deja de hablar y ven aquí! -se ríe-.
Carlos: Andrea, ¿tú bien?
Yo: Sí -le sonrío-.
Carlos: Me alegro.
Es raro estar ahora así con Carlos, no sé, después de pasar dos o tres días con él.
Carlos me tapaba, por lo que desde el escenario no se me veía.
Dani: ¡Pero Carlos! ¡Sube aquí! -le dice a Carlos-. Pues nada, que Carlos está sordo -le dice a los demás-.
Carlos: Ya voy, ya voy -se dirige a Dani-. Pues nada chicas, luego nos vemos -nos sonríe y le manda un beso a Silvia-.
Se va para el escenario y de momento me cruzo con la mirada de Dani.
Vaya, me estoy poniendo nerviosa.
Me giro por lo que ya no le veo.
Lau: Veinte, que viene para aquí tu chico -me guiña el ojo-.
Dios, tengo un nudo en el estómago, que nervios joder. ¿Por qué estoy nerviosa? No debería estarlo.
Por cierto, Lau y yo nos llamamos veinte porque la primera vez que Dani nos mencionó nos mencionó a las dos el mismo día, y desde ese día pues ya somos veinte.
Me tocan el hombro por detrás.
Me giro y me veo a Dani sonriéndome.
Dani: Hola fea.
Me levanto de la silla.
Yo: Hola -le sonrío-.
Tengo calor, ahora debo de estar más roja que un tomate.
Se me queda mirando. ¿Por qué me miras?
Se tira encima mía y me abraza y me sube por los aires.
Me baja.
Dani: ¿Lleváis las pulseras?
Le enseño la muñeca.
Dani: Vale, conforme vaya pasando el tiempo vamos hablando.
Yo: Vale -le sonrío-.
Tengo una mano en su hombro y él una en mi cintura.
Dani: Tengo ganas de que me des mi regalo.
Yo: Y yo de dártelo.
Dani: Bueno fea, me voy que me reclaman -me guiña el ojo y se va-.
¿Que haría sin él?
Me siento pero Alba me dice que Dani vuelve.
Me levanto haber que quiere.
Dani: Se me olvidaba esto.
Y me da un beso. Bueno, me da no, me roba un beso. Me quedo flipada. No quiero nada de esto aquí, no delante de toda la gente, por la noche si quiere, pero cuando no haya nadie, pero no delante de toda la gente porque ahora soy una más y se lo dije.
Me vuelvo a sentar.
Marta: Vaya.
Yo: Eso digo yo... ya hablaré con él, no quiero nada delante de todo el mundo y lo sabe.
Silvia: No te enfades con él por esa tontería.
Me miró y sé por donde va.
Pero vale no me enfado.
Nos empiezan a traer la comida y estamos comiendo, miro a Dani, está con el móvil. Carlos no para de mirar a Silvia, que chiquillo, la va a desgatar. Río ante mi pensamiento.
Marta: ¿que pasa?
Yo: Que Carlos va a desgastar a Silvia tanto mirarla -río-.
Alba: No te quito la razón.
Silvia: Pavas.
Reímos.
Me vibra el móvil. Lo saco y es un mensaje de Dani.
Lo miro. Me mira y vuelve la mirada al móvil, está serio.
¿Que quiere ahora?



lunes, 9 de septiembre de 2013

Capítulo 42.

Todo esto... todo esto no tiene sentido. Silvia tiene razón, lo único que hago es fastidiarle. Se merece a alguien mucho mejor que yo.
Dani: Eh, ¿estás bien? -me apoyó la mano en la rodilla-.
Sonreí para mis adentros. Te voy a echar de menos pequeño, mucho. No sé que va a ser de mi si no estás a mi lado... pero yo solo te perjudico. No rindes bien en los conciertos.
Le abracé.
Voy a echar de menos estar entre tus brazos... te voy a echar de menos a ti.
Dani: Eh, ¿que pasa?
Le miré a los ojos.
No, no puedo dejarte marchar. Eres lo único que tengo.
Pero... ¿y si está con otra? Lo del móvil no es normal. A lo mejor no es nada, es una tontería mía, vale. Pero, ¿que vamos a hacer cuando empiece el instituto? ¿Que va a pasar con nosotros? La distancia es la culpable de muchas relaciones rotas.
Yo: Nada, estoy bien.
Dani: Sé que no lo estás, cuéntame, por favor.
Me volví a tumbar, a mirar a las estrellas. Se tumbó a mi lado.
Yo: ¿Que va a pasar cuando tú empieces la gira y yo tenga que volver a estudiar?
Dani: No pienses ahora en eso, sólo disfruta de lo que nos queda.
Yo: Solo quedan dos días... y mañana volvemos para Alicante.
Dani: Lo sé...
Yo: No quiero separarme de ti.
Dani: Ni yo pequeña... ni yo.


