jueves, 28 de noviembre de 2013

Capítulo 57.

En cuanto salimos del coche me da como un pinchazo y no puedo andar. Ah, dios, como duele, joder.
Me encojo y me aprieto la barriga.
Dani: ¡Fea! ¿Qué te pasa?
Cojo aire y lo suelto. Me vuelvo a poner recta.
Yo: Nada, vamos.
Dani me mira preocupado. Dios, la mierda esta de la menstruación, como duele, en serio. Por muchos años que pasen me seguirá doliendo mucho.
Volvemos a andar y otra vez.
Dani: Andrea, ¿estás bien?
Yo: Sí, sí.
Dani: No me mientas.
Yo: Es de la regla, me suele pasar.
Dani: Me lo hubieras dicho y nos hubiéramos quedado en casa.
Yo: Me daba vergüenza...
Dani: ¿En serio?
Yo: Sí...
Dani: Pava que eres. ¿Quieres ir al coche?
Yo: No, da igual, vamos a hacer nuestra primera compra juntos.
Dani: Hacia mucho tiempo que no iba a hacer la compra -dice mientras entramos a Mercadona-.
Yo: ¿En serio?
Dani: Sí. Que yo recuerde... la última vez fue con mi madre.
Se nota que echa de menos a su familia.
Dani: Una cosa mal de la fama.
Yo: La fama da unas cosas, pero también te quita otras.
Dani: Lo sé nena, lo sé.
Yo: Pero por ejemplo, la semana que viene podrás hacerla con tu madre también.
Dani: ¿Quién te ha dicho que yo vaya a irme la semana que viene?
Yo: Yo.
Dani: Lo dudo mucho que me vaya.
Yo: Tendré los exámenes iniciales y no podremos estar mucho juntos, así que es mejor que te vayas con tu familia.
Dani: ¿Cogemos un carro? -dice evitando el tema-.
Yo: Este tema no ha terminado aquí, y sí, cogemos un carro.
Saco una moneda y la meto en la cosa esa de los carros y lo sacamos.
Yo: Vamos pasillo por pasillo para que no se nos olvide nada, ¿vale?
Dani: Vale.
Pasamos por el primer pasillo, son cosas del aseo y eso.
Dani: Preservativos hacen falta.
NOOOO, no quiero hablar de este tema, me da vergüenza.
Yo: Em... eso mejor en la farmacia, que yo tengo que comprarme unos sobres para esto, em, la regla.
Dani: Vale.
Segundo pasillo, los danones, la leche y todo eso.



Estamos en la caja. Dani está apoyado en el carro y yo en él.
Dani: ¿Estás cansada?
Yo: Un poco.
Dani: Si solo son... um -saca el móvil- las nueve pasadas.
Yo: Ya bueno, estos tres últimos días no hemos dormido mucho.
Dani: Soy consciente, xd.
Yo: Y encima las farmacias ya estarán cerradas... creo que no me quedan sobres.
Avanzamos en la cola, solo hay un hombre delante más y nos toca.
Dani: Hoy preparo yo la cena, ¿vale?
Yo: Vale.
Avanzamos.
Cajera: Hola, buenas noches.
Yo: Buenas noches.
Empieza a pasar las cosas y Dani las va metiendo en las bolsas. Tengo que pagar yo, que siempre paga él.
Dani: No sé que prepararte -se ríe-.
Yo: Lo que sea, bien estará.
Cajera: ¿Tienen el coche en párking?
Dani: Sí -le da la tarjeta-.
Cajera: Vale, gracias, pues en total serán 101, 34€.
Corriendo saco dinero y le pago.
Cajera: Su cambio -me da el cambio-.
Yo: Gracias.
Cajera: A ti -me sonríe-.
Cogemos el carro con las bolsas y vamos para el ascensor.
Dani: No quiero que vuelvas a pagar.
Yo: Pago porque puedo.
Dani: Yo también puedo.
Yo: Ya, pero que da igual, he pagado yo y punto.
Dani: Uf, vale.
Yo: Calla y llama al ascensor.
Le da al botón y se abre al instante. Subimos y sube una pareja más con nosotros.
Esa pareja están super cariñosos. No paran de abrazarse y reír. Podrían hacer eso en privado.
Creo que les tengo envidia. Dani y yo no podemos hacer eso porque ya vendría alguien a criticarnos.
A veces esto de que sea famoso es una mierda, así de claro. No puedes hacer las cosas que los demás hacen y puf, cansa, porque... cansa.
Dani: Nena, no lo pienses.
Tiene razón.
Salimos del ascensor y vamos para el coche. Ponemos todas las cosas en el maletero.
Yo: Voy a dejar yo el carro.
Dani: Vale, te espero con el coche enchufado en lo de los carros.
Yo: Vale.
Donde se dejan los carros está un poco lejos. Qué pereza. Ojalá Dani no fuera famoso y poder hacer todas las cosas que las demás parejas normales hacen. No sé... haber, poder podemos hacerlas, pero claro, siempre hay que pensar en el 'qué dirán' los demás, en las críticas que él puede tener. Porque a él no le conviene tener novia porque tiene a todas las chicas que quiera detrás y claro, esto como que podría perjudicarlo un poco, pero supongo que es un riesgo que tenemos que correr.
PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. Me sobresalto asustada.
-¡Lleva cuidado hombre!
Yo: Eh sí, lo siento.
Di-os. Casi muero atropellada, no me había dado cuenta de que salía un coche de su plaza de aparcamiento, pero también me lo podría haber dicho de mejores modos.
Dejo el carro y voy a la salida.
Está Dani esperándome.
Subo al coche.
Dani: ¿Estás bien? Te veo un poco blanca.
Yo: Eh sí, un capullo que casi me atropella.
Dani: ¿Qué? Pero estás bien, ¿no?
Yo: Sí, sí, un pequeño susto.
Dani: Capullo.
Yo: Ha sido culpa mía, que iba pensando en mis cosas y no me he dado cuenta.
Dani: Anda, vamos para casa.
Subo al coche y vamos dirección a nuestra casa.
Nuestra casa... suena... suena raro.


