Capítulo 2: "Por supuesto".

SIGUE NARRANDO ANDREA.

Estábamos fuera donde vendían cosas de ellos y de momento sale Magí (por si no sabéis quién es, es el
representante de los chicos). Nos llamó en voz bajita.
Magí: ¡Andrea, Silvia, venid!
Fuimos hacia él.
Magí: Venid conmigo adentro.
Silvia me miró y le asentí con la cabeza para decirle que sí, que íbamos a entrar.
Entramos por los pasillos del teatro y llegamos a una puerta que ponía SOLO PERSONAL AUTORIZADO.
Magí nos abrió la puerta, entramos y allí estaban los cinco.
Silvia y yo nos quedamos en silencio, no sabíamos ni que hacer ni que decir, estábamos flipando, vale que Magí y los chicos nos conocieran de tantas firmas y conciertos y eso, ¿pero que nos entren a dentro? Parece irreal.
Estaban todos hablando entre ellos y Dani llevaba el pelo mojado.
Magí: Vamos chicas, saludarlos, ¿no?
Silvia y yo asentimos con la cabeza.
Los chicos vinieron hacia nosotras.
Estuvimos hablando con ellos un rato y nos sentamos en unos sillones en este orden: David, Yo, Dani, Carlos, Silvia, Blas y Álvaro.
Carlos y Silvia no paraban de hablar.
David me miró.
David: En el concierto lo has dado todo, que te he visto.
Yo: Claro, pero tu también.
David: En todo los conciertos lo doy todo -me sonrió-.
Yo: Lo sé -le sonreí-.
Dani: Eh David, deja a mi Andrea.

¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE? ¿HA DICHO A MI ANDREA? DIOS NO, ES IMPOSIBLE, NO LO HA DICHO.

Me puso roja.
Dani: Bueno, ¿que tal? -me puso la mano en la rodilla-.
En ese momento me puse muy nerviosa y no me salían las palabras, menos mal que Silvia, a pesar de que estaba hablando con Carlos estaba atenta y me salvó.
Silvia: Estamos bien, nerviosas pero bien.
Carlos: ¿Iréis mañana a la firma, no?
Silvia: Claro -le sonrió-.
Carlos: ¿Y a MCA? Que queda mañana una semana.
Silvia: Sí, sí, nos inscribimos en la pre-venta y todo -le sonrió-.
Álvaro: Andrea, estás muy callada, ¿estás bien?
Yo: Sí, sí, estoy bien -les sonreí-.
En ese momento entró Raul.
Raul: Bueno chicos, voy a cargar las mochilas y esto y nos vamos.
Blas: Vale -le sonrió-.
Silvia: Pues nosotras, por desgracia, también nos tendremos que ir...
David: ¡De eso nada! Vosotras os venís con nosotros.
Silvia: ¿Y nuestro coche se queda aquí tirado, no? -le dijo bromeando.
Álvaro: Fácil, dos de nosotros se van con vosotras y quedamos en un cruce y vamos a cenar a Alicante.
Silvia: ¡Perfecto!
Yo: Hay muchas auryners fuera, ¿como salimos?
Dani: No importa. -Miró a Carlos-. Tu y yo vamos con ellas y los demás en la furgo, nosotros salimos por la principal que habrá poca gente y vosotros por la trasera que ahí estará Raul con la furgo.
Raul: Vale, voy a por la furgo, os veo fuera.
Chicos: ¡Vale!
Raul se fue a cargar todo y los chicos se fueron a la puerta trasera.
Blas: Quedamos en el cruce que sale del pueblo, os esperamos allí.
Silvia: Vale.
Se fueron para a fuera.
De momento se empiezan a oír chillidos, supongo que era porque los chicos habían salido ya.
Dani: Es nuestra oportunidad, vamos.
Me cogió de la mano y salimos a fuera seguidos de Silvia y Carlos, fuimos dirección donde teníamos el coche aparcado.
Abrimos el coche y nos montamos.
Yo conducía y Dani estaba de copiloto, Silvia y Carlos detrás.
Fuimos al cruce y allí nos estaban esperando los chicos, nos hicieron una seña para que les siguiéramos y así hicimos.