Estamos tumbados en la cama, estoy cansada. Bueno, cansada, más bien apagada.
Dani: Sabes que siempre estaremos juntos, nada nos podrá separar.
Ojalá fuera así... ojalá supiera que eso es verdad.
Yo: Si...
Dani: Ahora descansa.
Me acarició la mejilla.
Y cerré los ojos, oyendo nuestras respiraciones.
Hice como que estaba dormida, sin embargo, me sentía observada. Solo oigo la voz de Dani.
Dani: Me encanta tenerte aquí, rebuscándome la piel, hace días te esperé, y ya estás conmigo -me acaricia la mejilla-. Entre tu y yo, algo raro sucede, pude confiar en ti, nada más conocerte -se rió-. Que razón -continuó-. Me gusta, llegar y verte concentrada entre tus cosas. Matar el tiempo repasando nuestra historia, no te quiero perder, me gusta, poder decirte simplemente nuestra cama, abrir un vino y no quedarme con las ganas... de verte un rato más, quédate hasta el final...-me volvió a acariciar la mejilla-.
Su voz... dios, me ha ayudado tanto.
Dani: Sé que no me oyes... pero prométeme que nunca te vas a ir de mi lado... sé que no te suelo decir lo mucho que te quiero... no soy de demostrar mucho, lo siento. Quiero que esto salga bien...
Y yo cariño... y yo, pero no sé que me pasa últimamente y lo siento.
Dani: Me cansé de pelear, te juro que no quiero más, no apagues la luz aún, me quedan besos que darte...
¿De verdad siente todo eso? Dani... yo siento lo mismo, y mucho más, pero siempre estamos peleándonos y no sé porque...
Dani: Siento todas las peleas... soy un completo inútil.
¡Oh no! No eres ningún inútil... la culpa es mía, que siempre te fastidio...
Dani: No sirvo para nada... y sin embargo, aquí estás tú, aguantándome y haciéndome feliz...
Eso lo debería de decir yo... no tú.
Dani: Estoy intentando cambiar por ti... porque sé que te mata por dentro que tonteé con otras, aunque no tonteo, son mis fans, gracias a ellas estoy aquí, pero por ti, cambiaré, te lo prometo.
Me besó la mejilla.
Dani: Buenas noches, mi vida.


Estoy en la cubierta almorzando, serán sobre las ocho, no se ha levantado nadie, pero no puedo dormir más. Sigo pensando en todo lo de ayer: la pelea con Silvia, lo que me dijo de que no lo valoraba lo suficiente, mi pensamiento de dejarle, las cosas que me dijo ayer Dani... esto es demasiado para procesar.
Me he hecho tostadas y un zumo de naranja. Le he dado un bocado a las tostadas y no quiero comer más. El zumo me lo he bebido entero. He tirado las sobras a la basura. He vuelto a la cubierta... no sé que hacer. Antes de comer ponemos rumbo a Alicante... hemos estado poco, pero han llamado a mis padres de que pasado mañana tienen que estar en la ciudad para algo de trabajo.
Estoy un poco arta, mis padres no están casi conmigo, ni me llaman ni nada, tienen más atención sobre Silvia, me siento ignorada, me siento sola.
Voy a la habitación y Dani no está. Sale del aseo.
Dani: Buenos días -me sonríe-.
Yo: Hola feo -le sonrío-.
Dani: -me coge de la cintura-. ¿Estás mejor?
Yo: Sí.
Mentira, pero no quiero preocuparle.
Dani: Me ha llegado un email de Magí, dice que el tema este de la gente rara, o loca, como lo queramos llamar, está medio solucionado, que no van a volver a molestar.
Yo: ¿En serio?
Dani: Sí -me sonrió-.
Sonreí. Por fin, por fin una buena noticia.
Dani: Entonces MCA es pasado mañana, ya está toda la gente avisada -me sonrió-.
Yo: Que ganas -le sonreí-.
Dani: Sí -me sonrió y me abrazó-.
Un poco de felicidad, ya era hora.


