domingo, 27 de octubre de 2013

Capítulo 51.

Estamos en la Dehesa, los chicos no están aún, estamos viendo con quién vamos en los grupos, pero todo está siendo un lío, cada una quiere ir con uno, esto va organizado por pulseras. Los monitores intentan arreglar todo y después de un largo rato, consiguen organizar todo. Me duele la cabeza, no paran de chillar. Cierro los ojos e intento dejar la mente en blanco. Misión imposible. No puedo dejar de pensar en que se acaba el verano, las clases empiezan pasado mañana. Voy a estar lejos de Dani. Este pensamiento me produce más dolor aún.
Lucas, nuestro monitor, es super simpático. Es muy amigo de Carlos, Franchejo y todos estos.
Lucas: Gracias por hacerme caso.. alguien lo hace.
Yo: ¡Es que no impones hombre! Mira.
Le cojo el megáfono ese que lleva y me subo a una pequeña plataforma que hay. Empiezo a hablar.
Yo: ¡Haber! ¡Sé que queréis ir con vuestro favorito, pero esto es así, cada una va con el de su pulsera! ¡Verdes y azules con Dani! ¡Blancas y negras con Blas! ¡Rosas y amarillas con Carlos! ¡Rojas y grises con David! ¡Marrones y blanco oscuro con Álvaro! ¡Y si queréis que se haga la batalla, haced caso a vuestros monitores! Gracias.
Me bajo y empiezan a aplaudir.
Lucas: Bien Andrea, bien -se ríe-.
Yo: Es que me estaban dando un dolor de cabeza... -me río-.
Lucas: Vosotras vais con Blas.
Yo: Vale.
Lucas: Vamos a empezar a hacer todo bien.


Ya estamos los grupos organizados. Los chicos están detrás del escenario, aún no han salido, pero no tardarán. Estamos yendo cada grupo a un sitio de la Dehesa para organizar mejor todo lo de los grupos.
Los chicos se han ido cada uno a su equipo, vamos con Blas.
Nunca he tenido mucha relación con Blas, me río muchísimo con él, pero no es como con David, no sé.
Blas: ¡Hola chicos! -coge un megáfono-. Nuestro grupo tiene que ganar sí o sí eh.


La coreografía la hemos hecho entre Silvia, Alba, Lau, Marta y yo. Nos ha tocado Away, así que es un poco más difícil porque es lenta. Estamos ensayando. Con cada grupo vamos dos pulseras diferentes, primero tenemos que enfrentarnos entre nosotras y los chicos eligen y luego ya entre los ganadores de cada uno.
Blas: ¡Último ensayo!
Hacemos la coreografía y esperamos a que vengan los demás para vernos. Qué vergüenza. Estoy en primera fila y al lado tengo a Lau. Vienen y se sientan debajo de un árbol a vernos. David empieza a fumar. Odio que fume y lo sabe, uf, tengo que intentar que se lo deje... sé que es difícil, pero no es bueno para su voz.
La verdad es que jo, no quiero verlo fumar, en serio. Es uno de mis mejores amigos y no, por favor. Pero no puedo hacer otra cosa.
Miro a Dani y está sentado mirándome, que vergüenza, por favor. No me ha visto nunca bailar. Ni yo a él. Joer no, en serio. Tengo calor. Me doy aire. Lo miro, se vuelve a reír. Que mala persona. Dios, se me ha olvidado la coreografía, no por favor, no me acuerdo, socorro. Tierra trágame.
Blas: Venga, a la de tres empezamos.
No, dios, no.
Miro a Lau. Le niego con la cabeza como diciéndole que se me ha olvidado. Mira a Dani, se cree que es por él que no quiero bailar. ¡No Lau! ¡Que se me ha olvidado! Me estoy poniendo nerviosa, más aún.
Blas: Una, dos, y tres.
Empieza a bailar y cantar el otro grupo. Vale bien, me han venido ya los pasos. Os lo juro que me estaba muriendo porque se me habían olvidado.
Miro de reojo a Dani y sigue mirándome. ¡Para! Tienes que estar atengo al otro grupo, no a mi.
Terminan y nos toca a nosotras. Cantamos y bailamos. Lo hacemos lo mejor que podemos y paramos.
Los chicos se ponen a hablar entre ellos.
Blas: ¡Que conste que para mi lo habéis hecho los dos grupos igual de bien!
Carlos: Pero uno mejor que otro...
Álvaro: Así que decidimos que pasen a la final... ¡las pulseras blancas!
Todas nos miramos, sorprendidas, y nos abrazamos. Empezamos saltar. ¡Qué bien!
'Pulseras blancas, pulseras blancas, ueeee' y así sucesivamente.
Que bien en serio. Estoy feliz. Hemos pasado a la final.
Blas: Me voy a hacer de jurado, luego nos vemos, ¡enhorabuena pulseras blancas!
Las pulseras negras ya tienen tiempo libre hasta la cena. Los ganadores nos tenemos que esperar a que elijan los ganadores de los otros equipos y competir, por decirlo de una manera.
Las pulseras blancas nos sentamos debajo de un árbol.
Yo: Tenemos que darlo todo, ¡hay que ganar!
Blanca: Sí, por favor.
Nerea: Y si no ganamos... ¡hemos llegado a la final!
Cris: Venga, ¡foto!
Yo: Vale, espera, que la haga Javi.
Llamo a Javi y viene.
Yo: ¡Morsa! ¡Haznos una foto!
Javi: Vale -sonríe-.
Cris le da el teléfono a Javi y nos ponemos para la foto.
Yo: ¡Pulseras blancas!
Sonreímos.
Yo: Espera, ahora con mi móvil.
Se lo doy y nos la hacemos.
Javi: Ale, aquí os quedáis, voy haber, ahora os aviso cuando tengáis que venir.
Yo: Vale -le sonrío-.
Subo la foto a instagram: ¡Las pulseras blancas estamos en la final!
Guardo el móvil.