Hemos guardado ya todas las cosas, parece que el dolor de la barriga se me ha pasado un poco.
He ido a nuestra habitación y me he puesto un pantalón de pijama y una camiseta de tirantes negra.
Yo: Mañana empiezo el instituto, o sea la presentación de todos los años.
Dani: Qué enana, aún en segundo de bachiller y digo yo, si aún no tienes los dieciocho, ¿como tienes carnet del coche?
Yo: Mis padres, ya sabes.
Dani: Joder con la Andrea... que nivel -se ríe-.
Yo: Calla tonto.
Dani: Bueno, ¿qué vas a querer de cenar?
Yo: Me da igual, lo que quieras.
Dani: Mickey, ¿qué quieres tú?
Me río.
Dani: ¿Qué te hace tanta gracia? -me sonríe-.
Yo: Tú -me río-.
Dani: Oh, te hago gracia, que bonito.
Yo: Estás hablando con un perro.
Dani: ¿Y te hago gracia?
Asiento.
Me coge y saco el móvil y sube una foto:





Yo: ¡Bájame!
Dani: ¿Ahora te sigo haciendo tanta gracia?
Yo: Sí -me vuelvo a reír-.
Me empieza a hacer cosquillas.
Yo: Vale no, no me haces gracia ¡para!
Dani: Eso está mejor.
Me baja y volvemos a ir a la cocina.
Dani: ¿Hacemos um... lomo fresco con patatas fritas?
Yo: Vale.
Dani: Pero lo hago yo todo eh.
Yo: Déjame ayudarte.
Dani: Que no, lo hago yo.
Yo: Jope, vale.
Dani: Si quieres ves preparando la mesa y esas cosas.
Yo: Vale.
Pongo un mantel y voy organizando todo. He enchufado un par de velas.
Estoy cansada... mañana tengo que madrugar. Son casi las diez.
Dani: ¡Esto está casi listo!
Yo: Vale.
Voy a la habitación y me preparo las cosas para mañana: la ropa, el bloc, el estuche... qué pereza. Otro curso más, y el último, menos mal, porque dios, ya estoy un poco cansada, aunque después de esto vendrá la uni, lo que significa estudiar más... puf.
Mañana nos dirán los profesores y pasado, día dos, justo cuando hacemos dos meses, nos dirán los exámenes iniciales, que serán justo a la semana siguiente, o sea que mañana es lunes, ya empiezo a odiar los lunes... y también empiezo a entrenar el martes, pero hacemos nuestro primer mes oficial... así que no sé si debería ir a entrenar.
Estoy un poco asustada por los exámenes iniciales, porque si los suspendes, te suspenden la asignatura del curso anterior y tienes que recuperarlas. Sí, es un coñazo, pero es lo que tiene estudiar en el mejor instituto privado de Alicante.
Dani: ¡Feeeea, esto ya está!
Yo: Vale, ¡ya bajo!
Dejo las cosas y bajo a bajo. Ya está sentado y los platos en la mesa.
Yo: Qué buena pinta tiene todo.
Dani: Espero que te  guste, es la primera vez que cocino.
Yo: Seguro que está buenísimo.
Me siento y Dani me pone agua.
Lo pruebo.
Dani: ¿Y?
Yo: Puagh, está asqueroso -pongo cara de asco-.
Noto su decepción al segundo.
Yo: Que es broma tonto, ¡está riquísimo!
Dani: Ya me habías asustado.
Yo: Te voy a dejar que hagas la cena todos los días.
Dani: No por favor, odio cocinar.
Yo: Pues para odiarlo te ha salido bastante buena.
Dani: Eso es porque soy especial.
Yo: Creído.