Estamos en mi casa, se ha hecho eterno la vuelta, es de noche y estamos todos cansados.
Los chicos mañana tienen que estar en Madrid, para preparar las cosas y todo de MCA.
Dani: ¿Entonces salís desde el bus de aquí?
Yo: Sí -le digo mientras guardo toda la ropa en el armario-.
Dani: Bueno, vale...
Yo: Sabes que allí somos unas fans más.
Dani: Pero es que no lo sois..
Yo: No empieces una discusión por esta tontería.
Dani: Vale.


Estamos llevando la mochila de los chicos a la puerta... son las ocho, pero se van ya para Madrid.
Van los dos en la moto de Dani, aunque a Carlos le da miedo.

NARRA SILVIA.
Carlos: Nos vemos en nada... así que esto no es un adiós, es un hasta mañana -sonrió-.
Yo: Claro -le sonreí-. Oye, si Dani hace alguna cosa que no debería.. avísame, que creo que no están bien.
Carlos: Ya... ya me ha contado Dani, pero no es él, es Andrea.
Yo: Ya, pero bueno, ellos sabrán.
Dani: Carlos, ¡vamos!
Carlos: Bueno, mañana nos vemos -me sonrió-.
Yo: Claro.
Me cogió de la cintura y me dio un largo beso.

NARRA ANDREA.
Dani se subió a la moto y me arrimé a él.
Dani: Pues nada... mañana nos vemos.
Yo: Llevad cuidado, y en cuanto lleguéis avísame.
Dani: Vale.
Me cogió de la cintura y me arrimó a él, estoy pegada a él y a la moto.
Dani: Y sonríe, que así estas menos fea -me guiñó el ojo-.
Yo: Se intentará.
Le miré a los ojos y nuestros labios encajaron a la perfección.
Nos separamos. Estaba sin aliento, hacía tiempo que no nos dábamos un beso así.
Dani: Carlos, ¡vamos!
Carlos vino.
Se subió a la moto y se pusieron los cascos.
Arrancaron y pitaron mientras se iban.


Los chicos deben de estar apunto de llegar, ya hemos comido y me he preparado la maleta para MCA porque mañana salimos a las 7, así que hoy a dormir pronto.
Estoy en mi habitación, tumbada con el móvil, esperando que me avise.
No sé con quién hablar... me aburro. Espera... tengo una idea.


Ya he terminado de preparar una cosa para Dani para dársela en MCA.
Se me ha ido toda la tarde, son casi las nueve.
Mierda... no he mirado el móvil.
Voy, lo miro '23 mensajes de dos contactos'.
Lo abro, 20 de Dani y 3 de David... joder, mierda. Luego le digo que odio que no me conteste.
Abro los de David 'Andrea, mira los wa, Dani está preocupado'. 'Guaaaapa' '¿estás?'.
Los de Dani: 'Feaaaa' 'Ya he llegado' 'Hemos llegado bien' 'Bueno, Carlos estaba un poco asustado pero nada, jajajajaja' 'Estoy preparando la maleta.. me llevo protección?;)' 'Feaa, estás?' 'No se porq me ignoras..' 'Andrea, contestameeeee' 'no se que estas haciendo ni nada, estoy preocupado, informame' 'te he llamado, porque no me coges el telf?' 'ya estas enfadada?' 'no he hecho nada para que me ignores' 'bueno, cuando quieras contestarme ya sabes' y así muchos más.
Mierda, mierda, mierda. Le llamo.
Yo: ¿Dani?
Dani: Mira, has dado señales de vida.
Está enfadado.
Yo: Estaba haciendo una cosa, tenía el móvil en silencio.
Dani: ¿Qué cosa?
Yo: Eh.. nada, unas cosas.
Dani: ¿Que es?
Yo: Nada, una cosa para MCA.
Dani: Bueno... vale, pero que sea la última vez, me tenías preocupado.
Yo: Vale...
....
Se quedó un silencio.
Yo: Me voy a dormir que salimos pronto.
Dani: Vale, mañana nos vemos.
Yo: Adiós... te quiero.
Colgué.
La primera vez que le digo te quiero, y no le he dejado ni contestar.
Pero bueno, es mejor que me vaya a dormir o si no mañana voy a estar más que muerta.


Son las cinco y media, me he levantado para arreglarme y todo eso, estoy un poco nerviosa porque no sé como va a reaccionar Dani a lo que le tengo preparado.