Javi: Chicas, vamos, os toca contra las pulseras azules.
Oh dios, el equipo de Dani.
Viene Blas a recogernos. Quién gane ahora se enfrenta contra las pulseras rojas. Las pulseras rojas están en la final. Lo que me faltaba, el equipo de Dani, madre mía.
Vamos y está Dani con todo su equipo.
(Poned esta canción: http://www.youtube.com/watch?v=slmfu0IP9Z8 )
Están todos de pie, y Dani en medio con los brazos cruzados. ¿Qué intentan? ¿Desafiarnos? Pues van mal.
Nos ponemos en grupos de cinco, detrás de uno. Y les rodeamos andando. Dani me mira de arriba a abajo, desafiándome más aún. Oh rubio, vas a perder. Nos paramos delante de ellos, estoy al lado de Blas, con los brazos cruzados intentando controlarme la risa. Esto parece de película. Dani da un paso adelante, doy otro yo. Nos separarán dos pasos, no más. Da otro, ¿sí? Pues yo también. Avanzo, lo tengo al frente.
Se me arrima.
Dani: Fea -me susurra al oído-.
¿Con esas vamos?
Yo: Vas, a, perder -le susurro ahora yo en el oído-.
Sonríe.
(Quitad la música).
Blas: ¡Que empiece la batalla!


Oh no, nos ha ganado el equipo de Dani. A nosotras solas no, también a las pulseras rojas. Ha ganado Dani. Lo que le faltaba. Ahora todo el día restregándomelo, veréis.
Se despiden.
Álvaro: ¡Todo el mundo a cambiarse, que vamos a hacer la cena en la barbacoa!
David: ¡Y luego la fiesta de disfraces!
Carlos: ¿Tenéis ganas?
Dani: Seguro que sí, así que luego nos vemos.
Y se van.
Nos vamos para la cabaña a cambiarnos para la barbacoa, ya hace fresquito, así que me voy a poner pantalones largos.


Vamos a irnos para la barbacoa pero Dani me ha mandado un wa que vayamos a su cabaña antes.
¿Que quiere? No nos dejan ir... o sea, no nos deja Lucas ni Magí... en fin.
Vamos para su cabaña. Están las zapatillas fuera, las de Dani y las de... no sé.
Yo: ¿De quién son las otras?
Alba: De Álvaro, te lo digo yo -se ríe-.
Silvia: No tienen remedio.
Lau: No -se ríe-.
Tocamos. Nos abre Dani sin camiseta.
Daniel, no hagas eso porque no. Me quedo mirándole.
Dani: Pasad anda.
Sigo observándole. Es que es tan... tan.. perfecto, no lo sé.
Lau me 'empuja'.
Yo: ¿Qué pasa?
Dani: Que paséis -se ríe-.
Sí, sí, tu ríete, que quién ríe el último ríe mejor.
Pasamos y están todos dentro, cada una se pone a hablar con uno. Oh gracias por dejarme solita.
Dani: Ven -me coge de la mano y me lleva a su habitación-.
Mi pulso, mi pulso empieza a acelerarse solo. Trago saliva. Relax Andrea.
Nos sentamos en la cama.
Dani: Nos han dado una mala noticia.
Yo: ¿Mala?
Dani: No es mala, bueno, depende de donde lo mires.
Yo: ¿Qué pasa Dani?
Dani: Sabes que todo está yendo de cine... vendemos más discos de lo normal y eso.
Yo: Sí.
Dani: Nos vamos a Latino América.
Yo: ¿Qué?
Dani: Sí. Aún no sabemos cuando, pero no muy lejos.
Se me cae el alma al suelo. Si desde Alicante a Madrid lo iba a echar de menos, imagínate ahora.
Yo: ¡Que gran noticia! ¡Me alegro tanto!
Dani: Andrea, no me engañes. Sé que no estás bien...
Yo: No, en serio, me alegro.
Dani: Quiero que vengas conmigo.
Me quedo callada. Sabe perfectamente que no puedo dejar todo ahora.
Dani: He hecho una tontería muy grande.
Le miro fijamente. ¿Qué narices ha hecho?
Dani: No es nada de otra chica.
Me relajo sabiendo que no puede haber nada peor que eso.
Yo: ¿Entonces?
Dani: Pero no me odies por esto.
Le miro intrigada. A saber que narices ha hecho. No puedo parar de pensar en esto y en la fiesta de disfraces que es esta noche, qué nervios. No me ha dicho de que se ha disfrazado.
Yo: ¡Pero suéltalo ya!

viernes, 18 de octubre de 2013

Capítulo 50.