Hemos terminado de cenar y la cena nos la hemos pasado hablando del instituto, de cómo son y todo eso. Le explicado lo de los exámenes iniciales.
Dani: Eso no está bien, porque si apruebas un curso... ya no tienen derecho a suspenderte la del curso anterior.
Yo: Ya, pero bueno.
Dani: Tú aprueba y listo.
Yo: Para eso tendré que estudiar -me río-. Lo que significa no estar tanto tiempo juntos.
Bostezo. Estoy reventada.
Dani: Vete a dormir, ya recojo yo esto.
Yo: No, da igual.
Me levanto y empezamos a recoger las sobras de la cena.



Dani: Yo me quedo un rato viendo la tv.
Yo: Vale, te espero en la habitación, no tardes.
Dani: No.
Me voy para la habitación y me tumbo mirando al techo. Mickey se sube conmigo.
Yo: ¿Qué pasa gordo? Que fuerte todo esto eh... acostúmbrate a esta casa, que esto es para siempre.
Me ladra.
Yo: Shhh, no ladres.
Se baja y se pone en su cesta que está a mi lado.
Cojo el móvil y pongo la alarma. A las 7. Nada más de pensarlo ya me canso. Me meto en tw, la verdad que hoy no he estado casi nada.
Un día agotador, mañana empezamos la rutina, lo bueno que mi feo está conmigo -twitteo-.
Al segundo me contesta Dani: ¿tu no te ibas a dormir? jajajajaja
Le contesto: Deja de espiarme, te veo desde la habitación
Me sigue el juego: Que miedo, ¿no?
¿Encima me vacila? Le sigo: Deberías de estar aterrado
Me contesta de nuevo, pero dejo el móvil y voy sin hacer ruido al salón, que está allí.
Llego y los sillones están vacíos, ¿dónde estará este ahora? La tele sigue encendida, así que debe de estar por aquí. Me quiere asustar, seguro. Ay, que miedo.
Yo: Dani, no tiene gracia, sal.
Silencio.
Yo: Dani, en serio, sal.
Veo que la puerta al jardín está abierta. Voy a ver y me tocan por detrás, sin saberlo.
Me giro con el corazón en la boca.
Dani: Con que debería de tenerte miedo, ¿no? -se ríe-.
Yo: Eres un capullo. Me has asustado.
Dani: Eso pretendía.
Yo: Imbécil.
Dani: Fea.
Me coge de la cintura.
Yo: Son em, -miro el móvil- las once pasadas, a las siete tengo que estar en pie, ¿vienes a la cama?
Dani: Sí, vamos.
Va al sofá, coge el mando y apaga la tele.
Dani: ¿Mañana te llevo o como? -dice mientras vamos para la habitación-.
Yo: No, viene el bus a la puerta de mi casa.
Dani: Entonces habrá que ir a tu casa.
Yo: Exactamente.
Dani: Pf, entonces también madrugo.
Yo: Gandul -le empujo a la cama-.
Dani: No, solo ahorro mi energía.
Yo: Y rubio tenías que ser -me río-.
Dani: Eh, eh, eh, no te pases -se ríe-.
Me meto en la cama. Hace un poco de frío.
Yo: ¿Están las ventanas y todo cerrado?
Dani: Sí, ¿por qué?
Yo: Porque tengo frío.
Vale, una excusa para que me abrace.
Dani: Nena, si quieres que te abrace solo dímelo -se tumba y me va a abrazar-.
Yo: No, ahora no.
Dani: No te enfades... fea.