Estamos esperando a que llegue el bus, estamos en un centro comercial, salimos de ahí. Todo el mundo nos mira. ¿Qué pasa? ¿Que no podemos ir a MCA? Han venido Laura y Alba, unas amigas que van con nosotras en la cabaña. Son de cinco, y la que falta es Marta, pero ella es de Logroño, así que nos encontraremos con ella allí.
Laura, bueno, Lau, como le llamo yo, es una de mis mejores amigas, tiene mi edad, es una persona increíble, puedes confiar en ella, y siempre te ayuda, me acuerdo cuando estábamos con la coña de que yo iba a salir con Dani, siempre estábamos con esa broma... pero como dicen, 'entre broma y broma, la verdad asoma'.
Desde que estoy con Dani no las he visto.
En cuanto nos hemos visto nos hemos dado un abrazo.
Lau: Dios... por fin te veo, jo.
Yo: Ya era hora, ¿no?
Lau: Es que te pierdes por ahí... ¡y esto no puede ser!
Reí.
Yo: ¿Y Alba?
Lau: Por ahí viene -me señaló detrás de mi-.
Me giré y la abracé.
Alba es la mejor amiga de Silvia, bueno, es que en nuestro grupo de amigas solo somos cuatro, Lau, Alba, Silvia y yo, pero... ¿para que más? Más vale calidad que cantidad. Pero estamos como divididas en dos, Silvia y Alba han estado más unidas y Lau y yo siempre hemos ido más juntas.
Nos ponemos a hablar mientras esperamos a que llegue el bus.
Silvia: Como no... el bus llega tarde -se rió-.
Alba: Horario Auryn... -sonrió-.
Lau: Y que lo digas.
Reímos.
Nos reímos solas, sin motivos, pero estábamos feliz de volver a estar las cuatro juntas.



Estamos llegando al camp después de 7 horas de autobús. Hemos parado tres veces... no sé para que tantas, pero estoy cansada de estar en el bus. Silvia va con Alba y yo con Lau.
Lau: Me tendrás que contar cosas, ¿no?
Yo: Tenemos tres días, hay tiempo de sobra -le sonreí-. Aparte... ya me quedo en Alicante, la semana que viene empezamos.
Lau y yo vamos al mismo curso, y al mismo bachiller, nos cogimos lo mismo, las dos queremos ser periodistas.
Lau: ¿Qué vais a hacer?
Yo: No tengo ni idea...
Lau: Bueno, dejemos ese tema. Y tú hermana con Carlos bien, ¿no?
Yo: Sí, la verdad es que sí, no podrían estar mejor.
Lau: Me da a mi que este camp va a ser muy divertido.
Ahora estoy feliz, con mis amigas, en my camp, voy a pasar tres días muy felices, pero no me quiero ilusionar con que todo va a salir bien porque siempre pasa algo que me fastidia todo.
Bajamos del bus y cogemos las maletas y nos dicen que vayamos a un bungalow de organización, allí nos dan las llaves y un papel con todos los horarios y un mapa del camping. Vamos a la cabaña, tenemos la 1579, está bastante lejos del comedor según el mapa, pero estamos enfrente de dónde se celebra la fiesta de disfraces.
Tenemos media hora para organizar un poco todo y estar en el comedor.
En cuanto llegamos a la cabaña alguien nos está esperando en las escaleras del bungalow.



viernes, 6 de septiembre de 2013

Capítulo 41.

Estoy aburrida, necesito irme de compras o algo, lo que sea.
Estamos en mi habitación del barco y Dani está tumbado en la cama con el móvil.
Yo: ¿Que haces? -le digo mientras me tumbo a su lado y le miro el móvil-.
Dani: Nada -me sonríe y esconde el móvil-.
¿Qué haces? ¿Por qué guardas el móvil?
Yo: ¿Con quién hablabas?
Dani: Con nadie. ¿Que vamos a hacer al final?
Yo: No sé... lo que quieras.
Si claro, no hablas con nadie. Y yo me chupo el dedo. Bueno, ya resolveré este tema, ahora tengo que pensar que hacemos.
Dani: ¿Vamos al acuario?
¿Al acuario? No lo había pensado, pero vale, sí, me apetece.
Yo: Vale -le sonreí-.
Dani: Te dejo media hora para prepararte. Voy a decírselo a los demás haber si se vienen.
Yo: Vale.
Nos levantamos de la cama y él fue a avisar a Carlos y yo empecé a arreglarme.