Foto grupal, hay que hacer una foto única y divertida, para ganar más puntos en lo de la gyncana.
Dani: ¿Te pones conmigo?
Yo: ¿Por qué no?
Dani: Bien.
Todo el mundo se pone al pelotón.
Carlos está con Silvia cogiéndola en brazos, Alv está con toda la gente al pelotón, al igual que Blas y David. 
Pero David y Marta se han tumbado en el suelo. Blas está en brazos de algunas. 
Dani: ¿Al suelo?
Salva: ¡Vamos chicos!
Uy, Salva me estresa, en serio. Siempre con las prisas.
Yo: Vale.
Me tumbo en el suelo, pero boca arriba, en plan... um no sé, ¿gamba? Me tumbo boca arriba y Dani a mi lado o eso pensaba yo, porque noto que me chafan y en efectivo es Dani, que se ha tumbado encima mía.
Yo: ¡Que me chafaaaaaas!
Dani: Pues cambiamos -me guiña el ojo-.
Y rodamos y cambiamos. Ahora estoy yo encima. No me puedo creer que me esté obligando a hacer esta postura delante de todo el mundo enserio. Miro a Silvia y me mira riéndose. Si, sí, tu ríete.
Me coge del culo y le miro y me río. ¿Qué más hacer ahora? Solo me puedo reír al igual que él.
Salva: ¡Tres, dos, uno, foto!
Todo el mundo quieto.
Salva: ¡Listo!
Me levanto y Dani me da una palmada en el culo. ¿Pero que te pasa? ¡Que está todo el mundo mirando! Todo el mundo va saliendo, pero Dani me ha cogido del brazo y ha hecho que me esperara.
Salva: ¡Chicos!
Dani me coge de la cintura y me pega, literalmente, a él.
Salva: ¡Foto!
Y nos hace una foto. ¿Otra? Como estamos con las fotos.
Salva: Perfecto -nos sonríe-.
Dani: Gracias bro -le sonríe-.
Yo: Que dos...
Salva: ¿Qué te pasa a ti? -me sonríe-.
Yo: Nada, nada -me río-.
Silvia: ¡Andrea! -me llama-.
La miro y está con Carlos, me hace una seña de que nos tenemos que ir.
Dani: Luego te veo en la comida.
Yo: Vale.
Me acerco a él y le doy un beso en la mejilla.
Me estoy yendo ya para fuera.
Dani: ¡Fea!
Me giro y vuelvo a mirar para adelante, lo ignoro.
Dani: ¡Sí, sí, tú!
Me vuelvo a girar.
Dani: Esa clase de besos no me gustan.
Le saco la lengua.
Se ríe y sonrío. Voy con las chicas.
Marta: He flipado con Dani.
Yo: Imagínate yo...
Alba: Sabes la que se va a liar cuando se vea la foto, ¿no?
Yo: Sí... pero sinceramente me da igual.
Silvia: Si viviéramos pendientes de lo que dice la gente... no seríamos felices.
Yo: Ahí le has dado.
Lau: Pienso como vosotras, que le den al mundo.
Nos abrazamos.
Yo: Por cierto... me tenéis que contar cosas, ¿no? -me río-.