Yo: Venga, a dormir, que estoy cansada.
Me giro para su lado y nos quedamos mirándonos a los ojos. Sus ojos azules, dios, son tan... tan.. no sé explicarlo. Te pierdes en su mirada.
Dani: Qué fuerte todo esto, ¿no?
Se le ve muy sincero, ahora podemos hablar bien.
Yo: La verdad es que sí... quién me iba a decir a mi que iba a estar con la razón de mis sonrisas.
Dani: ¿Podemos hablar de cuando estuviste en la clínica?
Oh, ese tema.. ese tema no me gusta para nada, es parte de mi pasado.
Yo: Claro, ¿qué quieres saber?
Dani: ¿Por qué lo hacías?
Yo: ¿El no comer?
Dani: Sí.
Yo: Porque me sentía mal conmigo misma y necesitaba cambiar mi físico para gustarle a alguien.
Dani: ¿Hace mucho?
Yo: Un par de años, pero los psiquiatras me han dicho que no estoy rehabilitada del todo.
Dani: Ya, ¿por eso que tus padres te llevan tan controlada y te permiten todo lo que quieres?
Yo: En parte sí, lo pasaron muy mal cuando yo estaba ahí, en esa mierda de cárcel.
Dani: ¿Y te gustaba estar sola?
Yo: No es que me gustara, es que, haber, yo siempre, siempre, he sido la chica popular de todo, por decirlo de una manera, pero un día me empecé a sentir incómoda conmigo misma y empecé a alejarme de toda la gente, no es que me gustara estar sola, es que quería estar sola.
Dani: ¿Por qué?
Yo: No lo sé, solo sé que me gustaba.
Dani: ¿Y ahora?
Yo: Ahora me da miedo quedarme sola...
Dani: Nunca te quedarás sola, siempre estaré a tu lado, te lo prometo.
Yo: Vosotros, en parte, me ayudasteis a salir de todo esta mierda.
Dani: No lo sabía, me comentó algo Silvia.
Yo: ¿Te acuerdas de la firma del 31 de marzo?
Dani: Sí, no viniste.
Yo: Porque volví a caer por un chico, no me valoró y volví a caer, pero luego, cuando hablamos por twitter, todo se pasaba, por eso me centré en vuestra música, y volví a salir, aunque ahí no caí del todo, estuve a punto, pero me ayudasteis a ser fuerte.
Dani: Ese tío no sabía ni lo que decía.
Yo: Ya, bueno... todo eso es pasado. Empecé de cero.
Dani: Eres muy fuerte pequeña.
Yo: La vida me está obligando a serlo.
Dani: Descansa nena, que mañana será un día muy largo.
Me giro y me agarra de la cintura y me pega a él. Su calor corporal... lo mejor que puede haber.



Pi pi, pi pi, pi pi. Abro los ojos de golpe, ¿ya son las siete? Miro el reloj y sí, son las siete, por desgracia.
Me levanto y voy al aseo. Dani sigue durmiendo. Estoy demasiado cansada, así que me doy una ducha para despejarme. Salgo enrollada en una toalla. Dani sigue durmiendo. ¿Qué hora es? Miro el móvil. Tengo una idea. Le hago una foto y la subo: 'duerme como un bebé' y me río yo sola. Me meto toda la ropa al aseo y me arreglo lo más deprisa que puedo para no llegar tarde. Se me hace raro verme con el uniforme después del verano, no sé, pero estoy diferente, tengo un color rosado en mis mejillas y desprendo alegría. Me encanta verme así.
Salgo y Dani sigue durmiendo. A las 7:50 pasa el autobús por la puerta de mi casa. Son las 7:35, no llegamos.
Yo: Dani, Dani, Dani, que no llegamos.
Dani: ¿Qué?
Yo: Que no llego, vamos, me tienes que llevar.
Dani: Voy nena.
Yo: Voy a preparar el desayuno, no tardes.
Voy a la cocina y me como dos galletas, sobra, le cojo dos piezas de fruta a Dani para que almuerce por el camino, que no llegamos.
Voy a la habitación y ya está listo.
Yo: ¡Vamos!
Dani: Voy.
Salimos de la casa dejando a Mickey en el jardín y vamos dirección a mi casa a toda velocidad.
Dani: ¿Entonces te recojo a las 12?
Yo: No sé a que hora terminaremos, te voy diciendo.
Dani: Vale.
Conductor: Vamos Andrea, que no llegamos.
Yo: Voy Víctor.
Víctor es un hombre mayor, lleva llevando el bus desde que yo era una enana, por lo que me conoce de toda la vida.
Dani: Nena, luego hablamos -me da un pico-.
Yo: Adiós feo -me subo al autobús-.
Me siento al lado de Lau. La abrazo.
Lau: Se os ve bien.
Yo: Estamos bien.
Lau: Me alegro tanto, te lo mereces.


Hemos llegado al instituto, es el último año, vamos, que yo puedo.
La clase está bien, somos más o menos los del año pasado. Todo el mundo me mira. En los patios solo estaremos Lau y yo, pero no importa.
Entramos a clase y nos sentamos de uno en uno. Nos explican todo lo del curso y nos dan fechas de los exámenes iniciales. Son del miércoles al viernes, esta semana. ¡Si estamos a lunes! Uf, ya estoy estresada.
Me vibra el móvil. Lo miro, un whatsapp de Dani.

1 comentario:

  1. Holaa
    te he nóminado a los premios Liesbster Award
    la imformacion la tienes en mi blog htt://mitudoerestuysolotu.blogspot.com.es/?m=1

    Un beso :)

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