Estoy esperando en la habitación mientras que Dani está en el aseo arreglándose. Carlos y Silvia si que se vienen, mis padres han decidido irse por su cuenta. Por una parte mejor, así tenemos más intimidad. El móvil de Dani se está cargando. Quiero ir a ver con quién estaba hablando, pero... ¿y si sale y me ve? ¿Me arriesgo? Ay no sé que hacer tío... Venga voy a ver. Estoy llegando a coger el móvil. Lo cojo. Miro haber si Dani viene o algo. Vale, no viene. Guay. Lo cojo y lo desbloqueo. Mierda, tiene contraseña. ¿Desde cuando? Haber piensa... su fecha de nacimiento no, es demasiado fácil... el día que se creo el grupo.. Lo pruebo, nada. Jope, no sé...
Dani: ¿Qué haces?
Oh no.
Yo: Eh... nada.
Dani: ¿Que hacías con mi móvil?
Yo: Pues... eh... que quería hacerme una foto con tu móvil para que la tuvieras tu pero como tienes contraseña, pues nada.
Me miró raro.
Vale sí, es una excusa malísima, pero es lo único que se me ocurrió en ese momento.
Cogió su móvil, lo desbloqueó. Mierda, no me ha dado tiempo a ver la contraseña.
Dani: Toma, ya puedes hacerte las que quieras. Me queda poco y nos vamos.
Yo: Vale -le sonreí-.
Volvió al aseo.
Solté el aire que no sabía que estaba reteniendo. Uf, por los pelos.
Miré su fondo. Tenía esta foto.

















Que mono. Yo también tengo una nuestra eh.
Me hice una foto y la subí a Instagram. Sí con el suyo. Puse: Hoy toca tarde Acuario. Posdata: Te quiero y esta foto:
















Salió del aseo.
Dani: ¿Ya?
Yo: Sí, toma -le di su móvil-.
Joder, me hubiera dado tiempo a ver los mensajes, llamadas y whatsapp, pero como soy tonta me he entretenido con una tontería. Puf, voy a dejar el tema porque o si no me voy a comer la cabeza y no es plan.


Hemos visto ya todo el acuario, madre mía, que cantidad de peces. Había alguno que no sabía ni que existía.
Carlos: ¿Nadamos con tiburones?
Silvia: Yo no, que miedo...
Dani: Eso, sí, ¡yo sí que quiero!
Yo: Nadad vosotros, nosotras nos quedamos viéndoos.
Dani: Jo, que sosas.
Silvia: Sosas no, ¿y se me come algo? Que no, que no.
Carlos: Vale, pues solo nosotros.
Le di un beso a Silvia y se fueron.

Estamos en una especie de grada mientras que los chicos nada con tiburones. Desde aquí me da miedo, como que le pase algo a los pavos estos... madre mía.
Silvia: ¿Estás bien?
Me apoyé para atrás.
Yo: Supongo.
Silvia: Sé que hay algo que te preocupa, ¿que es?
Yo: Haber... Dani estaba con el móvil, me he acercado y se lo ha guardado, le he preguntado con quién hablaba y dice que con nadie... y le ha puesto contraseña, antes no tenía.
Silvia: Andrea... eso es una tontería.
Yo: No, tontería no. ¿Por qué se ha puesto contraseña? ¿Por qué no me deja ver con quién habla?
Silvia: Pues no lo sé... pero es una tontería, hazme caso.
Yo: Puf, no sé... y he ido a mirarle el móvil y casi me pilla, así que paso... ya se verá más adelante lo que pasa.
Silvia: Tía, ¿te estás oyendo? Todo esto es una gilipollez.
Yo: Claro, como a ti no te pasa con Carlos, como vuestra vida es perfecta.
Silvia: No es eso Andrea.
Yo: ¿Ah no? Pues entonces dime que es. Tú no estás aguantando todo lo que yo.
Silvia: Estás siendo un poco egoísta.
Yo: ¿Egoísta? Si una fan besara a tu novio dime como te sentaría. Si su mejor amiga va detrás de él y se aprovecha de su fama dime como te sentaría, si lleva al triple de chicas detrás de Carlos, dime como te sentaría... No tienes ni puta idea.
Silvia: Lo de la fan, él no tiene culpa y lo sabes. María no va detrás de él y ni se aprovecha de él, son amigos de hace mucho y eso no podemos hacer nada, eso son mojabragas y lo sabes, así que no te pongas así.
Yo: Pensaba que me entendías, pero ya veo que no. Estoy sola de nuevo.
Silvia: No saques mierda del pasado, sabes que si hubiera podido estar contigo en la puta clínica hubiera estado, pero no pude.
Yo: Querer es poder.
Silvia: ¿Sabes lo que te pasa? Que eres una puta egoísta, solo quieres a Dani para ti, y no puedes. Dani es famoso, nuestros novios son famosos, nunca vas a pode tenerlo para ti solo, y esto es así, y si no lo vas a poder aguantar deja a Dani y que se busque una chica que de verdad lo quiera, porque él muchas veces está jodido por tu puta culpa, porque le rallas. Te enfadas por tonterías y a él eso le influye mucho y luego no rinde en los conciertos lo que tiene que rendir.
Yo: ¿Ah sí? Pues nada, esta noche hablo con él y que se vaya a su casa. Que se busque a otra, que mejores que yo hay a puñales.
Silvia: No es que sean mejores que tú, si no que lo valoren más.
Yo: No, no. Ya has dejado claro que soy una mierda, que no lo quiero y que no lo valoro, pero parece mentira que después de todo, después de que tú sepas que Dani me ha 'salvado' la vida, me vengas con esto, lo veo muy fuerte.
Silvia: No es que no valgas nada, es que no valoras los pequeños detalles.
Yo: Si que los valoro.
Silvia: ¡No, no los valoras! No los valoras porque no has estado a punto de perder a la persona que más amas. El día que Dani se vaya de tu lado porque no aguanta más tonterías tuyas, te darás cuenta de las cosas.
No dije nada.
Silvia: Porque tú no sabes lo que se siente cuando ves a la persona que amas en una puta cama sin moverse, tú no sabes lo que se siente.
Yo: Sí, es mi ídolo.
Silvia: ¿Tú ídolo? ¿Y si fuera tú novio? A partir de ahí empezarías a valorar las verdaderas cosas y te dejarías de tonterías.
Yo: Mira, paso. Paso de hablarte más.