Estamos en el comedor, hoy nos ha tocado bastante lejos de la mesa de los chicos... pero es lo que toca. Un día estaremos cerca, y otro lejos, pero no me importa.
Entran y se vuelve a armar todo el jaleo.. ya es el segundo día.. y último.. mañana solo almorzamos con ellos y nos vamos... y empiezo bachiller, en Alicante, lejos de Madrid. No quiero.
Lau: Andrea -dice sacándome de mis pensamientos-.
Yo: Dime.
Lau: No lo hagas.
Yo: ¿Que no haga el qué?
Lau: Rallarte. 
Yo: No sabes cuanto le voy a echar de menos... No lo sabes bien.
Silvia: Ahora que estoy yo en Madrid, podrás venir más a menudo.
Yo: No creo que pueda con los exámenes... segundo de bachiller no es como primero.
Silvia: Haremos todo lo posible para que os veáis, ya lo sabéis.
Yo: Ya...
Alba: Claro... tú no te preocupes.
Marta: Yo estoy un poco más lejos... ¿me echarás de menos?
Pf.. Marta, una de mis mejores amigas y encima de Logroño, está lejísimos. Sí que la voy a echar de menos... y mucho. La puedo ver tres días al año, y ya.. y si viene a Alicante o si voy a Logroño. Va a ser difícil ya que las dos estamos en segundo de Bachiller. No lo quiero pensar más.
Yo: Claro... y lo sabes.
Marta: Os voy a echar de menos a todas... 
Alba: Ahora momentos sentimentales no, por favor, que nos queda un día aún.
Yo: En realidad... la tarde y ya.
Lau: No seas negativa y vamos a disfrutar.
Silvia: Claro...
Yo: Por cierto, ¿ya has hablado con mamá y papá?
Afirma.
Yo: ¿Y?
Silvia: He llamado esta mañana, a las nueve o así y ya está la matrícula hecha.
Yo: ¿Ya?
Silvia: Ya sabes... tienen contactos.
Yo: Me alegro tanto.
Silvia: Os espero a todas... que mi casa estará vacía. Yo viviré con Carlos. Pero vendremos mucho a Alicante.
Alba: Eso está bien -sonríe-.
Dejo el móvil encima de la mesa y me vibra. Un whatsapp. Como no de Dani. Sonrío. Está super pendiente de mi, y eso me gusta tanto.
Lo miro.
-Donde estás? No te veo!
Lo miro y está mirando por todo los lados. Tonto. Me río yo sola.
Yo: Chicas, que no nos vea Dani, o sea, que no me vea.
Me meto para abajo de la silla, o sea, me escurro un poco, para que no me vea. Soy un poco mala, sí.
Cojo el móvil y le contesto.
-Me he ido a mi casa
-¿qué?
-sí, pregúntale a las chicas
-no te creo, donde estás... ;)
-perdida...♥
-perdido estoy yo en tu mirada
-Pavo
-en serio, donde estás? quiero verte YA
-No te desesperes enano
-te voy a dar un susto
-¿seguro?
-sí, sabes que todo lo que digo lo cumplo
-Por cierto, tu 'marcaje' no se me ve por el pañuelo, el tuyo se ve mucho, tápatelo!
- Por queee? Me gustan que vean que mi chica es... la mejor jajajaja
-Estás tu muy cariñoso... que has hecho?
-Nada... solo que te quiero
-me gustaría que me dijeses todo eso a la cara... porque con los hechos me lo demuestras.. pero necesito que de vez en cuando me digan te quiero....
Escribiendo... escribiendo... escribiendo...
-TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO ¿te sirve?
No le digo nada. Me levanto y voy por detrás de las mesas, justo por sus espaldas, para que no me vea.
Me pongo detrás de él y todos me miran, les hago una seña de que se callen y actúen normal.
Le tapo los ojos.
Yo: Yo también -le susurro al oído-.
Le quito y se levanta. Me mira y se ríe.
Dani: ¿No estabas perdida?
Yo: Si alguna vez me pierdo, que sea contigo.
Me abraza.
Es tan tierno, en serio. No sabéis cuanto le quiero. Le quiero más que a nada, incluso más que a mi.
Magí: *tos, tos*.
Carlos: Ay Magí, que manera de arruinar los momentos bonitos eh -se ríe-.
Yo: Ahora que me has encontrado, vuelvo a mi mesa.
Dani: Espera -me coge del brazo-.
Le miro.
Dani: Cuando quieras, nos perdemos juntos.
Y ahora le abrazo yo. Necesito estar en sus brazos... es el único sitio en el mundo donde estoy segura, y feliz. Me separo.
Yo: Adiós.
Dani: Te quiero.
Y todo el mundo empieza a aplaudir. WTF? ¿Han estado viendo todo? Espero que no hayan oído nada. Estaré roja como un tomate. Que vergüenza dios, me quiero iiiiiiir.
Miro a Dani y se está riendo, también está rojo. Le doy un pequeño empujón, le doy en el hombro y me voy a mi mesa.
Me siento y las chicas me miran.
Lau: Chica lista.
Marta: Que bonito todo -se ríe-.
Yo: Callaros -me río-.
Empezamos a comer.


Estamos por el postre y me tocan el hombro. Me giro. Son dos chicas.
Yo: Hola, ¿os puedo ayudar en algo?
X: Yo soy Silvia, y ella María.
Yo: Encantada -me levanto y le doy dos besos-.
Silvia: Anda, una tocaya -se levanta y se presenta-. 
Presento a las demás.
(Silvia desconocida la pondré como Silvia Two).
Silvia Two: Es que mira, cuando ha pasado todo este momento romántico, os hemos hecho unas fotos a Dani y a ti juntos.
Yo: ¿En serio?
María: Sí, mira -me enseña la cámara-.
Es una Canon, parecida a la mía. Veo la foto y va pasando. Dios, las fotos son increíbles.
Yo: Madre mía, están chulísimas. 
María: Gracias -le sonrío-.
Yo: Venid, vamos a enseñárselas a Dani.
María: No, ¡que vergüenza!
Yo: Que no tontas, vamos.
Silvia Two: Que no, en serio.
Yo: Que sí, enserio, venid.
La cojo de las manos y les llevo a donde está Dani.
Yo: Feo.
Se gira.
Dani: Dime fea.
Yo: Que estás son María y Silvia, que nos han hecho unas fotos chulísimas.
Dani: ¿Sí? ¡Haberlas!
Se las enseñan. 
Dani: ¡Me encantan! ¿Me las pasáis todas luego por twitter? 
María: Claro.
Silvia Two: Sí -le sonríe-.
Dani: Es que vamos para modelos -me pasa el brazo por los hombros-. ¿Eh o no? -se ríe-.
María: Espera que os hago algunas más.
Y nos las hace.
Silvia Two: Listo. Salís guapísimos.
María: Bueno, ya os las pasamos a las dos.
Dani: Vale, adiós guapas -y se van-.
Yo: Me voy, que hay en nada es la batalla de coros.
Dani: Vale -me da un beso leve-.
Me voy con las chicas y vamos a la cabaña.