DURANTE EL CAMINO A ALICANTE.
Había un silencio entre Dani y yo porque Silvia y Carlos no paraban de hablar y reír.
Yo miraba al frente de la carretera y Dani por la ventana, pero de momento noté que me miraba.
Me giré para mirarle y sonreí.
Dani: ¿Que pasa? -me sonrió-.
Yo: Nada -le sonreí-.
Dani: No, dime -me sonrió-.
Yo: Pues que... todo esto, es irreal, tu montado en mi coche, ahora vamos a cenar con vosotros... es todo un sueño.
Dani: Bueno, mandé a Magí a que te fuera a buscar, porque sé que en todos los conciertos te quedas hasta que cierran el merchansing -me sonrió-.
Yo: Sí bueno, siempre tenía la esperanza de que salieras.
Dani: No he sido yo el que ha salido, pero he sido yo el que quería que entrarás.
No sabía que decir, me puse roja.
Dani: Gracias por venir a todos los conciertos y firmas, gracias por este apoyo, en serio.
Yo: Oh no me des las gracias, gracias a ti por estar siempre ahí, en los peores momentos, vuestra música me da mucho apoyo.
Dani: ¿Estás triste?
Yo: Sí, normalmente sí.
Dani: ¿Por qué? -me miró con preocupación-.
Yo: Bueno, digamos que mi novio con el que estaba un año y medio me engañó con una de mis amigas.
Dani: Que cabrón.
Yo: Pero espera, que lo mejor es que durante ese año y medio no solo fue con mi amiga, si no que siempre que salía por ahí sin mi se iba con otra.
Dani: Dime nombre, apellidos y dirección que voy a pegarle.
Yo: -reí-.
Dani: ¿Y de eso cuanto tiempo hace?
Yo: Más o menos seis meses, está medio superado, pero ya sabes, bajones temporales y todas esas cosas.
Dani: Te entiendo...
Yo: Más que nada es soledad, me siento sola.
Dani: No lo estás, me tienes a mi.
Le miré y le sonreí.
Carlos: ¿Queda mucho? Silvia y yo estamos desesperados.
Yo: No, no queda mucho, en 10 minutos o así habremos entrado a Alicante.
Y así fue, en diez minutos entramos a Alicante y yo seguía la furgo, la cual paró en el parking de una pizzería.
Dani: Siempre que venimos a Alicante cenamos aquí, nos encanta.
Carlos: Sí.
Silvia: Guay, a Andrea y a mi nos encanta la pizza.
Salimos del coche y nos encontramos con los demás.
Entramos a dentro y tenían ya la mesa reservada, pero tenían 9 asientos y sin nosotras eran 7.
Yo: ¿Por qué hay 9 si se supone que solo ibais a venir 7?
Dani: Digamos que desde un principio tenía planeado esto -me sonrió-.
Nos sentamos en la mesa y yo me senté al lado de Dani y Silvia de Carlos, los demás iban a su bola.
Dani: Me alegro de que hayas venido.
Yo: Y yo de haber venido.
Dani: Mañana a la firma os venís con nosotros en la furgo.
Yo: Imposible, vamos pronto a hacer cola.
Dani: ¿Desde que hora?
Yo: Pues si la firma es a las seis de la tarde, a las siete de la mañana estaremos allí.
Dani: ¿Tan pronto?
Yo: Quiero ser de las primeras.
Dani: Bueno vale, pero quédate mi número y esta noche hablamos.
Yo: Vale.
Me apunté su número y yo le dí el mío.
Dani: Perfecto, esta noche en cuanto os dejemos te hablo y así no te aburres.
Yo: Vale -le sonreí-.
El camarero nos trajo pizzas de todas las clases.
Cenamos entre risas.
Cuando terminamos pagamos y salimos a fuera y....