Estamos volviendo al barco. Los chicos no saben que nos hemos peleado Silvia y yo, pero es que, en parte tiene razón y en parte no. Tiene razón en que Dani no me merece, se merece a alguien mejor, mucho mejor. Pero yo sí que valoro los detalles... necesito pensar.


Hemos cenado y he subido a la parte más alta del barco. Sola. Dani estaba abajo, con todos.
Me tumbo mirando al cielo. Hoy es noche estrellada. Todo el cielo brilla, y ahí está la luna, sola. Como yo.
Pero sin embargo, está sola en el universo y sigue brillando. Yo, yo no puedo. ¿Que va a pasar con Dani y conmigo? ¿Debería de hablar con él y que nos tomemos un tiempo? No... no puedo estar sin él. El simple pensamiento de verlo con otra me mata por dentro.
Oigo pasos que suben.
Dani: Fea, ¿que pasa? -dice mientras se sienta a mi lado-.
Y me sonríe. Esa sonrisa... habrá alguien que te saque más sonrisas que yo.
¿Es ahora el momento de hablar?

lunes, 2 de septiembre de 2013

Capítulo 40.

¿Que problema tiene? ¿Por qué chilla? Me duele la cabeza joder, no chilles más.
Yo: Dios Dani, ¿qué pasa?
Me abrazó fuerte.
¿Hola? ¿Que me he perdido?
Dani: Si, estás bien... -me volvió a abrazar-.
Yo: ¿Que pasa? Claro que estoy bien, de hecho ya no tengo náuseas ni dolor de barriga, solo me duele la cabeza de tus chillidos -reí-.
Dani: ¿Sabes que hora es?
Yo: Pues no sé, pero serán sobre las nueve o diez, ¿no?
Dani: Andrea, son las tres del medio día.
Espero, ¿las tres? Si anoche nos acotamos a las diez o así, y no estaba cansada, simplemente quería dormir haber si así me encontraba mejor.
Yo: ¿Me estás vacilando?
Dani: No, joder. Te hemos intentado despertar y no te movías ni nada, sin embargo, respirabas. Era todo tan raro.
Yo: No os escuchaba ni notaba nada.
Dani: -suspiro-. Que susto me has pegado, fea.
Yo: Oh gracias, lo mejor es despertarse y que te llamen fea -dije irónicamente-.
Dani: Si ya ha venido y todo el médico.
Yo: ¿Sí?
Dani: Si, y hemos comido y todo. De hecho te han pinchado.
Yo: ¿En serio?
Asintió.
Yo: ¿Y por qué no me acuerdo yo de todo esto?
Dani: En cuanto vimos que no te despertabas pero respirabas llamamos de nuevo al médico y nos dijo que era un sueño profundo, que ya despertarías.
Yo: Joder... ¿y la fiebre y todo eso?
Dani: Una gripe.
Yo: Madre mía..
Dani: Y ahora vamos, ¡vístete que nos vamos a dar una vuelta por Mallorca?
Yo: ¿Ahora? Si son las tres... y hace calor.
Dani: ¿Y cuanto tardas tú en ducharte y arreglarte?
Yo: Vale, ya voy.
Me levanté de la cama y fui al aseo.