Estamos en la Dehesa, los chicos no están aún, estamos viendo con quién vamos en los grupos, pero...




miércoles, 9 de octubre de 2013

Capítulo 49.

Empiezo a oír un ruido. Abro los ojos. Es de día. Estoy abrazada a Dani. Desnuda. Cómo él.
Me siento y me tapo con la sábana. Me quedo mirando a Dani, una vez más. No sé como explicar todo lo que siento por él, de verdad, es inexplicable. Pienso en el día que le conocí. Fue todo tan raro, no sé, le miré a los ojos y desde ese día, no he podido estar ni un solo minuto sin hablarle o sin saber algo de él.
Porque hay aveces que una persona entra en tu vida como una casualidad, como un ídolo, por ejemplo y acabas tan enganchada a él que no puedes apartarte. Por muchas cosas que te haga, por mucho que sufras, por mucho que te duela, luego te da un abrazo, te sonríe o te habla y todo se va a la mierda, todo ese plan de querer alejarte de él porque sabes que es tú ídolo y nunca vas a poder estar con él, se va a la mierda, no funciona, simplemente porque aunque no lo quieras reconocer, estás tan enganchada a esa persona que por mucho daño que te haga, sin él saberlo, nunca vas a poder apartarlo de tu vida. Te das cuenta de que por mucho que salgas con otras personas para intentar olvidarle, no puedes, nadie es como él, nadie puede hacerte sentir con una palabra como lo hace él, y eso da rabia e impotencia porque no puedes estar con otra persona sin pensar en él, porque sabes que por mucho que lo intentes con otros, a quién de verdad quieres es a él, a ese que es tú ídolo, a ese que le dice 'guapa' a todo el mundo, y no puedes hacer nada para cambiarlo porque es famoso y porque, simplemente, no puedes, y es es lo que más rabia me da. Sabes que él puede ser feliz con alguien más, pero no puedes ser completamente feliz sino es con él, y por eso te conformas, por eso te conformas con ser una fan más, pero no, yo seguí intentándolo, haciendo cosas para llamar su atención, y miradme ahora, en su cama tumbada.
El ruido del móvil me vuelve a llamar la atención. Lo cojo ya que está en la mesita que está a mi lado. Miro la pantalla, es Silvia.
Yo: ¿Sí? -digo con voz medio adormilada-.
Silvia: ¿¡Dónde estás?! -me chilla-.
Yo: Eh...
Silvia: -me corta-. Mejor no me respondas, pero la gyncana empieza en veinte minutos, ya hemos almorzado y todo y pensaba que ibas a estar aquí en cuanto volviéramos. Lucas quiere que hagas la gyncana, todas tenemos que hacerla, así que ya estás tardando en venir.
Yo: Vale, iros si queréis ya para organizar todo, dejadme la llave por la entrada que la busco. Me arreglo y voy.
Silvia: Vale, ¡no tardes!
Yo: Que no.
Cuelgo.
Dejo el móvil y miro a Dani, está despierto.
Dani: Hola -me sonríe-.
Yo: Hola -digo tímida-.
Dani: ¿Cómo has dormido?
Yo: Dormir nada, ya sabes.
Oh dios, ¿he dicho eso?
Me mira asombrado. Sí, yo también estoy asombrada de lo que he dicho.
Dani: Pues eso -se ríe-.
Yo: Me acaban de llamar las chicas, como no esté en veinte minutos en el bungalow de producción muero, porque empieza la gyncana.
Dani: Nosotros ahora tenemos entrevistas y todo eso. Pero más tarde.
Me levanto de la cama con una de las sábanas enrolladas.
Yo: ¿Y mi ropa? -digo mirando por toda la habitación.
Dani: No sé. Quédate un rato más... por favor.
Yo: No puedo, Dani.
Dani: Por favor...
Me pone cara de pena.
No, no me pongas esa cara porque yo también quiero quedarme, pero no puedo.
Encuentro mi ropa interior y me la pongo.
Dani: Toma, la camiseta.
Me da mi camiseta y encuentro el pantalón por el suelo.
Dani sigue tumbado en la cama, pero ahora está con  el móvil.
Voy al aseo y me hago una coleta alta. Vuelvo a la habitación y se me queda mirando fijamente.
Yo: ¿Qué?
Dani: Nada, nada -se ríe-.
Yo: No, dime que pasa.
Dani: Te vas a enfadar -se ríe-.
Yo: Bueno... dímelo.
Dani: Pues he subido una foto nuestra de anoche y...
Yo: ¿Y?
Dani: Mejor míralo.
Cojo mi móvil y voy a su perfil, miro su último tweet.
Buena noche con mi fea + foto.