Ya estoy lista, son como las cinco de la tarde o así, nos vamos Dani y yo solos porque mis padres se quedan en el barco descansando y Silvia y Carlos se han ido ya a dar un paseo por ahí.
Mamá: Llevad cuidado.
Papá: Ya sabéis, no lleguéis muy tarde, ¿vale chicos?
Yo: Que sí, no tardamos.
Mamá: Pasadlo bien.
Papá: Y disfrutad -nos sonrió-.
Dani: Gracias -les sonrió-.
Y salimos del barco cogidos de la mano.
Dani: ¿Dónde vamos?
Yo: ¿Que tal si vamos al chiringuito de la última vez?
Dani: Vale.
Fuimos andando todo el puerto y fuimos hasta la playa de la última vez que estuvimos aquí.
Dani: La última vez que estuvimos aquí nos enfadamos.
Yo: Por María.
Dani: Fue por tus paranoias.
Yo: No recuerdes eso.
Dani: Si, mejor. Por cierto, ¿como os lleváis tu y María ahora?
Yo: Vamos a sentarnos y hablamos.


Nos sentamos en unos sillones en la playa, oyendo el ruido del mar y unas canciones que ponían en el chiringuito tomándonos unos mojitos.
Dani: Lo de María.
Yo: No quiero tener una amistad con ella, lo siento pero no, tendré una relación cordial por ti y punto.
Dani: Bueno... más vale eso que nada. Pero no sé porque te cae tan mal, no lo entiendo.
Yo: No me cae y punto, lo siento.
Dani: Pero tiene que haber algún motivo, no sé.
Yo: No, es de esas personas que ves y sin motivo te caen mal, lo siento.
Dani: Bueno, vale. Pero es mi amiga desde siempre no sé.
Yo: No me fío de ella y punto. Pienso que te va a traicionar.
Dani: No creo. Llevamos siendo amigos casi dos años.
Yo: Bueno, tú acuérdate de esto, que no quiero decir 'te lo dije'.
Dani: Y tú con David, ¿qué? Sois buenos amigos, ¿no?
Yo: Sí, lo considero uno de mis mejores amigos.
Dani: Es un buen amigo.
Yo: Sí, y da buenos consejos.
Dani: Brindemos por nosotros.
Levantamos el mojito.
Dani: Por nosotros, y por lo que tenga que venir y por lo que tenga que pasar, pero que nos pase juntos.
Choqué el vaso de mojito.
Yo: Por nosotros y que estemos siempre juntos.
Dani: Siempre fea.
Me miro, sonrió y chocamos los vasos.

No sé cuantos mojitos llevo, pero estoy un poco pedo, me cuesta sacar las palabras pero puedo andar bien y me acuerdo de todo.
Dani: ¿Nos vamos a cenar?
Yo: ¿Te crees que etoy -hipo- para cenar?
Dani: Ahora te vendría bien un baño.
Yo: Uy no, ahora comer no -reí-.
Dani: No has comido nada desde, no sé, ayer, porque los panchitos no son comida, así que tienes que comer.
Yo: Pues vale, quiero pizza.
Dani: ¿En serio?
Yo: Sí, venga, vamos a comer.
Le cogí de la mano y fuimos de nuevo al puerto, a buscar alguna pizzería. No sé que me pasa pero estoy súper feliz. Me pongo delante de él y le doy un beso, suave y con sentimiento. Me separo de él y le doy un abrazo, le vuelvo a dar la mano y voy feliz por la calle.
Dani: ¿Y esa felicidad?
Yo: ¿No te gusta?
Dani: No, al contrario, me encanta que estés feliz.
Yo: Pues no sé de donde sale, pero estoy feliz. Tengo una familia que me quiere, un novio perfecto y amigas... solo tengo a mi hermana, pero más vale eso que nada.
Dani: Nunca me has hablado de tus amigas.
Yo: Cuando empecé a ser auryner, me dejaron. Decían que flipaba mucho contigo, porque yo les contaba todo lo que pasaba y les decía 'algún día estaré con él' y siempre me miraban mal. Luego conocieron a otro grupo de chabalas y me dejaron de lado, completamente sola.
Dani: Esas no eran amigas verdaderas.
Yo: Lo sé, me dí cuenta cuando luego me iban llamada 'ilusionada' o 'patética' porque decía que estaría contigo.
Dani: Y ahora se han tragado sus palabras.
Yo: Exacto.
Dani: Un día iré a tu instituto a por ti.
Yo: Me queda un año hasta estar en Madrid, así que durante un año puedes recogerme en Alicante -le sonreí-.
Dani: Cuando pueda, lo haré. Estate segura. Y a todas esas personas que te decían que nunca estaríamos conmigo, le vamos a restregar nuestro amor.
Yo: Lo veo bien -le sonreí-.
Dani: Y ahora, entramos aquí -dijo señalando a la pizzeria-.
Entramos y nos sentamos en una mesa.