Yo: Tú... no tienes remedio.
Dani: ¿Te has enfadado?
Yo: No, da igual.
Dani: Gracias fea.
Yo: ¡Y no me entretengas más!
Dani: Luego nos vemos.
Se pone de pie, desnudo. Pongo cara rara. ¡Pero tápate chiquillo! ¡Que llevas todo al aire!
Dani: ¿Qué?
Yo: Que te tapes -me río con las manos en los ojos para no verle-.
Dani: Ni que no te la conocieras.
¿WTF?
Yo: Em... sin comentarios anda.
Dani: Es una broma tonta.
Yo: Sí, pero tápate.
Dani: ¿Para qué? Si me voy a la ducha -se ríe-.
Yo: Pues yo me voy ya, adiós enano.
Salgo pero me coge del brazo. Otra vez, esa electricidad que hay entre los dos se vuelve a notar. En cuanto me roza, está ahí.
Me gira y me pone una mano en la cintura, ya lleva unos calzoncillos puestos, menos mal.
Dani: Vale.
Y me besa.


Madre mía, me estoy terminando de arreglar, no llego a la hora... me van a matar.
No sé que ponerme, bueno sí, algo cómodo, porque en la gyncana esta vamos a andar mucho.
Me he puesto una camiseta negra, por encima de la barriga que pone ROCK y una corona lila y unos vaqueros largos, muy apretados con las converse negras. Sobra. El pelo lo llevo planchado y suelto. Me miro al espejo, todo perfecto, no vale, todo perfecto no. El pu*o chupetón que me hizo, se me nota mucho no, lo siguiente, pf... tengo que ponerme un pañuelo. Voy a la maleta y me lo pongo.
Cojo el móvil y las llaves la cabaña y voy corriendo para el bungalow de producción.
Llego y encuentro a mi grupo enseguida, somos las pulseras blancas.
Nos explican más o menos como va a ir todo y empieza.


Nos queda la última prueba, que es la del photocall. Es que te haces una foto sola con todos y luego todo el grupo con ellos. Estamos en la cola, somos el último grupo en hacer esta prueba, que también es la última de toda la gyncana.
Marta: Tía, ¿dónde estabas?
Me río.
Alba: Silvia también estuvo fuera, pero a las tres y media o así ya estaba en la cabaña. Nosotras no hemos dormido nada, lo que es nada.
Yo: ¿Y eso?
Lau: Los chicos, que han estado en nuestra cabaña hasta la hora de almorzar.
Yo: Ya decía yo que en la cabaña no había nadie, o sea en la de Dani.
Marta: Habrás tomado precaución, ¿no?
Yo: -le miro mal y me río- Sí.
Marta: Bien, no queremos mini Dani's por aquí corriendo.
Empiezo a reírme.
Silvia: Es verdad, tía más adelante.
Yo: Sois tontas de verdad -me río-.
Alba: Pero nos quieres.
Yo: Sí -les sonrío-.
Lau: ¿Nos hacemos una foto?
Yo: Perfecto.
Silvia: Os la hago yo, que hoy no estoy fotogénica.
Alba: Yo no salgo.
Lau: Pues nada, Marta tu y yo.
Yo: Vale -me río-.
Nos ponemos las tres y hacemos pose de malotas.
La subo a Insta y pongo: 'somos una mafia, jajajajaja'.
Silvia: Estáis locas.
Yo: Lo estamos.
Viene un monitor que se llama Adrián.
Adrián: Pulseras blancas, os toca.
Y pasamos a una sala muy grande y los chicos están ahí, haciéndose fotos.
Adrián: Fila de una en una.
Nos ponemos y me dejan a mi la primera, que majas todas, oye.
Dani está el último. Aún están las pulseras negras haciéndose las fotos.
Están pasando y nos esperamos a que se hagan la grupal y se vuelven a poner de uno en uno, o sea así:
Pero estaban en diferente orden. (Empiezo a contar por donde está David). Dani, Carlos, Álvaro, Blas y David. (Nosotras empezamos a entrar por donde está Carlos, que en realidad está David).
Al estar la primera en seguida me ven, Dani está el último, y 'disimuladamente' anda lento y se pone el primero y los demás se quedan como estaban, aunque se mueven un sitio ya que Dani se ha cambiado.
Está tan guapo de blanco. No sé por qué, pero últimamente está muy guapo, más de lo normal, en serio. Me dicen que pase y paso.
Dani: Hola fea.
Me abraza y me sube por los aires, instintivamente me toca enganchar las rodillas a su cintura. Le miro el cuello.
Yo: ¿Que llevas ahí?
Dani: No sé... anoche una chica muy fea me hizo esto. ¿Y tú porque llevas ese pañuelo?
Yo: Um.. no sé, un enano, rubio, muy pero que muy feo, me quería marcar.
Se ríe.
Dani: Anda, ahora nos vemos.
Voy a saludar a David que está al lado.
Dani: ¡Ah, una cosa!
Vuelvo a mirarle.
Dani: Sonríe, que así estás un poco menos fea -me guiña el ojo-.
Le saco la lengua.
Yo: Imbécil -y le sonrío-.
David: ¡Andrea!
Yo: Hola mojado.
David: Lo siento -se ríe-.
Yo: Sabes que estoy constipada por tu culpa, ¿no?
David: Exageras.
Yo: Anda, luego hablamos -le sonrío y me da un beso en la mejilla-.
Blas: Hola -me sonríe-.
Yo: ¿Qué tal?
Blas: Sin dormir...
Yo: Ya, me han contado algo por encima.
Blas: Y tú igual, ¿no?
Yo: Em... adiós -le sonrío y paso a Álvaro-.
Álvaro: ¡Holaa!
Yo: Ey Alv -le sonrío-.
Álvaro: El pelo liso te favorece.
Yo: Gracias hombre lobo, tú pareces.. cansado.
Álvaro: No me hables de la noche de ayer por favor -se ríe-.
Yo: Ya me contarás eh..
Álvaro: Claro -se ríe-.
Y ya está Salva.
Salva: ¡Vamos chicos, tres, dos.. pero Dani, ¿donde vas?!
Dani: Yo al lado de mi chica.
Se pone a mi lado y me coge de la cintura mientras me da un beso, en la comisura de los labios.
Me mira y me sonríe. No tiene remedio.
Carlos: ¿estás mejor?
Yo: Sí, gracias.
Carlos: Ves como todo se soluciona..
Yo: Pues sí..
Carlos: Anda, ahora luego hablamos.
Me quedo en un lado mientras todas se hacen las fotos.
Salva: Venga, ahora la grupal.
Dani viene hacia mí, o no, ¿que tiene pensado? Miedo me da.

viernes, 4 de octubre de 2013

Capítulo 48.

Se pone de pie y se quita la camiseta. Me quedo mirándole asombrada. Menudos abdominales, se nota que se está machacando en el gimnasio. Se da la vuelta y me enseña la espalda.
Dani: Mira mi cuello.
¿Pero que ha hecho? ¿Se ha vuelto loco?
Dani: ¿Te gusta?
Yo: ¡Estás loco!
Dani: No.
Me quedo mirándole. Sigo asombrada.
Dani: Está reciente, pero mira, tócalo.
Me arrimo a él, me pongo de puntillas ya que es un poco más alto que yo y le paso con cuidado los dedos por encima del tatuaje... wow. Puedo notar bien las letras, A, N, D, R, E, A.
No sé como se le ha ocurrido hacer eso, en serio. O sea, ¿es consciente de lo que ha hecho?
Yo: ¿Te duele?
Dani: No mucho, pero está reciente y eso.
Yo: ¿Eres consciente de lo que has hecho?
Dani: Em... sí, me he tatuado ANDREA en el cuello, ¿qué problema le ves?
Me rió.
Yo: ¿Cómo que qué problema le veo? ¿Y si algún día rompemos? Pero de verdad, no como ahora.
Dani: No me voy a arrepentir nunca, porque si rompemos, habrás sido la etapa más bonita de mi vida y no habrá nadie que me haga sentir como lo haces tú.
Me quedo mirándole, seria, impasible. ¿De verdad ha dicho eso? Estoy nerviosa. Me miro los dedos de las manos.
Yo: Me encanta, de verdad, pero te vas a arrepentir.
Dani: ¿Por qué? ¿Me vas a dejar?
Lo dice de una manera que me da una punzada en el corazón, pero, ¿cómo se le pasa esa idea por la cabeza?
Yo: No Dani, no me voy a ir a ningún lado, voy a estar siempre a tu lado.
Dani: Gracias.
Yo: ¿Gracias por qué?
Dani: Por estar a mi lado, me haces sentirme querido y me mantienes los pies en la tierra.
Yo: Es que el día que se te suba a la cabeza, te doy una bofetada y se te quita la tontería -sonrió-.
Me mira y sonríe. Le miro. Hace frío, bueno, frío no, más bien fresquito.
Yo: ¿Sabes que hace frío y tú estás sin camiseta?
Dani: Te dejo que disfrutes de las vistas -sonríe pícaro-.
Yo: ¿Cómo eres tan creído?
Dani: Porque puedo.
Le miro, niego y río.
Dani: ¿Qué? Me dirás que es mentira...
Yo: Anda y anda...
Dani: Que es broma tonta -me abraza por detrás-.
Giro un poco la cabeza por el lado y le veo.
Dani: Dame un poquito de amor anda...
Yo: Antes ponte la camiseta.
Dani: -me mira extrañado-. Vale.
Se agacha a coger su camiseta pero me adelanto y la cojo antes.
Yo: Pero para ponerte la camiseta, primero tendrás que cogerme.
Y salgo corriendo por la Dehesa. Es todo de césped y arena, plano, por lo que correr por ahí es fácil. Estábamos justo enfrente del escenario, es decir, al final de la Dehesa, por lo que tengo que correr muchísimo para salir de donde estamos y llegar al camino por el cuál llega a las cabañas, que en llegar al camino hay como diez minutos andando hasta mi cabaña. Sí, está muy lejos.
Sigo corriendo, voy por casi mitad de la Dehesa, estoy muy cansada, mi respiración es irregular, Dani está casi detrás de mi, no me pilla por poco.
Vamos Andrea, puedes llegar a la cabaña, en realidad no es tanto. O sí, si que es mucho, pero no puedo dejar de correr o me atrapará y a saber que me hace... Sonrío pensando en lo que podrá pasar. Me giro y lo veo, está casi casi pillándome, si estira el brazo, creo que me coge. Intento ir más deprisa, pero se nota que es verano y no entreno. Me estoy fatigando, me cuesta respirar. Veo el camino de carretera, por donde están todas las tiendas y el que lleva a las cabañas. Vamos Andrea, que estás ya ahí, me digo a mi misma.
Me giro para ver donde llevo a Dani. No lo veo. Vuelvo a mirar para adelante por si hay algo no comérmelo. Me vuelvo a girar, miro por los lados y tampoco. ¿Dónde se ha metido este chiquillo?
Vuelvo a mirar para adelante.
Dani: Pillada -me sonríe-.
Estamos uno enfrente de otro. Es plena noche, si antes eran las tres menos cuarto serán ya cerca de las cuatro y media. Solo se oye el ruido de nuestras respiraciones irregulares, debidas al ejercicio que acabamos de hacer, y el ruido de los grillos.
Dani: No deberías de haber hecho eso.
Trago saliva, eso me suena a amenaza y promesa.
Yo: ¿Por qué?
Dani: Por esto.
Y me carga en sus hombros como si fuera un saco de patatas.
Yo: ¡Bájame!
Dani: No, no.
Yo: Que sí, ¡bájame!
Empiezo a mover las piernas y los brazos para que me deje.
Me empieza a dar cachetadas en el culo.
Dani: Sh... no chilles. No querrás despertar a la gente, ¿verdad?
Yo: No.
Dani: Pues calla.
Yo: Pues bájame.
Dani: No, vas a volver a salir corriendo, y estoy demasiado cansado para salir corriendo detrás de ti.
Yo: Oh, el chico deportista está cansado, no me lo puedo creer -digo con ironía-.
Dani: Oh... te la estás jugando.
Yo: ¿Ah sí? ¿Y qué me vas a hacer?
Dani: Ahora lo verás.
Y sigue andando a paso decido no sé a donde.