Hemos salido de cenar y vamos camino al barco. Nos han parado como tres veces para que Dani se hiciera fotos y todo eso. Me estoy empezando a acostumbrar a que siempre le paren y no es tan duro. Al final y al cabo este es su mundo, y si quiere estar en él me tengo que acostumbrar.
Creo que son casi las doce, estamos subiendo al barco y me da un ataque de risa, no sé porque. Empiezo yo sola a reírme.
Dani: Sh, tus padres nos van a matar.
Yo: Corre, ¡vamos!
Fuimos corriendo a mi habitación y allí lo senté en la cama.
Empecé a reírme de nuevo.
Dani: ¿Te estás riendo de mi?
Yo: -pare de reírme-. No.
Dani: Oh, no pares de reírte, me encanta el sonido de tu risa.
Pues ya me has cortado el rollo.
Dani: ¿Ya no te quieres reír?
Yo: Negué con la cabeza.
Me cogió de la mano y me tiró en la cama. Estaba encima de mi.
Dani: Pues vamos a hacerte reír un poco más.
Empezó a hacerme cosquillas. Le decía que parara pero no me hacía caso. Que pare que me meo encima, por favor. No en serio.
Yo: Para, por favor -risa-. Que me voy a mear encima.
Paró de hacerme cosquillas. Por fin.
Giramos, ahora estaba yo encima suya. Le quité la camiseta y me la quitó. Empecé a darle besos por el cuello. Subí a su cara y le di más besos por ahí. Estoy deseando tocar sus labios, sin embargo aún no, vamos a darle ambiente a la cosa.
Me vuelve a girar y esta encima mía.
Dani: Últimamente estás muy juguetona -me sonrió-.
Yo: O tú muy necesitado -le devolví la sonrisa-.
Y poco a poco nos quitamos toda la ropa, que ahora sobraba y unimos nuestros cuerpos.


Han tocado a la puerta. Estoy cansada. Estoy con Dani envuelta en la sábana, los dos desnudos. No puede entrar nadie, no ahora.
Yo: ¿Sí?
Mamá: ¿Se puede?
Yo: Em, no, ahora no.
Mamá: Vale, pero en unos minutos me paso, más te vale que esteis bien, porque voy a entrar de todas maneras.
Yo: Si, sí.
Me levanto y estoy envuelta en la sábana y Dani está tapado con otra sábana. Está durmiendo lo más de feliz.
Estoy con unos pelos de loca, lo llevo suelto por la espalda. Dani también está despeinado. Me da pena despertarlo. Anoche fue una noche espectacular. No me creo que todo vaya tan bien.
Yo: Dani, vamos, levanta, que mi madre viene en dos minutos.
Nada, este niño ni se inmuta.
Le toco y le muevo.
Yo: Vamos Dani.
Abre un poco los ojos.
Dani: ¿Que tal? -me sonrió-.
Yo: Mi madre entra en diez minutos, así que vamos, levántate.
Corriendo se levantó y le pasé un bañador.
Yo: Hoy comemos fuera -le sonreí-.
Se lo puso.
Dani: ¿Y el tuyo?
Fui al cajón y saqué uno. Me puse la parte de bajo y me puse la parte de arriba y me la sujeté.
Yo: Ata.
Fui donde estaba y me lo ató.
Dani: Este bikini te favorece.
Yo: Anda, vamos.
Es un bikini de color verde, verde fosforito. Y la verdad es que sí me favorece, al estar morena.
Me hice una coleta alta y salimos fuera del barco. A la cubierta. Está la mesa puesta.
Silvia: ¡Por fin aparecen los tortolitos!
Carlos: Aplausos por favor.
Empezaron a aplaudirnos. Que vergüenza, por favor.
Nos sentamos y empezamos a comer.


Es por la tarde, y ya estoy aburrida. Quiero irme de compras. Nunca me he ido de compras con Dani, ¿por qué no ahora?
Estamos en mi habitación del barco y...