Estamos en su cabaña, no hay nadie, los demás estarán por ahí perdidos, menos Carlos que estará con Silvia, claro. Ha cerrado la puerta con pestillo, no sé que tiene pensado.
Dani: Vamos a mi habitación.
La noche promete.
Yo: ¿Para qué?
Dani: Ahora lo verás, vamos.
Oh dios.
Va a su habitación y le persigo.
Entramos y cierra la puerta y la ventana que la tenía abierta.
Dani: ¿Me das mi camiseta?
No me acordaba que la llevaba. Se la voy y la tira al suelo.
Dani: Vamos haber que hacemos con tu ropa.
Se arrima a mi. Me quita su camiseta. Se me pone la mano en la cintura.
Dani: Tan preciosa como siempre.
Me empieza a dar besos por el cuello. Lentos, suaves, pero de momento empiezo a notar presión. Dios, como si me estuvieran absorbiendo. Me está haciendo un chupetón. Lo mato. Un chupetón cuesta en irse y se queda marca, mucha marca. Cuando para de absorberme el cuello, porque es lo que ha hecho empieza una camino de pequeños besos hasta la comisura de mi boca. Ahora está dándome pequeños besos alrededor del labio.
Yo: ¿Por qué has hecho eso?
Dani: Hacer... qué... -dice entre beso y beso-.
Yo: El chupetón, sabes que se me va a ver y que se queda muy marcado.
Deja de darme besos.
Dani: Necesito que sepan que eres mía, sólo mía. Tenía que marcarte de alguna manera.
Yo: No era necesario.
Dani: ¿Qué más da? Ya está hecho -sonríe-.
¿Con qué jugamos con esas intenciones? Vale, dos podemos jugar al mismo juego.
Le empujo contra la pared y le aprisiono sin piedad. Empiezo a besarle, salvajemente. El ambiente se está calentando. La electricidad que hay entre nosotros se empieza a notar. Va subiendo la temperatura. En un beso, le muerdo el labio inferior, pero le muerdo tan fuerte que se le va a notar, va a llevar el corte y la inflamación, que se le note.
Dani: ¡Au!
Yo: Ojo por ojo, diente por diente -le guiño el ojo-.
Me mira, se toca el labio y sonríe.
Me siento en la cama. Dani se acerca lentamente. ¿Cómo puede hacer que andar sea tan sensual? Se pone delante mía y se abalanza sobre mi.
Estamos tumbados en la cama. Él encima de mi. Me tiene presionada contra el colchón. Me está besando sin parar, no me deja casi respirar.
Yo: Ey, tranquilo, no hay prisa.
Dani: Te deseo tanto.
Y vuelve a besarme. Me muerde el labio inferior y estira. ¡Au! Eso no vale.
Le sonrío.
Y ahora es cuando la ropa empieza a sobrar.